Mamá.... ¡deja de preguntar que aun no sé cuándo llego!

- "Niño, ¿pero entonces cuándo llegas que no me aclaro?"

- "Pues no lo se mamá, deja de preguntar que aun no se cuándo llego"

- "Pero, ¿cómo no lo vas a saber? ¿Pues no tienes el vuelo mañana viernes?"

- "Sí mamá, pero es que desde Barcelona para Jerez aun ni idea"

- "¿Y los demás cómo se vuelven?" (Las preguntas de las madres....)

- "Pues ahí estamos los tres andaluces mirando opciones, ya te avisaré cuando lo tengamos claro"

Y es que claro, claro, no había absolutamente nada en ese momento, y hablar con tus padres era casi peor excepto que la conversación hubiera ido por otro término tal que así:

- "Niño, ¿pero entonces cuándo llegas que no me aclaro?"

- "Mamá, ya está todo solucionado, llegamos a las 13,00 a Barcelona y de allí un avión para Sevilla que saldría eso sí, ocho horas después".

Ala, más que solucionado y con tiempo de sobra en esas ocho horas para haber podido hacer cualquier cosa por venirte hacia abajo; así no se preocupa a los padres y tú pues también estás más tranquilo (pero claro, me sale la vena natural y les digo la verdad).

Y es que ya eran algo más de las ocho de la tarde y ni habíamos imprimido los nuevos "check in online" del vuelo hacia Barcelona, ni tampoco teníamos el cómo venirnos para Sevilla, Jerez o cualquier lugar más o menos cercano, por lo que el tiempo empezaba a jugar en nuestra contra (en ese momento, se pagaba a 1,30 el que nos volviéramos en avión quitándonos de complicaciones y pagáramos más de 120 euros).

Y yo que me creía que lo dejaba todo para el último momento, y es que ¡todos los andaluces lo dejamos todo para el final! No es que seamos flojos, es que simplemente nos "pone" el riesgo y nos reímos de él (bueno esto último sólo yo, que los otros estaban algo más tensos). Aunque ahora que lo pienso, tampoco las dos chavalas de Zaragoza tenían resuelta su vuelta.... pero bah... me había quedado mejor lo de que a los andaluces nos "ponía" el riesgo (ouchhhh estoy escribiendo mi pensamiento de ahora mismo).

Como dejé el último artículo, la primera opción del momento se había convertido la de bus hacia Zaragoza por unos quince euros y luego avión para Sevilla por 68; y es que de tiempo íbamos bien, pues el avión saldría a las diez de la noche; pero es que lo que no tuvimos en cuenta era una cosa "preciosa" (por los coj... preciosa), y era que el primer bus tras llegar a Barcelona, que saldría a las 16,00 y llegaba a las 19,30 de la tarde, se encontraba completo; y ya el segundo no nos dejaba a tiempo para el avión; por lo que de nuevo teníamos que cag... en todo lo que se movía en ese momento y seguir buscando otras soluciones. Lo teníamos muy cerca, pero psss la mala suerte no podía acabar aquí, sin más.

Fue entonces cuando se me ocurrió una idea, y es que cuando se me ocurre una idea, normalmente los de mi alrededor deben temblar, porque si por algo me dicen "el tramas" es porque mis ideas siempre conllevan toques de riesgo y adrenalina (que nadie se flipe demasiado que tampoco es para tanto).

- "Oye oye, tengo una idea para solucionar todo esto", solté medio descojonándome pero con voz contundente.

- "Ufffff, miedo me das Antonio, espero que no sea ir a Manufaktura", respondió rápidamente el gaditano.

- "No, no, mucho mejor. La idea es...... ¡alquilar un coche!"

- "Venga ya, tú estás loco, además, eso debe salir bastante caro, ¿no?"

- "Lo tengo todo pensado, según "Google maps", se gasta en gasolina unos 120 euros, y la página normalmente tira por lo alto (teorías que me saco de la manga para convencerles de que el precio estaba tiradísimo); tardaríamos unas doce horas y el coche alquilarlo nos saldría unos 100 euros, por lo que haciendo unas cuentas, por cabeza serían más o menos unos 70 o así"

- "Bah, pero por 70 euros es mejor quitarnos de problemas y coger un avión o el tren", dijo la sevillana.

Pero ahí es donde entraría mi poder de convicción para hacerles ver que el avión saldría por más del doble; para el tren tendríamos que esperar bastante y para que alguien nos lleve en autobús y fiarnos de él, era mejor que lo lleváramos el coche nosotros e hiciéramos las paradas que nos saliera oportunas (oye pues visto así, tampoco es tan mala idea).

Lógicamente, de primeras no convencí a nadie, si bien conforme iba pasando el tiempo, la opción "loca" (yo no la veo tan loca, pero es que a la gente le gusta muy poco el mojarse por algo y los padres son demasiado conservadores para estas cosas), iba ganando enteros poco a poco. La clave estaba en que no sólo el peso de los padres en contra de la idea era importante, sino que ellos mismos tampoco querían tomarla excepto como última opción, por lo que se alentaba difícil en primer término que fructificara.

Y es que antes de ponernos a mirar más seriamente la opción de alquiler de coches, probamos en la típica página en la que la gente se ofrece a llevarte a "X" sitio en su coche por un precio acordado ("bla bla car" es la empresa); para ver si por casualidad, pues había alguien para ese día que fuera hacia Andalucía. Y es que para nuestra sorpresa sí que había alguien, de hecho iba a Jerez y paraba en Sevilla, es decir que lo tenía todo, y por tan sólo 50 euros cada uno. Era la opción más rentable, más cómoda y con menos quebrantamientos de cabeza, por lo que sin pensarlo ni un segundo más, nos lanzamos (casi literalmente, porque habría que haber visto nuestra cara de alegría al verlo) al ordenador y le escribimos un mensaje.

Pero Antonio ¿dónde está la desviación negativa ahora? Pues la había sí, y era que lógicamente un día antes de partir el hombre supuestamente desde Barcelona, pues era difícil que leyera nuestro mensaje, por lo que si bien dejamos la búsqueda por unos instantes al encontrar esta baza, la tuvimos que retomar al no encontrar respuesta alguna por su parte. ¿Consecuencia? Teníamos que seguir como locos buscando más opciones de la página en concreto, a ver si existía alguna otra que nos convenciera.

Y nada, ni poniendo hacia Sevilla, ni hacia Jerez, ni Málaga, ni Huelva, ni Ciudad Real e incluso probando en Extremadura; la única opción de esa vía era el jerezano de los 50 euros que seguía sin respondernos. Otra opción era una mujer, con la que días antes ya habíamos hablado y apalabrado que nos volveríamos desde Madrid, pero que finalmente tanto ni nosotros como ella salieron ese día 19 de Diciembre, por lo que si saliera el viernes también a una hora que nos hubiera venido bien; pues cogeríamos sin problema algún enlace para Madrid y luego nos volveríamos hacia abajo con ella. Nada, no era el caso, pues ya había conseguido a gente.

Cuando todo parecía perdido, pinchando en la opción y el nombre del jerezano, vimos su número de móvil, por lo que teníamos que probar por si tuviera "whatsapp" y ¡vaya sorpresa!, allí se encontraba su número con su "whatsapp" correspondiente y listo para que le escribiéramos para preguntarle.

El hombre se hacía de rogar y de hecho nuestra impaciencia era tal que incluso escuché un comentario que decía: "claro, jerezano tenía que ser, estará fumando po..."; hasta que tras un rato de insistencia, contestó y nos dijo que ya tenía gente pillada y que era imposible meter a nadie más. Otra vez la desgana se nos venía por dentro y es que nada podía salir bien parecía después de todo aquello. Lo único que hacía falta en ese momento era que apareciera el personaje de los "Simpsons", Nelson, y nos dijera su famoso "Ha, ha" en nuestra cara (no lo descartábamos):

Continuará.....

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