Cosas que deberías saber sobre dormir en Croacia. Clave.

Hola chicos, esta entrada es clave, si pensáis quedaros a dormir en Croacia en general. 

El turismo comenzó a ponerse de moda en Croacia (entonces parte de Yugoslavia) en las décadas de los setenta y ochenta, cuando se construyó la mayor parte de los establecimientos que se encuentran a lo largo de la costa. En aquel momento, la idea era promocionar la zona como destino vacacional mediante viajes organizados y después enviar a los visitantes a “instalaciones turísticas”, que normalmente se hallaban lejos de la ciudad y a lo largo de una extensión de playa. Ya que todos ellos eran propiedad del Estado y erigidos al mismo tiempo con el mismo propósito, no sorprende que sean tan parecidos entre ellos y tan similares a uno dálmata o español.

Esta medida dejaba a las viejas ciudades históricas más o menos solitarias y evitaba que los turistas se apoderaran de ellas en verano. El inconveniente es la falta de hoteles pequeños de propiedad familiar cuyas habitaciones reflejen el gusto y personalidad de los dueños. Si queréis algo más personal, hay que alojarse en casas particulares. Muchos establecimientos familiares que alquilaban habitaciones a través de la agencia local de viaje se autodenominan pensiones. Además, puesto que los propietarios suelen contar con décadas de experiencia en el sector turístico, estas pensiones privadas ofrecen una excelente calidad. Cada temporada surgen más y más, es buena idea pedir información en la oficina de turismo local. Os recomiendo no prestar demasiada atención a los detalles que aparecen en los folletos impresos ya que estos a menudo solo hacen referencia a los grandes hoteles.

Zagreb y otras ciudades importantes cuentan al menos con un gran hotel antiguo del S XIX, época en la que irrumpió el ferrocarril. Opatija era un famoso destino vacacional del Imperio austrohúngaro y posee una conglomeración de elegantes hoteles de estilo europeo que conservan un esplendor algo marchito.

Los empresarios particulares han comenzado a cambiar la escena hotelera de lujo de Croacia. Cada vez son más los hoteles completamente reformados a lo largo de la costa que ofrecen un nivel alto de comodidades y servicio. Puede que los hoteles croatas no sean los más lujosos, pero son limpios, prácticos y bastante eficientes. Las habitaciones dobles, si no las individuales, tienen un tamaño adecuado, y casi todas cuentan con baños privados.

La mayor parte de los establecimientos hoteleros de Croacia ofrecen precios módicos. Por ese precio el viajero puede conseguir una habitación agradable y limpia aunque sin nada excepcional, equipada con un cuarto de baño privado, teléfono y a veces televisión por satélite. Ya que normalmente no se suele cobrar recargo por una estancia corta, los hoteles pueden ser mejor opción que el alojamiento privado si queréis solo quedaros una noche o dos. Los apartamentos disponen de todo lo necesario, como cocina equipada, una o más camas y un baño.

Casi todos los hoteles ofrecen la posibilidad de contratar media pensión. En un “complejo turístico” situado lejos de la ciudad, esta puede ser la única posibilidad para almorzar al alcance del viajero. Excepto en los esta­blecimientos de lujo, la comida se basa en tajadas de carne de no muy buena calidad, aunque en algunos hoteles se empieza a servir un menú vegetariano.

Los hoteles croatas se clasifican mediante un sistema de estrellas que no resulta dema­siado útil. Los hoteles de una estrella son escasos; los de dos tienen baño privado pero no televisión por satélite; y los de cinco son claramente de lujo, tanto por sus habitaciones como por sus instalaciones (gimnasio, sauna, piscina, etc.). Por lo demás las estrellas se adjudican de tal forma que no dan muchas indicaciones sobre la calidad del establecimiento. La distinción entre hoteles de tres y cuatro estrellas parece singularmente caprichosa.

En Croacia la mejor calidad-precio la ofrecen las habitaciones o apartamentos de particulares, a menudo dentro de una casa o contiguos a ella, el equivalente de las pequeñas tensiones en otros países. En ellos la estancia es más barata que en un hotel, el servicio suele ser más amable y eficiente y la comida, mejor. Este tipo de alojamiento se puede gestionar a través de agencias de viajes o directamente con los propietarios que van a buscar al cliente a la estación de autobuses o trenes de la localidad. También se puede llamar alapuerta de las casas que tengan letreros de que alquilan habitaciones.

Tratar con una agencia da la seguridad de que el alojamiento se ha sometido a un examen profesional. Además, así se tiene a quién protestar si algo va mal, y esto puede hacerle en inglés o italiano en lugar de balbucear

croata. Si la estancia es inferior a cuatro noches, las agencias añaden un recargo de al menos el 30%; algunas insisten en una estancia mínima de siete noches en temporada alta.

Si el visitante opta por llamar a las puertas de Las casas, deberá ir temprano puesto que los dueños pueden encontrarse fuera por la tarde

Quien se decida a ir con los propietarios (normalmente mujeres) desde la estación de autobuses o trenes debería averiguar la dirección exacta para no ir a parar fuera de la ciudad. Hay que dejar claro si el precio es por habitación o por persona, cuántos días va a durar la estancia y a qué hora se va a abandonar la habitación, para que no haya costes adicionales inesperados. Si al llegar al destino no hay colgado un cartel azul de alquiler,el alquiler es ilegal (por ejemplono se paga impuesto de estancia). En este caso, seguramente el propietario no dará ni el nombre completo ni el número de teléfono, y si hay algún problema el viajero estará desprotegido. Yo guardaría mi equipaje en unagarderoba(consigna) antes de recorrer la ciudad a pie.

No hay que dudar en regatear, se alquile a través de agencia o directamente a los dueños, sobre todo si la estancia es de una semana. Durante la temporada alta en la costa puede resultar imposible encontrar a alguien que alquile una habitación por una sola noche. Las habitaciones individuales son escasas. Las duchas están siempre incluidas pero a menudo el desayuno no, así que es importante preguntar cuánto cuesta este.

Si es posible, vale la pena elegir media pensión y alojarse con una familia. La mayoría de las que poseen casas en la costa disponen de jardín, viñedos y acceso al mar. El viajero podrá comenzar la tarde con un delicioso aperitivo casero antes de continuar con una ensalada fresca del huerto familiar, patatas y pescado fresco a la parrilla, todo ello regado con el propio vino del anfitrión.

Las agencias de viajes suelen clasificar las habitaciones particulares por estrellas. Las más caras son las de tres estrellas, que incluyen baño privado. En las de dos, este se comparte con otra habitación o bien con el propietario. Los estudios con cocina pueden ser una buena opción: cuestan un poco más que una habitación doble, aunque recordar que no es barato comprar en los supermercados croatas. Si se viaja en un pequeño grupo, puede ser buena idea alquilar un apartamento. En ningún caso el alojamiento privado incluye teléfono, aunque la televisión por satélite es cada vez más común.

Las tarifas las fija normalmente la asociación local de turismo y no varían de una agencia a otra, aunque puede que algunas no ofrezcan habitaciones de la categoría más económica. Algunas prefieren gestionar solo apartamentos. En los alojamientos que se alquilan legalmente suele haber un “impuesto de inscripción” para registrar al cliente en la policía.

Suerte chicos. 

Galería de fotos