"La batalla": ¿Piso o Residencia? 3º part (Fiesta)
En esta saga en la que intentamos dilucidar cuál es la mejor opción para nosotros según nuestro punto de vista con respecto a nuestro futuro alojamiento cuando nos vamos de estancia Erasmus; ya hemos podido ver la comparación de dos categorías como son la de precio y la de calidad de vida. Si bien en la primera categoría de las habladas ganó la Residencia con un amplio margen; el Piso ha ganado la segunda batalla y se pone en resultado por delante por tan sólo un punto.
¿Qué quiere decir todo esto?
Que por ahora la cosa está reñida, por lo que habrá que seguir viendo los distintos campos en los que se enfrentan para poder tomar una decisión en condiciones y no tengamos que sufrir durante todo el año la mala cosa de haber firmado un contrato sin saber qué nos ibamos a encontrar.
3º- Fiesta:
Se llega a un tema que aunque de primeras pueda decir mucha gente que les da igual, lo cierto es que para la gran mayoría no pasa inadvertido. Es la hora de la verdad, y es que toca ver lo que ofrece de ocio o fiesta cada posible alojamiento; o simplemente la facilidad que da el vivir en un lado o en otro, si es que influye claro (que sin ninguna duda lo hace).
Residencia: vives con cientos o miles de personas a tu alrededor, estudiantes como tú, y con las mismas ganas de fiesta que tú; por lo que sin ninguna duda, la residencia es un lugar bastante bueno para llevar a cabo tus dotes sociales y llevar el ocio y la fiesta a su máximo esplendor. Y es que el que me diga que no conoce a más gente viviendo en la residencia que en un piso compartido, miente rotundamente y no quiere ver la realidad. ¿Por qué?
Pues porque es tan simple como que lo que puedes conocer viviendo en el piso, puedes conocerlo viviendo en la residencia, que es la gente de tu facultad, es decir de tu clase a donde quieras que estés estudiando, y por otro lado, a todos aquellos que vayas conociendo saliendo por ahí; si bien es cierto que puedes realizar distintas fiestas allí en el piso y hacer venir a gente que hasta ahora no conocías.
Pero es que da igual este último punto comentado a favor del piso, porque con la residencia se abren no decenas, sino cientos o incluso miles de posibilidades, tantas como personas vivan en aquellos lugares. No hay día que no te cruces con bastante gente en tu pasillo y ni qué decir tiene que si te vas de Erasmus, eres de fuera, no sabes el idioma en cuestión del país y te encuentras en los primeros días a más gente de tu país de origen; pues está claro que empezarás a hablar con ellos y a llevarte y juntarte preferentemente. La facilidad y el sentirnos como en casa son las dos claves aquí para que empecemos esta andadura por la que comenzamos a juntarnos al principio más con los de nuestro propio país, y es que quieras o no, también es cierto, que nos parecemos lógicamente mucho más; no sólo físicamente, que es algo que carece de importancia, sino que las mismas bromas y costumbres marcan la diferencia de una manera fastuosa.
Está claro que empezarás a cruzarte con personas que ya empiezas a ver con demasiada frecuencia como para no comenzar una conversación en condiciones, olvidándonos del típico "hi!"; y en sitios como en la cocina, pues se empiezan a labrar conocidos, amistades y por qué no, podría llegar a algo más inclusive. La cosa está en que las caras te van sonando y como todo el mundo llega con pocos conocidos y con ganas de abrirse e ir aumentando su lista de personas con las que habla y aprende; pues siempre hay alguien que toma la decisión de comenzar a hablar. Incluso a alguna que otra persona los he conocido en el ascensor con la coña de que claramente no soy polaco, y me han preguntado: "where are you from?".
El tiempo va pasando y empiezas a hacer un grupo más o menos confirmado, pero aun así lo que te ofrece la Residencia en cuanto a número de personas, hace que nunca te vayas a aburrir ningún día y digas: "ufff es que ya conozco a todo el Mundo". Está claro que conocerás a muchísima gente, pero siempre el número puede ser mayor, por lo que ese interés por descubrir algo nuevo con la residencia no se acaba así como así.
Por otro lado, el hecho de que los cuartos no sean muy grandes que digamos, hace que también tengas pocas ganas de pasar allí el tiempo, por lo que saldrás más a menudo y por lo tanto te relacionarás más con la gente, lo cual conlleva a digamos más nivel de "fiesta" por llamarlo de alguna manera. Y es que nadie duda que si vas encontrando a gente que te parece interesante no sólo de tu residencia, sino de otros edificios cercanos, pues tendrás ganas de seguir esa relación y por lo tanto empezaréis a quedar a menudo en sitios digámosle neutros, por lo que tu vida social aumentará considerablemente si tu elección es la residencia.
Además, con bastante asiduidad, se hará más de una fiesta en el típico pasillo de la residencia, en la cual quedando por distintas redes sociales de una manera bastante sencilla, siempre hay alguna excusa por la que celebrar algo. Ya sea cumpleaños, ya sea "welcome party", o despedida de las Navidades o simplemente hace tiempo ya que la gente no se coge una "buena borrachera", pues hará que los eventos en los que te invitan y acabas yendo se multipliquen sin cesar y no haya casi semana en la que no encontremos una fiesta de estas características. Si encima, se portan los de recepción y no os echan demasiado temprano, pues mejor que mejor, ya que la gente se irá llevando sus respectivas bebidas, se pondrá música y todo lo demás será la interactuación de la gente hablando y riéndose por cualquier parida. Es buen momento de no simplemente conocer gente nueva o profundizar en alguna amistad, sino de mejorar incluso tu inglés.
Por supuesto no hay que olvidar otra ventaja que tiene la residencia en este tema y es que como saben que hay miles de estudiantes, que por otro lado, pueden ser vistos también, como miles de consumidores en potencia de ocio y fiesta; pues te meten cerca tuya la típica licorería, el típico bar con buenas cenas y otro con buena música y ambiente, para que teniéndolo todo allí, optes por la opción más sencilla que es quedarte en la zona por la que vives. Y es que esto tiene su parte buena por supuesto, pero también su parte mala (que luego explicaré en su lugar correspondiente); si bien por ejemplo aquí en la residencia de la calle Lumumby en la que me encuentro están todos estos lugares que describí anteriormente, pero encima hace unos pocos días, han abierto una discoteca que encima se llena; por lo que otra razón más positiva de vivir en una residencia y es que ya casi que te caes en la discoteca. No hay duda de que saben que los estudiantes Erasmus suelen tener más dinero que los polacos y es por ello que todo todo lo podemos encontrar allí mismo (por supuesto también un supermercado).
Todo son ventajas parece en la residencia con respecto al tema fiesta. ¿Hay algo malo?
Pues si tuviera que decir algo malo con respecto a este tema si eres uno de aquellos que vive en una residencia; sería el nivel de acoplamiento a la misma. ¿Qué significa esto del nivel de acoplamiento? Pues simple y llanamente que como cerca de tu residencia hay seguramente algún bar o sitio para tomar algo o quedarte allí tranquilamente, pues más de una vez pasarás del tema de bajarte al centro (o cualquier lugar donde se centre la fiesta), y te quedarás allí, debido al punto de la flojera. Esto te privará en muchas ocasiones de alguna que otra buena fiesta que quizás puedas llegar a arrepentirte a medio-largo plazo; si bien no hay duda de que si no bajas a la zona de fiesta es porque simplemente también estás a gusto por allí y no te hace falta.
Y es que en un país como Polonia, que cuando se va adentrando el otoño y va llegando el invierno, se llega a temperaturas de unos menos 15 grados, pues está claro que no siempre te apetece tener que coger el bus que te lleve a la zona pertinente y pasar frío por el camino. Sino que por el contrario, te quedas allí más calentito y llegando más rápido.
Pero es que no hay que olvidar, que en la misma residencia con las fiestas que antes comenté, muchas veces pues ni te replanteas el irte a ningún lado, de nuevo perdiendo lugares a los que podrías conocer y visitar y tantas otras personas. Pero en fin... que tampoco en la vida se puede tener todo y lógicamente algo malo tendría que tener el vivir en la residencia con respecto a la fiesta, si bien es mucho menor que todas las ventajas que nos ofrece.
Otro punto malo, es que al ofrecernos de todo en la Residencia y sus alrededores, pues los precios ofrecidos no son del todo buenos como podemos encontrarnos en otros sitios, por lo que se aprovechan un poco del hecho de que con el frío, nos empezará a costar más trabajo el salir al centro de la ciudad de fiesta; y lo tienen en cuenta para encarecerlo todo un poco. No hay quién les culpe, pues es una actitud bastante inteligente por su parte sin ninguna duda.
En el siguiente artículo hablaré de los pros y contras de vivir en un piso con respecto al tema en cuestión que no es otro que la fiesta estando de Erasmus.
Continuará.....
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Comentarios (3 comentarios)
Alberto García hace 11 años
¿la fiesta? jajajaja si a ti no te gusta no?
Anthony Power hace 11 años
Sólo un poco jejeje
Saul Latorre hace 11 años
No sales nada primo!