Zagreb parte 1

Zagreb, ciudad increíble, de verdad, una belleza. Todo el mundo conoce Croacia, su costa, sus playas y sus Islas, pero la capital del país suscita algunos interrogantes: ¿Es bonita? ¿Vale la pena ir para un fin de semana? Pues bien, la respuesta es: sí, Zagreb es un destino fabuloso, para un fin de semana o una semana entera. Se trata de una capital de primera, llena de cultura, artes, música, arquitectura y muchas otras cosas. La vida nocturna no es para echar cohetes, pero la oferta cultural y musical no para de crecer gracias a esa incesante afluencia de viajeros en busca de diversas experiencias. No es para irte de fiesta os repito, es para explorar y conocer, aunque como en todos sitios, si dais con los locales adecuados. Zagreb es una ciudad para pasear por las calles, sentarse en un concurrido café, explorar y perderte entre museos y galerías, y disfrutar de la oferta teatral, musical y cinematográfica. La ciudad tiene un programa actividades al aire libre durante todo el año: en primavera y verano la gente va en masa al lago Jarun, en el suroeste, para nadar, ir en barca o trasnochar en la discoteca que hay junto a la orilla; otoño e invierno se reservan para esquiar en el monte cercano en un trayecto en tranvía te plantas allí en un periquete, o también podéis ir de excursión por la vecina Samobor.

Estéticamente, Zagreb aúna una arquitectura austro-húngara clásica con una mezcla de ideología socialistas. Dicha combinación define su carisma pero, a veces, también incomoda: aunque se intente disimular con todas sus fuerzas, la clientela exquisita que frecuenta las elegantes galerías ciudad, los cosmopolitas restaurantes y los espacios de arte y música alternativa no se puede ignorar a una gran masa de un populacho tradicional que pone de manifiesto el eterno forcejeo de la ciudad (y del país) entre su latente sofisticación centroeuropea y su ferocidad balcánica. Pero es quizá ahí donde reside gran parte de su encanto: la mezcla y el cisma de estas dos características estéticas han dotado a Zagreb de un carisma propio.

Yo destacaría de hacer en esta ciudad lo siguiente:

- Tomarse con calma un café y unos cócteles al fresco por Tkalciceva.

- Dar un paseo por las serpenteantes calles de la ciudad alta de Zagreb

- Atiborrarse destrukli(buñuelos de queso fresco) en Samobor, después de pasar todo un día de excursión

- Codiciar los cuadros del Museo Mimara

- Disfrutar de un picnic en el parque Maksimir

- Meditar sobre la mortalidad entre árboles y tumbas en Mirogoj

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