Guidare per l\'Italia

Hola, soy David el novio de Lorena, hoy os escribo yo para contaros la experiencia de conducir por primera vez por carreteras Italianas.

Como os había contado Lorena decidimos hacer el trayecto de Barcelona a Civitavecchia en ferry, y por mala suerte no descansamos casi nada. Con este panorama llegamos al puerto de Civitavecchia sobre las 6 de la tarde, bajamos a las bodegas a por el coche repleto de enseres y no dispusimos a salir de allí.

Nada más tocar tierra firme un policía de Aduanas se dedicaba a pararte para mirar el coche desde fuera, el mío lo vió tan cargado que ni me dijo ciao, se debió pensar que como tuviera que sacar y volver a meter todo eso nos llevaría un par de horas. En cambio a nuestras compañeras le preguntaron que de donde eran a donde iban y que querían hacer aquí en Rieti.

Pasado este;control; comenzamos nuestro viaje con las instrucciones descargadas de google maps, algo liosas para salir del puerto, pero principalmente teníamos que coger dirección Roma, saliendo del puerto dimos mil vueltas por unos accesos con baches tan grandes que mi pequeño coche parecía desaparecer dentro de ellos, por suerte pronto encontramos una autopista con dos carriles en cada sentido, pero cada carril era estrechísimo y el arcén casi inexistente, por ahí fuimos en carabana los dos coches con un tráfico densísimo, los coches con las luces mal reguladas deslumbrándote, por no hablar de la distancia de seguridad que deja el de atrás con tu coche, practicamente nula.

Resumiendo, un calvario, una locura y hasta tercer mundista; pero por suerte llegamos al llamado;Gran Racordo Anulare; que es la gran circunvalación de Roma, allí teníamos que coger la Salida 10; una vez hecho esto nos encontramos un cartel grande que ponía RIETI, nuestra reacción fue de alegría desmedida, empezamos a tocar el claxon porque habíamos pasado ya lo peor del trayecto, solo nos quedaban 80 kilometros de;SuperStrada; que equivale a una carretera nacional normalita. Durante este ultimo tramo era tanto el estrés acumulado que ni cuenta nos dabamos de que ya eran casi las 11 de la noche y ni habíamos cenado, por suerte nuestras compañeras nos dieron luces y paramos a cenar una rica pizza.

Una media hora después llegamos a Rieti, creyendo ya acabado nuestro viaje... pero no, aún nos faltaba encontrar nuestra casa, lo cual nos llevó más de media hora por culpa de las direcciones únicas, finalmente y tras no encontrar como llegar hasta la puerta de casa me metí marcha atrás por mi calle, con tanta suerte de encontrarme un coche, el de nuestras compañeras, que también estaban perdidas y tampoco sabían como llegar hasta su destino.

Sin lugar a duda, una locura y tardé varias semanas en volver a mover el coche por la experiencia traumática, aunque ahora ya acostumbrado es un placer conducir aquí y como ellos.

Saludos!