Inconvenientes de estudiar en FInlandia
La mayoría de las cosas que escribo sobre mi experiencia en Finlandia suelen ser cosas positivas, y es que la verdad es que fue una experiencia muy reconfortante y completa en muchos sentidos.
Sin embargo, como en todas las cosas en la vida, no todo es positivo siempre. Es verdad que tanto las ventajas como los inconvenientes suelen ser cosas muy subjetivas que dependen de los gustos y circunstancias de cada uno. Yo voy a mencionar en este post las cosas que considero que son desventajas y a la vez las que creo más importantes de mencionar como tal.
Distancia y precio del billete
No nos vamos a engañar, Finlandia está lejos. Se tardan alrededor de 5 horas de llegar desde el aeropuerto de Madrid, pero eso al fin y al cabo no es lo peor, ya que si decides irte a Finlandia de Erasmus estoy casi seguro de que eres consciente de la distancia que separa España de FInlandia.
El problema viene a la hora de comprar dicho billete de avión, y es que como es normal, a mayor distancia más caro es el billete. Sumado a esto hay que tener en cuenta que no todos los aeropuertos de Finlandia tienen conexión directa con los aeropuertos españoles, por lo que es muy probable que tengas que hacer un trasbordo en el aeropuerto de Helsinki.
Y claro, salvo que compres el billete con mucha antelación (que es lo que hay que hacer) te puede salir el billete de ida por un precio de alrededor 150 euros hasta Helsinki. Si además sabes qué día puedes volver, comprar de primeras el billete de ida y vuelta puede acabar saliendo bastante bien de dinero, porque si luego te compras el billete de vuelta de Helsinki a España puede acabar saliendo por más de 200 euros (tal y como me pasó a mí).
Este es por tanto un inconveniente que viene bien tener en cuenta y subsanar comprando los billetes con antelación.
El precio de la vida
Llegados a este punto parece quedar claro que los principales problemas de estudiar en FInlandia son los precios. Nada más lejos de la realidad.
Al precio del billete de avión tenemos que añadirle que es muy probable (practicamente seguro) que el dinero de la beca no dé para sobrevivir en tu día a día. En mi post sobre la experiencia que tuve en Turku hablé de lo que podía costar la vida en Finlandia durante un mes. Y, resumiendo, lo más normal es que al mes tengas que gastarte 500 euros entre el alquiler de tu piso o habitación y los gastos para sobrevivir y no morir de hambre.
Sumado a esto hay que tener en cuenta lo que salga de fiesta cada uno, ya que los precios del alcohol en Finlandia son desorbitados. Sólo hay que tener en cuenta que una lata de cerveza en el supermercado ronda el euro como mínimo.
Luego, el resto de alcoholes de alta graduación tienen una legislación e impuestos especiales, por lo que descubrir su precio lo voy a dejar a la sorpresa de cada uno.
El idioma
Esto es un poco la otra cara de la moneda. Por una parte tenemos la ventaja de que Finlandia es uno de los países no anglosajones en los que mejor inglés de habla del mundo, pero por otra parte tenemos el hecho de que Finlandia es un país en el que se habla finés (obvio).
Esto significa que si lo que se quiere es aprender inglés, la inmersión nunca será al cien por cien, ya que la gente que te rodea por la calle habla finés en primer lugar, las palabras en el supermercado están escritas en finés… y un largo etcétera.
Esto en la práctica para mí no supuso un problema grave, pero sí es cierto que si lo que se quiere es aprender inglés, la experiencia no será tan completa como lo sería haciéndolo en Gran Bretaña, Canadá o Estados Unidos (por poner algún ejemplo).
¿En la práctica esto acaba siendo un problema? No, la verdad, al menos mi nivel de inglés ha mejorado muchísimo. ¿Es un inconveniente digno de ser mencionado? Sí, por supuesto.
Cursos en la universidad
Si bien la calidad de la educación en las universidades de Finlandia es increíble (yo acabé aprendiendo muchísimo), los cursos que se ofrecen en inglés no son tan amplios como los que se ofertan en finés.
Esto muchas veces es frustrante, ya que en mi caso acabé escogiendo algunos cursos que no me interesaban tanto por el hecho de que no había suficientes asignaturas que me interesasen y fuesen útiles en mi especialidad: la historia contemporánea.
Esto no quiere decir que acabase descontento con lo que estudié, de hecho me gustó mucho todo lo que estudié y las clases eran magníficas, pero me quedé con ganas de haber dado otras asignaturas relacionadas con la historia escandinava que seguro que se ofertaban en finés pero no en inglés.
No sé como será en otros estudios, la verdad, pero supongo que en general seguirá una línea parecida a la experiencia que tuve yo.
Situación geográfica
Es verdad que el clima frío puede ser algo problemático para muchas personas, pero creo que, al igual que con lo de la distancia, es algo que todo el mundo sabe cuando va a pasar a vivir una temporada a Finlandia. De hecho me atrevería a decir que es algo que se sabe desde niños.
Por eso, el frío al fin y al cabo se sobrelleva llevando ropa más abrigada de lo habitual a lo que se suele llevar en tu país en invierno. Aunque, como ya he dicho en más de una ocasión, el frío en ciudades como Turku (donde yo estuve) es un frío bastante llevadero, nada que ver con el frío que se pasa cuando vas un poco más al norte de Finlandia.
Lo que más considero un inconveniente de la situación geográfica de Finlandia (y quizás de cualquier ciudad en una latitud similar) es las horas de luz en invierno. Y es que es sin duda el factor que más negativamente me afectó durante mi estancia Erasmus.
Es realmente chocante observar como, el día en el que se realiza el cambio de hora, el sol se empieza a poner a las 17 de la tarde, para ser de noche por completo a las 18. Y esto aumenta a medida que avanza el invierno y es aún mayor cuanto más al norte de Finlandia te encuentres.
Se puede dar la ocasión de que tengas que madrugar para ir a clase temprano y no acabar hasta mucho después de comer. De esta forma volverás a tu casa sin haber visto practicamente la luz del sol, lo cual no es muy agradable la verdad.
Dicen que a todo te acostumbras, pero yo estoy seguro de que aunque estuviese viviendo años en Finlandia, la “winter depression” sería algo que me afectaría por igual cada año al principio.
Bonus: la cerveza
El precio de la vida y del alcohol, como ya he dicho, es muy alto en Finlandia. Pero hay veces en las que pagar de más no importa demasiado si lo que estás comprando te satisface o es de muy buena calidad.
No es el caso, ni mucho menos, de la cerveza finlandesa. Las latas de cerveza de 0’33 litros se venden en cualquier supermercado por practicamente un euro la unidad. Esto sería normal si la oferta fuese mayor y con más rangos de precios, pero no. La lata de cerveza más barata en Finlandia cuesta alrededor del euro. Una ruina si eres de beber cerveza por las noches.
La más barata suele ser la Karhu, al menos es la que yo compraba siempre, y la verdad es que no está nada buena. Ni siquiera la de barril que te suelen vender en cualquier pub o discoteca. No conseguí coger el punto a la cerveza finlandesa en ningún momento del tiempo que estuve.
Sin embargo, siempre queda la posibilidad de comprar cerveza de importación. En mi caso, la mejor en cuanto a relación calidad precio siempre fue la Carlsberg. Casi igual de precio que la Karhu y sin duda mil veces más buena.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Cons of studying in Finland
- Italiano: Studiare in Finlandia : gli inconvenienti.
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