¡Hola a todos, viajeros! Hoy voy a hablaros de mi experiencia en uno de los parajes naturales más alucinantes que he visto nunca: los lagos de Plitvice.
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es sin duda una de las mayores maravillas, y por ello de las más conocidas, de Croacia. Este parque natural se declaró en la categoría de nacional en 1949, y treinta años más tarde, como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Y es que estos reconocimientos no son ninguna sorpresa, porque te aseguro que vas a salir completamente embobado de este paraje natural.
Los parque nacional de Plitivce está formado por un conjunto de lagos y cascadas naturales que llaman especialmente la atención por el increíble color turquesa de sus aguas. Además, todo el complejo en sí esta repleto de hectáreas de bosque, sobre todo de hayas, que hacen del parque natural un sitio extraordinario. Hay un total de 16 lagos, situados a distita altitud, y más de 90 cascadas. La visita a este lugar merece muchísimo la pena, porque es toda una maravilla para la vista. A continuación te voy a contar mi experiencia en este parque nacional por si algún día te animas a visitarlo (¡hazlo!)
Cómo llegar
El cómo llegar hasta el parque nacional de Plitvice es de lo primero de lo que os voy a hablar, porque fue lo que hizo que mi experiencia no fuese del todo extraordinaria. Para llegar hasta el parque natural, la única opción en transporte público es mediante autobús. El día anterior, habíamos ido a la estación de autobuses de Zagreb para comprar los tickets y asegurarnos un sitio en el primer bus de la mañana, porque queríamos aprovechar el día. Resulta que el primer autobús ya iba completamente lleno (fallo nuestro por no habernos informado antes, así que asegúrate de coger los billetes con antelación para no encontrarte en la misma situación que nosotras), así que nos dieron sitio para el segundo, que era sobre las 9 de la mañana. El problema con la empresa de autobuses, que se llamaba Croatia Bus, es que es de las pocas, y casi que me atrevo a decir que la única, que hace el trayecto Zagreb-Lagos de Plitvice. Por ello, hay que adaptarse a los horarios que proponen y tienen disponibles, y esto fue realmente desalentador para el ticket de vuelta, ya que el último autobús era el que salía del parque Nacional sobre las 16.45. Esto suponía una desilusión, porque no íbamos a llegar hasta las 11 al parque, y luego al ser verano y estar demandada su visita, tendríamos que esperar una larga cola para comprar las entradas.
Las entradas al parque cuestan unos 20 euros al cambio (con descuento de estudiante, así que no te olvides el carnet de tu universidad), y no se pueden comprar por antelación. Total, que si vas a visitar el parque nacional ten en cuenta que estarás esperando una cola de más de una hora para poder entrar. Con esto no quiero desanimarte a que lo visites, ni mucho menos, pero creo que es algo importante a tener en cuenta.
En resumen, si tienes la posibilidad de alquilar un coche para visitar el parque nacional, o te puedes permitir un taxi, es algo que recomendaría encarecidamente. Esto te permitirá ser menos dependiente de los horarios de autobús, y además podrás ir mucho antes por la mañana, y cuanto más temprano mejor porque hay menos gente esperando en la entrada. El parking cuesta menos de un euro la hora.
El parque de Plitvice
A pesar de toda la (des)aventura que supuso el llegar hasta el parque nacional, y el hecho de que sólo pudimos estar entre dos y tres horas, la visita mereció muchísimo la pena. Los paisajes que verás mientras paseas por el parque son realmente increíbles. Entre los distintos lagos que hay repartidos por el recinto, hay una diferencia de hasta 100 metros de altitud entre el más alto y el más bajo, y por ello podrás ver los lagos desde distintas perspectivas, y es verdaderamente alucinante.
La visita al parque se hace a pie, sobre unas plataformas y caminos ya establecidos que te indican por dónde ir. Ten mucho cuidado con lo que llevas encima, y no dejes basura por donde pasas porque destruye toda la magia de ver el agua de los lagos prácticamente transparante. Digo esto porque la verdad es que me sorprendió la poca vigilancia y cuidado que había con respecto al trato de los visitantes del parque.
Nada más entrar al parque verás un mapa enorme en donde se indican las diferentes rutas que puedes tomar para hacer la visita. Dependiendo de cuántos y qué lagos quieras ver, cuánto tiempo tienes, y cuánto estás dispuesto a caminar, te indican la mejor ruta para tus opciones. Desafortunadamente, nosotras sólo pudimos visitar la parte inferior del parque por falta de tiempo, pero hay algunas (la que recorre todo el parque nacional, por ejemplo) que pueden llevar hasta 8 horas de visita. El precio de la entrada también incluye un paseo en barco que cruza uno de los lagos, así que aprovecha para montarte.
Recomiendo encarecidamente que hagas una visita a este asombroso paraje natural, de verdad que vas a saldrás completamente hipnotizado de este increíble sitio.