Mis trucos para ahorrar viajando (¡viajes de calidad garantizados!)
¡Buenos días a todos y a todas! Hoy me gustaría compartir los truquillos que he ido recopilando mientras viajaba para ahorrar lo máximo posible, pero siempre teniendo ¡la mejor de las experiencias!
Son consejos basados en mis experiencias de viaje y no realmente en mi experiencia como estudiante Erasmus (sabiendo que mi primer viaje de Erasmus es aún la próxima semana). Pero creo que la mayoría de estos consejos pueden ser aplicados igualmente cuando vivimos en el lugar de destino.
¡Espero que aprendáis cosillas interesantes y que esta lectura os ayude en vuestros ahorros!
¡Buena lectura!
Experiencia única pero muy enriquecedora: vivir en casa de los habitantes locales
Existen varias ventajas al alojarse directamente en casa de los habitantes locales, pero lo que más me gusta, personalmente, es el contacto auténtico y directo con la otra cultura. Además, si os entendéis bien con vuestro anfitrión, ¡vuestros intercambios serán inolvidables!
La plataforma más conocida que nos permite encontrar anfitriones dispuestos a alojaros en sus casas gratuitamente, se llama Couchsurfing (o dicho de otra manera, "surfear en el sofá"), y se reserva, generalmente, para estancias de corta duración.
A veces, vuestros anfitriones os cocinan sus platos típicos favoritos y se proponen incluso para ¡haceros de guía en sus ciudades!
Cierto es, a través de esta plataforma no se espera que paguéis un precio (económicamente hablando), pero es lo mínimo estar disponible o dispuesto para pasar tiempo con el otro e interesarte por vuestro anfitrión, así como por su historia, y no solo disfrutar de todo gratuitamente, sin dar nada a cambio.
Sabiendo que ya tengo bastante experiencia con Couchsurfing, personalmente, estoy pensando hacer un artículo donde poder responder a las preguntas que la gente me hace con mayor frecuencia, sobre todo en relación a la seguridad.
Workaway y Woofing son otras dos plataformas que permiten alojarse y comer, intercambiando estos servicios por algún otro pequeño trabajo. Os dejo descubrir por vosotros mismos estas experiencias, pero personalmente, solo escucho hablar bien de estas modalidades de alojamiento según las personas que las utilizan.
Quedarse más tiempo en un destino, empaparse más aún.
De nuevo, esto no será aplicable realmente al semestre Erasmus, pero la idea en cuanto a los viajes, es de priorizar más bien la calidad que la cantidad, con el fin de reducir los costes de desplazamientos, siempre viviendo una experiencia enriquecedora. Sin embargo, comprendo que será un poco más delicado si os encontráis en un pequeño pueblecito ya que la visita se hace rápido... pero espero que veáis qué es lo que quiero decir.
Las pequeñas distancias serán siempre más baratas y eso hará que ahorréis un poco. Por ejemplo, cuando hice mi viaje por Europa, descubrí un montón de pequeños pueblos que nunca había pensado visitar, pero como así era menos caro, que hacer un trayecto enorme hacia las grandes ciudades (tipo Berlín o incluso Copenhague), decidí hacer ir haciendo paradas, y resultó bien porque al final allí hice muchos amigos y ¡nos divertimos un montón!
Con esta misma idea, esto os evita por ejemplo coger el avión para largas distancias, y sobre todo, no olvidéis pensar en los trenes con trayectos nocturnos, que son una muy buena alternativa de mercado (estoy de acuerdo, el confort no es abrumador, pero es menos caro y te ayuda a ganar tiempo).
Igualmente, pensad a revisar los anuncios para compartir coche, ya sea en los albergues, en Blablacar o en cualquier otra aplicación.
En fin, todos los transportes "suaves" son bienvenidos (para pequeños roadtrips, o viajes por carretera, en bicicleta o también el peregrinaje a pie).
Contentarse con el mínimo
Me encanta hablar del minimalismo en mis artículos ya que es realmente un concepto que ha cambiado mi vida. No hablo del cliché de la decoración en las casas, sin muebles donde todo es blanco, sino simplemente el hecho de plantearse y preguntarse, sobre todo en cuanto a lo material, qué es necesario en nuestra vida, si realmente necesitamos todo lo que tenemos.
Porque más tenemos, más queremos y son cosas las cuales debemos preocuparse, ("Vaya, no encuentro mi bolígrafo rosa de lentejuelas"). En fin, que es mejor llevar menos objetos y baratijas, menos problemas, menos riesgo de estropearlas, menos cosas que reparar, menos cosas que volver a comprar y menos dinero que gastar.
Después, no digo que no haya que llevar nada en vuestra mochila, aparte de una camiseta de manga corta y un recambio y agua. Lo que es necesario y el apego personal a cada objeto, es propio de cada uno.
Comida: recuperar los restos y encontrar los buenos negocios sin olvidarnos de la salud.
Quisiera insistir bastante en este punto, ya que es una de las lecciones de vida que he aprendido durante mi viaje a Europa, y es que, a pesar de mi presupuesto limitado, la salud es una prioridad y, por lo tanto, ¡la comida sana también!
Al inicio me contentaba con no comer más que arroz o frutos secos, ya que el presupuesto es limitado y prefería utilizarlo para otras cosas. Pero, un día, después de haber comido algo de mala calidad, tuve fuertes contracciones en el estómago, lo que me impidió disfrutar del día. Y, creedme, que estaba muy frustrada a causa de esto, sobre todo cuando el tiempo de cada destino era muy restrictivo.
Afortunadamente, esto no era realmente grave, pero aun así e suficiente para recordar que, si la energía no está con nosotros, nada más funciona.
Todo esto para decir que, después de este episodio, tengo un reto con mi culpabilidad financiara y me he permitido gastar tiempo y dinero en buenos platos sanos y ricos en nutrientes, para el cuidado de mi cuerpo y para garantizar la mejor estancia posible, ya que me encanta mi cuerpo, y sin él, no puedo continuar mis viajes. Entonces, ¡es un deber de mimarlo!
(Incluso si no hablamos directamente del "ahorro", quería compartir esta reflexión para evitar que otras personas cometan errores similares).
Para volver al tema de antes, uno de los trucos que utilizo muy regularmente en París, es utilizar la aplicación "Too good to go", o el equivalente disponible en nuestro país, o si no, podéis preguntar directamente en los supermercados. Esto permite recuperar los productos que no han sido vendidos en vuestros supermercados, cafeterías o restaurantes preferidos ¡a un precio increíble! Y os aseguro, son, con frecuencia, productos que no se venden, pero que son del mismo día, es decir, todo es fresco y no son productos caducados.
Os recomiendo también hacer la compra de los productos frescos en el mercado local (coger las frutas y legumbres un poco deformadas, no implica que su calidad sea peor, y los productos que van a caducar pronto, con frecuencia este tipo de productos tienen descuento).
Cuanto más compráis productos crudos, menos gastamos a largo plazo y ¡eso os hará ahorrar mucho! En realidad, hay muchas recetas que pueden hacerse en 10 minutos y sin necesidad de muchos utensilios de cocina, incluso a partir de las frutas y verduras de los buenos mercados. Os invito a que lo comprobéis con Google.
Evitad igualmente los restaurantes en las zonas turísticas, optad más bien por los pequeños restaurantes, aquéllos que estén hasta arriba de gente local, y pedid fuera de las promociones. En general, las empresas familiares ofrecen la mejor relación calidad-precio ya que pueden esquivar las costosas reglamentaciones europeas de trabajo, a veces incluso empleando a miembros de la familia. Y como ventaja, seréis atendidos por personas que se preocupan de sus clientes y de la reputación de su empresa.
Disfrutad de los descuentos y de los cupones
No dudéis en ir a buscar a los hoteles o albergues cupones que ellos mismos ponen a vuestra disposición. Podéis generalmente serviros de varios a la vez, lo que ¡es genial cuando la oferta puede acumularse!
Para daros un ejemplo concreto, lo que yo he hecho en uno de los albergues de juventud en Eslovenia: ellos tenían cupones de descuento para Flixbus, y yo ¡cogí diez! era perfecto para mi ya que yo hacía justamente pequeñas distancias en Flixbus. Y con como me quedaban aún bastantes antes de volver a Francia, se los di a otros viajeros para que pudiesen aprovecharlos.
Comprad con la tasa de cambio
Si vais a viajar a un destino que tiene una moneda diferente a la vuestra, haced más bien las compras en el país más asequible donde os beneficiáis de una mejor tasa de cambio.
La diferencia de precio puede ser bastante importante: por el dinero que ganaréis para adquirir un pequeño barco en Noruega, podréis probablemente compraros un barco de lujo en Turquía.
Pequeña reflexión a mayores a tener en cuenta: aunque el regateo está a la orden del día en la mayoría de mercados, no olvidéis que un ahorro de 50 céntimos puede no ser muy importante para vosotros, pero puede que sí tenga un impacto muy importante en los medios de subsistencia del comerciante con el que estéis tratando.
Disfrutar al máximo de los puntos Wifi gratuitos
El último punto rápido, pero en el cual no pensamos habitualmente: echad un vistazo en los puntos de acceso Wifi gratuitos en las cafeterías y bibliotecas cuando os estáis desplazando. Eso os evitará un gasto importante a nivel de vuestro forfait, donde la conexión a internet internacional es limitada y con frecuencia muy cara.
¡Y voilà! Es divertido, ya que, haciendo este artículo, me he dado cuenta de hasta qué punto todos los trucos tienen también un impacto muy positivo con el medioambiente. Ahorrar dinero y cuidar el planeta. Es genial, ¿no?
Bueno, que muchas gracias por haberme leído y ¡que paséis un buen día!
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