"No hagáis fiesta!"
"Vamos a hacer un botellon." - "¿Qué es eso?", me preguntó mi prima cuando vino a visitarme en mayo. Entonces yo le expliqué que un botellón era un encuentro de amigos que era un costumbre en España. En un botellón se encuentran los amigos en parques o en la casa de alguno de ellos y toman cervezas o otras bebidas alcohólicas y después a veces también salen de fiesta. Es para "calentarse" un poco antes de salir de fiesta.
Por eso decidí organizar un botellón en mi piso para que mi prima vea como es. Entonces invité a todos mis amigos y por supuesto a mis compañeros de piso. Poco a poco venía toda la gente a mi piso y bailábamos y tomábamos cervezas y copas.
Además celebrábamos también el cumpleaños de mi prima. En este botellón vinieron casi 70 personas. El piso estaba llenísimo - la cocina, la entrada, los pasillos, el salón. Te tanto ruido ni siquiera se oía el timbre y la gente tenía que llamarnos para que nos enteremos que estaban esperando abajo.
De repente se cayó una botella llena de licor en el suelo y se rompió, pero con tanta gente en el piso no era posible limpiar el suelo. Cuando soñaba el timbre nos avisó la presidente del edificio que acaba de llamar la policia por el ruido. Como celebrábamos entre semana yo entendía que ella estaba enfada porque la otra gente que también vivía en ese edificio tenía que trabajar. La verdad es que esa fiesta era un poco exagerada pero bueno, ahora que me acuerdo de esto, me río mucho y son recuerdos buenos. Después del aviso de la señora enfadada, nos fuimos todos para abajo para irnos ya al casco viejo de Zaragoza para seguir la fiesta en las discotecas. Ya os imagináis el ruido que causan los pies de 70 personas corriendo hacia abajo. BAMM-BUMM hacía la puerta en la entrada principal del edificio una y otra vez, yo ya sabía que mi dueño de piso y el conserje me iban a echar la bronca.....pero la verdad es que me daba igual quería un botellón de puta madre para mi prima y lo conseguí. De verdad era inolvidable aunque me fue un poco de las manos.
Cuando regresamos a las seis de la mañana, yo ya me puse a limpiar el piso. El suelo era tan sucio de toda la gente que había entrado con los zapatos y además de la botella del licor que se había caído en el suelo que pegaba como goma que tenía que limpiar en suelo CATORCE veces hasta tenerlo limpio otra vez. ¡Qué rollo! Hacer fiesta no solo es divertirse, pero limpiar también :P
Con un cansancio increíble de tanto limpiar me acosté a las 11 de la mañana, cansada pero contenta...... :)
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