¿Qué beca elijo?

Tras haber acabado mi Erasmus en el 2009 he vuelto por nostalgia a Murcia varias veces. Este año, como ya he terminado el Máster de didáctica, decidí pedir una beca para volver. Tenía muchas posibilidades entre las que elegir: podía optar por una beca universitaria para ir como lectora a la facultad de letras, por la beca Leonardo, una beca en el WBi (Comunidad Francesa de Bélgica), una beca de ayuda para jóvenes, la Eurodysee, el Comenius... En resumen, que será por falta de opciones. Las primeras veces que me me dijeron "es muy difícil que te concedan una beca" respondía que "no". Pero todo depende de la universidad en la que estés y de la motivación que tenga el coordinador. En Lieja por ejemplo, ¡todas las becas que se solicitaron fueron aprobadas! La gente debería saber que no te pueden dar una beca si no la pides. Intentadlo, ¡puede que os llevéis una sorpresa!

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Decidí echar la beca Eurodysee y Comenius (estas son más difíciles a la hora de que te la concedan) porque la edad máxima para pedirla es de treinta años. Pero por otro lado la beca Leonardo tan solo se podía pedir al terminar el máster para realizar la primera experiencia profesional. ¡Dejé lo de lectora para después porque me concedieron la beca Leonardo! Opté por esta beca porque así podría salir del ambiente universitario y probar cómo sería trabajar en una empresa española. Con esta beca tienes que encontrar la empresa por tus propios medios antes de irte. Es bastante fácil, como la empresa no tiene que pagar ningún salario, el hecho de contratar a un estudiante becario solo son ventajas. Me apunté varios correos de diferentes academias de Murcia para ofrecer mis servicios. Fue una sorpresa cuando de pronto me contestó... ¡un jefe de una empresa belga! El mundo es un pañuelo.

Una vez habiendo hablado con la empresa y que aceptaran mi oferta, me enviaron una confirmación por correo para que se la enviara a la universidad junto a una carta de motivación (de unas quince líneas para explicar cuáles son las competencias que me gustaría practicar estando en el extranjero). Dos meses más tarde me respondieron. Tuvieron que hacer más papeleo administrativo, pero no se tarda tanto y no creo que sea tan complicado como las becas Erasmus. Además también tenía que firmar un contrato con la empresa, inscribirme al FOREM, mandarles un papel que me tiene que dar la universidad, enviar un certificado del subsidio familiar y hacerme una tarjeta sanitaria europea (tan solo hay que llamar al seguro). Y para terminar, hacer un examen de español de unos 40 minutos.

Para hacerme una idea de cuánto me darían de beca tomé cogí de referencia las becas que dieron el año pasado que se pueden ver en la página web de la universidad. En España la cifra suele ser de unos novecientos euros al mes. La máxima estancia es de unos seis meses y la mínima es de un mes (creo).

Bueno, al final no hubo casi inconvenientes para que pudiera quedarme seis meses de prácticas remuneradas en el extranjero y con un trabajo que yo misma había elegido. ¡Merece mucho la pena!

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