Mamá el 19 llego a España.... o no 4º part

Publicado por flag-es Anthony Power — hace 11 años

Blog: Tramas experience in Lodz
Etiquetas: Noticias Erasmus

Y como hay que seguir con la última saga que comencé sobre mi vuelta a España y tal y donde dejé el último artículo, nos acabábamos de montar al tren desde la estación de Łódź Kaliska sobre las 7,20 y el compañero gaditano que se había equivocado de tranvía para llegar hasta allí, pues también.

Así que nos dispusimos a buscar un cuadrilátero (por llamarlo de alguna manera, a aquellos espacios en los cuales cerrados con una puerta, existen hasta ocho asientos, cuatro y cuatro enfrentados y una ventana al otro lado, para realizar el viaje en segunda clase), que al menos tuviera cuatro asientos vacíos, porque estaba claro que ocho que eran los españoles que ibamos, era prácticamente imposible de encontrar.

Finalmente tras andar un rato por los vagones con todas las maletas, encontramos el cuadrilátero esperado con hasta seis asientos, pero fuimos nosotros, cuatro hombres los que nos sentamos en aquella ocasión, los dos gallegos y los dos gaditanos (yo incluyéndome), los que pillamos aquel sitio y los demás se buscaron otro lado para estar sentados. Una vez relajados y con la sabiduría de que llegaríamos muy a tiempo a nuestro vuelo de Varsovia a París que salía a las 12,10; sólo quedaban dos opciones: la primera era relajarse y dormir en esas dos horas y media que tardaba el trayecto, y la segunda era charlar un poco para pasar el tiempo. Yo sinceramente debí coger la primera porque tras los dos días anteriores en los que no pegué ojo, la verdad es que ya estaba cansado, aunque aun con fuerzas.

Pero pssss, eso me aburre, así que nos pusimos a charlar del tema y salió el típico tema estúpido o no para muchos, que en este caso era el qué hacer para ir a los juegos olímpicos, porque yo soy fiel defensor de que si se entrena desde ahora y durante estos cuatro años de aquí a llegar a Rio de Janeiro 2016, pues las posibilidades de llegar a presentarse como competidor, pues existen, aunque no sean excesivamente grandes (podéis llamarlo positivismo exacerbado o simplemente ser un utópico iluso).

Pero como la gente no lo tomaba en serio, lancé una pregunta que era ¿en cuánto tiempo está el record del mundo de estar días sin dormir? Uno de ellos dijo once días, otro dijo ocho y el otro dijo nueve, y buscando por internet desde el móvil descubrimos que el Record Guiness estaba justamente en once días, sin dormir nada absolutamente nada. En concreto se marcó en el 1964 264 horas sin dormir un tal Randy Gardner, pero fue en 2007 cuando Tony Wright, británico, de 43 años, quiso demostrar al Mundo que se podía batir ese record. ¿Cómo lo hizo? Comiendo cosas crudas, bebiendo muchísimo y con la ayuda de voluntarios que le hablaban o jugaban con él para que no se durmiera. Por supuesto todo el proceso por el que Tony consiguió batir el Record de 1964, fue grabado y retransmitido por numerosos canales de todo el Mundo, para que cualquier pudiera ver que no había trampa y que era real todo ese periodo por el que Tony pudo aguantar sin llegar a encontrarse en el estado de sueño.

El científico quería demostrar que no se pierde efectividad con el cansancio, y por ello no sólo estuvo 266 horas sin dormir, sino que en su transcurso, jugó al billar, escribió un diario e incluso dibujaba. Terminó consiguiendo lo que quería y aunque muchos se hayan reído de él porque hay datos de que otro hombre en 1964, un finlandés estuvo hasta 276 horas sin dormir, eliminándose este record por motivos de salud para que la gente ni lo intentase; no hay otra que dar a Tony Wright como el actual guiness-man, puesto que este dato del finlandés no aparece en el libro (por lo que muy de fiar el dato tampoco debe de ser). Decir que llegué a comentar que por qué no intentáramos los cuatro que estábamos allí batir ese record, pero claro, seguramente alguno moriría y quién sabe si los cuatro antes de batirlo, por lo que no tiene mucho sentido el intentarlo. Eso si, decir que tras ese tercer día despierto, me encontraba bien y sin ninguna recaída de dormir, y de sueño excepto cuando no hacía absolutamente nada (por supuesto que tres dias despierto no es absolutamente nada en comparación a los once que estuvo ese hombre claro).

Total que entre una conversación y otra pues el tiempo se nos pasó volando, y por supuesto no hay que olvidar un consejo importante para este tipo de viajes y cualquiera que se haga estando de Erasmus.

Consejo 23: Cuando realices un viaje estando de Erasmus, no te olvides de llevar algo de comida para el camino, o sino te cobrarán lo más grande en el sitio donde se pare, ya sea estación de bus, de tren, aeropuerto o estaciones de servicio.

Y es que unas galletas (las "Hit" nuestras favoritas, estilo las príncipe con relleno de chocolate) que te gusten más algún que otro bocadillo te salva cualquier viaje, pues comerás no sólamente lo que quieras sino también barato. Lo suyo es comprar embutido en una charcutería o donde lo vendan, pides 300 gramos para ti y ya te dura para casi todo el día, y todo por un escaso euro. Si encima eliges comprar pan de molde con algo de calidad (no estilo lo que se vende en el "Biedronka" que está duro y casi pasado justo cuando lo abres), pues te habrás apañado y llevarás el viaje con algo más de alegría. Y es que lo dulce siempre ayuda, porque si encima de las galletas ya te llevas algún rosco como el de limón que más tarde días siguientes compré, o por otro lado, chocolate, pues ufff habrás acertado de lleno con la compra.

En fin, que el trayecto no se hizo muy largo y nos ibamos a bajar muy en breve, recogiendo nuestras cosas y dejándolo todo listo para que en no mucho tiempo cogiéramos el vuelo que nos llevaría a medio camino de España, en este caso a París. La cosa estaba en que el aeropuerto en concreto de Modlin está donde como dice un gaditano que conozco "la vaquita que se perdió en la mina", que significa que estaba "a tomar por c....", y claro, había que coger tras llegar a la estación de tren, o bien un autobús, que no sabíamos donde pillar, o bien dos trenes más que se cogían allí mismo, así que decidimos coger el tren. Decir que el autobús salía a unos ocho euros, 32 zlotys, que si bien con el descuento se quedaría a 16 (descuento de estudiante), y tarda unos 44 minutos. Mientras que por otro lado, uno de los primeros trenes que nos llevaría desde la estación a la parada que enlaza el aeropuerto, costaría dos zlotys y un trayecto de unos 20 minutos, mientras que el segundo tren que ya si nos lleva a Modlin, cuesta doce zlotys y tarda unos diez minutos más.

Por cierto decir, que una vez te bajas en la parada del aeropuerto, hay un bus esperándote, gratuito, que te lleva finalmente al ansiado destino.

Comentar, que el aeropuerto en cuestión no es que sea muy grande que digamos, con una única vía de facturación y con escasos metros de longitud para no perderte. Lo bueno que tiene es que el wi-fi es gratuito, rápido y lo encuentras desde cualquier punto del aeropuerto, cosa que ya deberían de aprender muchos tantos otros que te tienen que sacar hasta el último céntimo del bolsillo si quieres usar Internet. Que en fin, ya se que nadie piensa en Internet cuando le queda poco para coger el vuelo, pero cuando te queda bastante entre uno y otro y tienes que estar allí porque no te queda otra, pues la verdad es que se agradece bastante el que exista de manera gratuita.

En nuestro caso, no había tampoco demasiado tiempo, pues quedaría más o menos creo recordar que en torno a una hora para que saliera el vuelo, por lo que fuimos a pasar las maletas por el control de seguridad, en el que como ya deberíais saber la mayoría, pues hay que meter todo lo líquido y de crema en plásticos cerrados y por supuesto en botes menores de 100 ml, por si a alguno se le pasa por la cabeza el crear algún explosivo. Además el ordenador portátil hay que sacarlo del equipaje de mano y ponerlo encima de una de esas cajas para que lo comprueben, y encima incluso te lo abren no vaya a ser que metas droga entre el cierre.

Por si fuera poco, al pasar por el detector de metales y tras quitarte cinturón, cartera, móvil, chaqueta, sudadera, reloj e incluso las botas; pues como no, te sale una luz verde que dice que perfecto, pero no pasa nada porque si les da la gana te cachearán igual como a mi..... total, ningún problema. Ya nos encontrábamos en la zona en la que posteriormente cogeríamos el avión.

Continuará......

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