Primer día en Londres: aventuras de avión y casa de huéspedes

Cada vez que pienso en Londres me emociono mucho en recordar lo emocionada que me sentía cuando me estaba subiendo al avión para ir allá. Me encontraba en el final de mi intercambio en Madrid y quería cerrar ese ciclo con un viaje al lado de mi mejor amiga (más bien, hermana) Daniela, mi prima Ivonne y mi mami Eva. Me sentía sumamente nerviosa porque yo había organizado ese viaje y era la primera vez que organizaba algo así, no sabía cómo iba a resultar todo y me ponía nerviosa que pasaran cosas que no nos esperábamos.

Nuestro vuelo en Ryanair y llegada a Londres

Londres era la primera ciudad de nuestro “Eurotour”, así que llegamos al aeropuerto de Barajas en Madrid en la mañana, esperando nuestro vuelo de Ryanair que nos llevaría a Londres. Estábamos en la sala de espera, realmente no esperamos mucho y finalmente nos subimos. El vuelo duró tres horas, que a mi gusto fueron largas e incómodas porque el avión estaba muy pequeño, pero por un vuelo de 12 euros (aproximadamente 13.54 dólares al tipo de cambio de hoy) la verdad es que podría tolerar cualquier cosa! De hecho ten en cuenta que el límite de equipaje para que no te lo cobren es de 10 kilos, si te pasas de ahí tendrás que pagar una multa que cuesta incluso más que el boleto de avión. En Londres hay más de un aeropuerto, de hecho hay seis: Gatwick, Heathrow, Stansted, City Airport, Luton y London Southend Airport, si es que vas a comprar un vuelo a Londres por Ryanair debes de saber que llegarás a Stansted que es uno de los aeropuertos que más lejos se encuentra del centro de la ciudad, así que aparte de pagar tu boleto de avión, considera unos 7 u 8 euros más (aproximadamente 9 dólares americanos), este extra será para comprar tu transporte del aeropuerto de Stansted al centro de la ciudad, que no está tan cerquita, eh? ¡De hecho te tardarás como una hora en llegar! Un buen consejo es comprar con anticipación los boletos desde el aeropuerto a la ciudad porque te dan un buen descuento, y los camiones son bonitos, tienen Wifi y aire acondicionado o calefacción. Es chistosa la primera impresión de ir y ver cómo también los choferes conducen del lado contrario.

¡Viajar en diciembre es congelarse!

Dicen que en Londres siempre está lloviendo y de acuerdo a los pronósticos del tiempo, el día que llegáramos iba a nevar pero tuvimos mucha suerte y no sucedió, ya que dicen que siempre está lloviendo en Londres, pero el destino nos quiso perdonar para que nuestro primer día de llegada fuera perfecto. Si vienes a Londres de visita durante época invernal podrás toparte con un aspecto increíblemente positivo y otro increíblemente negativo: el positivo es que no vas a ver casi nada de turistas en la ciudad en comparación con los que hay en verano y por ende la podrás disfrutar mejor y los precios de muchas cosas (como los tours) van a dar promociones de 2 x 1, o te regalarán un día extra o te darán descuentos para seguir promocionando la ganancia turística. Me han dicho cómo se pone Londres en verano y por lo que me han dicho realmente decidí que cuando vuelva será en invierno. Ahora, el aspecto muy muy negativo es que hace mucho frío, por lo que para los viajeros que vienen de Latinoamérica donde estamos acostumbrados al calorcito rico, se nos hará un poco difícil disfrutar turistear con un clima frío, pero nada que no se pueda solucionar con guantes, gorra, una buena chamarra y sobretodo muchísima energía y ganas de pasarla bien y disfrutar esta experiencia. Otra cosa, es que después de las 5 de la tarde ya no esperes ver el sol, si en Londres escurece más temprano, en diciembre es peor porque el sol se mete aún más temprano que de costumbre. Visitar Londres en diciembre implica adquirir hábitos madrugadores, es decir, levantarse muy temprano, si realmente quieres disfrutar la luz del día deberás levantarte como a las 6 de la mañana para poder disfrutar la ciudad antes de que anochezca.

(En la sala de espera antes de abordar nuestro vuelo a Londres. Aunque en Madrid no hacía tanto frío, ya me estaba mentalizando con toda la ropa que traía encima.)

Una caminata frustrada

Si algo aprendimos y nos quedó bien claro, fue que Londres no es para nada una ciudad pequeña en la que se pueda ir caminando a cualquier lado, lástima que aprendimos tropezándonos con nuestra primera piedra. El autobús que nos llevó desde el aeropuerto de Stansted a la ciudad pasaba sobre varios puntos en los que te podías bajar para que te quedara más cerca, desafortunadamente nosotras no sabíamos sobre estas paradas y no pudimos identificar cuál nos dejaría cerca de la habitación que rentamos en una casa de huéspedes. Decidimos bajarnos hasta el final y fue un error, ya que después nos dimos cuenta que las primeras paradas que hizo el autobús nos dejaban a quince minutos caminando de donde queríamos.

Nos quisimos ahorrar el costo del Underground (y eso fue otro error) ya que la tarifa mínima era de 2.4 libras (3.5 dólares americanos aproximadamente) y realmente queríamos usarlo para alguna otra ocasión, aparte sabíamos que ese día realmente estaba perdido y no podríamos salir a conocer mucho. Así fue como decidimos irnos a pie y caminamos por casi una hora para llegar, como podrán imaginar, mi madre y mi prima ya estaban súper cansadas porque veníamos cargando con las maletas.

(Mi mamá decidió pararse a medio camino y dejarnos cainar para tomar una foto de cómo íbamos, una foto que formaría parte de un bello recuerdo. Al frente voy yo sin maleta porque mi bella amiga que se ve hasta atrás decidió arrastrarla por mí y mi prima que es muy "fashion" traía dos maletas, una azul y una rosa.)

Lo único rescatable de esta experiencia es que se puede conocer mejor cualquier ciudad caminando, y ese es realmente el tipo de turismo que nos gusta. Si nos íbamos en el Underground no podríamos captar las cosas tan maravillosas que descubrimos caminando, como la amabilidad de los londinenses y sus policías, el “arte” de algunas zonas de la ciudad, academias de arte o danza que tenían vidrios en vez de muros, el atardecer londinense, algunos panoramas mágicos y edificios emblemáticos.

(¿Les gusta este tipo de arte urbano? Formaba parte de la decoración de una tienda. No sé ustedes pero a mí me encantó!)

Aunque en este primer día no nos encontramos con los más importantes porque el lugar donde nos hospedaríamos quedaba al norte de Londres, que es una zona con muchos edificios de negocios, así que el lado histórico de la ciudad no estaba tan cerca.

(Este pequeño lago que nunca supimos como se llamaba, nos lo encontramos en el camino hacia donde nos íbamos a hospedar. Si nos hubiéramos ido en el Underground no habríamos capturado este momento, con un bello atardecer de colores azules, morados y rosas. )

(Un pequeño parque que nos encontramos al caminar, para irnos aprendiendo cómo movernos por la ciudad.)

El regalo de hacer reservas de Airbnb con anticipación

Otro consejo es que cuando vayan a ciudades que son muy populares en el mundo, hagan sus reservaciones ya sea de hotel, hostal, couchsurfing etc con tiempo, nosotras lo hicimos tres meses antes y cuando volvimos a checar un par de semanas antes de ir nos dimos cuenta de que el precio había subido mucho y la relación calidad-precio era muy mala! Así que ya saben!

Nosotras nos quedamos al norte de la ciudad, cerca de la famosa estación de King’s Cross que fue de donde salió Harry Potter en la primera película para ir a Howarts. Ahí encontrarás la famosa estación 9 y ¾ donde podrás elegir formarte en la enorme fila que siempre encontramos (como de una hora), imagínate, ni siquiera era época turística. La foto la podrás comprar en la tienda oficial de Harry Potter que se encuentra a un lado. Nos encantó quedarnos por esta zona porque a pesar de que no estaba céntrica, era de las más bonitas y baratas en Londres, se podía tomar el bus tourístico en la estación de King’s Cross que nos quedaba a cinco minutos y de ahí podríamos partir a la ciudad sin tener que pagar el boleto del Underground.

(Esta es la estación de St. Pancras que se encuentra a un lado de King's Cross y está mucho más bonita a mi parecer. Como una está a un lado de la otra, se puede acceder a ambas por un tunel sin tener que salir a cruzar la calle.)

En esta zona hay muchísimas opciones de comida, desde McDonald’s, Burguer King, y muchos negocios de kebabs, que como bien nos dijeron serían nuestros mejores amigos durante nuestro eurotrip, ya que es de lo más barato que hay en Londres para comer. En las tiendas de comida, una sola manzana costaba una libra, que son casi dos dólares americanos!

Nosotras nos quedamos en Reagent’s House, que era una casa grande de cuatro pisos con cocina, tres baños y varios cuartos, era como un hotel chiquito que encontramos a buen precio. La habitación tenía su propio lavabo, un baño, una cama cómoda y grande, televisión, un refrigerador pequeño y calefacción. Si quieres venir a Londres te lo recomiendo mucho, aunque lo único malo es que estaba junto a un bar y hay veces en las que se escucha bastante ruido. 

(Esta es la fachada de Reagent's House, donde nos quedamos. Si quieres que te pase el link mándame un mensaje personal. La calle era tranquila, a excepción del bar que se encontraba a unos pasos. Esta foto la tomé como a las 4 de la tarde, un poco antes de que anocheciera.)

Por cierto, si no tienes cuenta de Airbnb y quieres empezar tus primeras aventuras a un precio especial contáctame, ya que te puedo compartir un cupón de descuento para que tu primera aventura te salga mucho más barata, ¿Qué dices, te animas?

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