Qué hacer de Erasmus para aumentar tu placer: Sexo (oído)
En numerosos estudios se deja claro que hay tres tipos de personas: los visuales, los auditivos y los kinestésicos; y no cabe duda de que cada uno de ellos tiene un sentido que por encima del resto, manda sobre sí mismo.
En el caso de los visuales no cabe duda de que la vista hace el papel primordial; en el de los kinestésicos es el tacto (descubrirás que eres uno de ellos porque cuando tienes que esperar el autobús, no paras de dar vueltas deambulando por los alrededores); y por último los auditivos, por los que el sonido pasa aparentemente por mayor número de membranas de lo normal y hace que cualquier estruendo en el mundo de ahí afuera, se haga uno sensible hasta límites insospechados.
¿Por qué el oído hace aumentar el número de endorfinas de mi cuerpo?
Poneros en una situación: estáis besando a otra persona y respondedme a una simple pregunta: ¿qué os pone más, que la otra persona gima y haga una serie de ruídos con su voz e incluso por dentro de su cuerpo, o simplemente te siga besando y parezca que todo sea un sueño por lo poco real del asunto?
No hay duda de que la respuesta clara es la primera y es que todo por dentro de nosotros se revoluciona con el ruído. Y lo mejor de todo es que cada persona de nuevo en este aspecto es un mundo a parte y por ello, cada experiencia será una puerta abierta a la imaginación y a las cuestiones sobre qué ruidos podrá llegar a hacer en diferentes situaciones.
Y no hablo solo de cuando vamos calentando el asunto y vamos haciendo la previa al sexo, o incluso estamos en ello; sino que el ruído es algo que nos puede aumentar nuestras pulsaciones cuando nos encontramos de viaje, y por tanto soltar un número de endorfinas superior a la normalidad.
¿De qué manera puede el ruido afectarnos cuando estamos en otras ciudades?
1º- Transporte: estar fuera viviendo o de Erasmus, hace que el transporte de un sitio a otro sea muy típico. Y es que acostumbrado en tu país a los ruidos típicos de tu coche, o del metro que coges cada día para ir a la universidad o al trabajo; cuando viajas todo esto cambia. Pues aunque dispongas del mismo medio de transporte, cada uno es totalmente distinto a lo que has ido conociendo hasta ahora, y por ello, nuevas sensaciones tendrás con respecto a ello dentro de ti.
Todos alguna vez nos hemos conmovido por al parecer por el ruido, un fuerte golpe del tren en el que vas. Luego te das cuenta de que solo fue un frenazo y que ha sido el roce con las vías, las que han hecho todo eso; pero tú de primeras segregas unas hormonas que te hacen estar en alerta por si pudiera pasar algo.
Muy mítico es el ruido extraño que un avión pueda hacer en cualquier momento. No hay un solo viaje por corto que sea en este medio de transporte; en el que tus hormonas no le den al "on" y comience todo a funcionar de otra manera. Nos salvan la vida, potenciando ciertas habilidades y negando otras tantas como por ejemplo incluso la visión. Si estás a oscuras y empiezas a escuchar algún que otro ruido, tus ojos harán un "stop" en su funcionamiento, y permitirán que sea el oído el que mande, haciendo que todo lo que hay fuera cambie para ti.
2º- Obras: cada ciudad tiene algo peculiar y no menos son sus obras. De las míticas de a las 9 de la mañana en España de nuestros vecinos a mamporrazo limpio con el martillo correspondiente; se pasará a las austriacas en las que a las seis en punto cada día, incluso el domingo, estarán haciendo nuevos edificios o carreteras con un sonido ensordecedor, que hará todo lo contrario a lo que vengo hablando en el post; es decir, no crear ninguna hormona buena estilo endorfina y sí en cambio te despertará y te hará sacar de tus casillas.
A todo uno se acostumbra y por ello, pronto esas obras serán solo música bella para tus oídos cada mañana, que sin importarte, seguirás durmiendo sin contemplaciones.
3º- Música: de nuevo cada estilo de música, ya sea en bares, pubs, discotecas o la casa de cualquier nuevo amigo que acabas de hacer allí fuera donde te halles; hará que te ocurran unas cosas u otras con respecto a si se acerca o no la música en cuestión a tus gustos.
Incluso en una velada romántica, cierta música hará que comiences a segregar hormonas de placer mientras miras y contemplas a tu compañero sentimental; y que por qué no, te hará incluso atacar cuando menos te lo esperes al son del ritmos escuchado. ¿Cuántas veces te ha pasado que tu pareja se ha enfadado porque pareces estar más atento a la música que a ella?
Si no es tu caso, mejor; porque si que es cierto que cuando escuchas una canción que de verdad te mueve, te alegra y te da energía; parece que lo demás no exista y te mueves a su batuta, haciendo pensar a la otra persona que es secundario lo que haces ahí.
¿Conclusión?
El oído te mueve, y te hace pasar de un momento de descanso en el sofá a uno activo escribiendo como estoy yo ahora. Cuando estás fuera es fundamental para animarte en momentos de bajón o simplemente para ponerte a punto cuando estés tranquilo. Si quieres placer en tus orejas, solo guíate por lo que te gusta y lo sentirás. Aquí nadie puede mandarte pues los gustos son como el arcoiris (tampoco es que haya muchos colores en el arcoiris, nunca entenderé esa expresión.... tssss).
Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.
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