Y si tú no te puedes ir de Erasmus, ¿qué?

Desde mi opinión, ir de Erasmus debería ser obligatorio para todos. Es una experiencia muy enriquecedora en todos los aspectos de la vida. Bueno, tal vez en el económico no, pero eso depende del destino que elijas jeje.

Sin embargo, no siempre podemos irnos de Erasmus. Bien porque para empezar no estemos estudiando una carrera en la universidad, bien porque no nos han aceptado en el destino que queríamos o porque han surgido circunstancias en nuestra vida personal que nos lo han impedido. En cualquier caso, ¿qué hacer si te encuentras ante la situación de no haber podido coger ese tren?

Pues que no te preocupes (tanto) porque puedes tomar el siguiente. Por suerte, de manera externa a la universidad y con independencia de nuestro nivel de estudios y edad podemos vivir la experiencia internacional de salir de casa y vivir en otro país y conocer su cultura desde dentro en nuestra cotidianidad del día a día. Suena perfecto, ¿verdad que si?

Si en tu caso el problema es que aún no has llegado a la edad universitaria, puedes optar por pasar un año escolar en el extranjero. Existen numerosos programas con los que puedes hacer tus estudios en otro país y hospedarte tanto en el calor de una familia como en el abrigo de otros compañeros en una residencia de estudiantes. Ambas experiencias tienen sus pros y sus contras pero estarás satisfecho con cualquiera de ellas. Además, esta experiencia es todo un trampolín para tu etapa posterior. No solo quedará de maravilla en tu CV, sino que podrás demostrar un dominio real de ese idioma a una edad temprana.

Si en tu caso el problema es que no pasas por la universidad, puedes probar suerte con el Servicio de Voluntariado Europeo (SVE o EVS en inglés). Se trata de la opción más abierta. Cualquier joven de 18 a 30 años puede prestar un servicio de voluntariado en Europa a cambio de alojamiento, transporte y un curso de idiomas. El objetivo es fomentar la cultura, el deporte y la juventud y la duración de los programas va desde los 14 días a los 12 meses.

Y tú, ¿por qué opción vas a apostar para vivir la mejor experiencia de tu vida?