La soledad de Erasmus: su parte física vs la psicológica 2

Y si en el último capítulo, hablé del punto físico del asunto en cuanto a la soledad, terminando como conclusión de que todo dependería de la testosterona de cada uno y que eso marcaría el número de palabras que cada persona hablaría al día sin estar atorado; llegando a la clave de que las mujeres tienen esa necesidad imperiosa de hablar en mayor medida que nosotros.

¿Pero es que hablar es lo que más importa a la hora de sociabilizarte y no estar solo?

Yo no tengo duda alguna, de que cuanto más hables tienes mayor probabilidad de tener amistades y al fin y al cabo personas a tu alrededor. Conocerás a muchos más seres humanos y con ello la probabilidad aumenta con respecto a tener alguien afín cerca tuya con el que pasar tu tiempo.

Claro que todos conocemos personas que hablan sin parar y que no los aguanta nadie por ese mismo hecho; porque sabes que cuando te pille no te va a soltar; pero la clave del asunto no es atorar al mismo a palabras y palabras sin dejarlo tranquilo; sino que usando tu capacidad innata de poder hablar sin que te moleste ni te llegue a atorar el asunto; lo hagas dividiendo todo tu arsenal en pocas palabras a muchas personas distintas, tirando por tanto esos “perdigones” a mucha gente y consiguiendo muchos conocidos, compañeros, colegas y al final también mayor número de amigos.

¿Qué pasa con el tema psicológico sobre el estar solos o no?

Yo era de los que pensaba hasta hace poco que lo psicológico aquí mandaba y que si eras tímido y te costaba entablar conversación con la gente; todo ello era superable por las ganas de cambiar, con una actitud aguerrida y de confianza en que todo se puede y en que aunque al principio cueste; el mismo hecho de luchar por ello nos llevaría inexorablemente a la victoria tarde o temprano.

Pero claro, uno investiga y al final termina cediendo ante la ciencia, los datos y por supuesto las respuestas de las personas en diversos foros sobre el tema. ¿Qué decían estas personas? Pues que lo habían intentado todo para superar esa fobia social, pero que cuando llegaba un momento en el que llevaban tiempo hablando con quien fuera o estando con mucha gente un rato, empezaban a no encontrarse bien; y eso que anteriormente sí que lo estaban; pero es que notaban como cansancio, fatiga de todo aquello, como el que va a correr una maratón y ya no tiene más fuerzas.

Ante eso uno poco puede añadir a favor del factor psicológico, pero sus defensores defienden una serie de puntos que ahora os explicaré:

1º- Mentalidad: piensa que los que te rodean te llenan, y tarde o temprano comenzará a pasar de verdad. Y es que esa dicha eficaz de pensar 10 veces algo positivo para quitarte de lo negativo, termina por funcionar. Pero claro estamos en lo de siempre, ese esfuerzo por parte de nosotros en pensar de esa manera no es del todo sencillo tal y como se dice, y sería luchar contra esa naturaleza que nos lleva dada desde siempre por nuestros genees y que a ver cómo lo solucionamos.

2º- La soledad en sí es algo abstracto: ya que no se puede sentir como tal de manera física y si observamos un escáner cerebral de una persona que cree estar sola y otra que no lo está; la única diferencia será que hay incluso mayor funcionamiento y actividad cerebral por parte del que está a solas, por lo que según el escáner sería incluso positivo para nosotros el estar así.

3º- Es temporal: como decía desde el principio de toda la saga, debe ser temporal porque nos relacionamos con gente casi cada día y por ello no podemos privarnos de ella de manera sencilla. Ello hace también que por muy poca testosterona que se nos haya dado por los genes de nuestro padres de manera natural; no siempre nos sintamos solos por el hecho de tener o no tener personas a nuestro alrededor o cualquier cosa que nos haga un “tilín” por dentro.

El hecho de poder explicar como en un día no nos hemos sentido solos a pesar de no haber visto a nadie y de haber estado las 24 horas sentados delante de nuestro ordenador; y sí en cambio al día siguiente haciendo lo mismo; es una prueba argumental de que todo es mental.

Los contrarios dirán que todo depende de las bajadas físicas y fisiológicas y es que tiene recuerdo nuestro cuerpo y la mente; por la que si nos hemos llevado unos cuantos días hablando más de la cuente; eso hará que en los siguientes días no tengamos la necesidad imperiosa de expresarnos y sacar lo que llevemos dentro y por lo tanto no sintamos eso de estar solos.

¿Conclusión?

Siguen estando en debate ambas teorías sin ninguna predilecta por una gran mayoría del sector, y es que el hecho en sí no es fácil, ambas con buenas muestras de que tienen sentido y ambas con detractores que de nuevo demuestran que no tiene sentido tal o tal teoría. Cada uno que haga las valoraciones que crea y sobre todo, que arregle lo que tenga que arreglar en el caso de sentirse mal por estar solo.

Continuará....

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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