No ronques por favor

El futuro de los hostales está en ofrecer habitaciones para no fumadores y no roncadores

Si estás, estarás, o has estado de Erasmus estarás acostumbrado (o te acostumbrarás)  a alaridos en forma de ronquidos que se profieren en cualquier habitáculo donde se congreguen varias personas. Ronquidos que pueden llegar a superar claramente los ranking establecidos cuando aparecen en albergues comunes con habitaciones abarrotadas de jóvenes y no tan jóvenes.

Habitaciones que todo hay que decirlo, cuando estás buscando vuelos y hosteles no importan. Aquí impera la regla del desayuno incluido y el precio barato. Luego cuando estás allí la cosa cambia…

Llegas cansado, después de haber estado un día entero correteando por calles y comiendo poco y mal,  pretendes dormir un poco para al día siguiente madrugar y seguir tu tour por la ciudad en cuestión... Y de repente te encuentras que son las 3 de la mañana y el de la litera de al lado parece que se ha comido un oso ¿Y claro qué haces?

Nosotros hemos ideado un modelo de negocio que puede suponer un un boom en el hosting juvenil: “habitaciones para no roncadores”. Segmentar las habitaciones y los huéspedes como a los antiguos fumadores y no fumadores pero en cuestión de ronquidos. Supondría una ventaja competitiva muy a tener en cuenta en este mundo de los mercados hipersegmentados.

Otra cuestion y Otro problema aún más grave es aguantar los ronquidos de tu compañero de piso... Posiblemente sea por la vida Erasmus o bien porque extrañan su cama pero este periodo acrecienta los ronquidos de forma exponencial.

Yo los he sufrido y mira que mi piso tenía los cuartos bien diferenciados, quizás por ahí mi manía con los ronquidos. Puede que sea casualidad pero el otro día hablando con un amigo que está en el sur de Holanda me comentaba que tenía un compañero de habitación Lituano que no le dejaba dormir por los ronquidos y que junto a sus compañeros decidió realizarle un regalo muy peculiar… se trataba de una membrana bucal como esta. Se trataba de un regalo medio en serio medio en broma, así como un tironcito de orejas pero el chico recogió el guante y la utilizaba.El otro día hablando de nuevo con mi amigo le pregunté que en qué había quedado el tema de los ronquidos y me dijo que sí que funcionaba, que nunca un regalo le había salido más rentable.

En resumen, de viaje o en el piso, el erasmus me está enseñando que soy intolerante a los ronquidos, entre tanta interculturalidad y mestizaje yo he descubierto mi lado más cerrado y vosotros ¿habéis entendido algunas formas de que os toquen la moral en el erasmus?