Un día redondo en Londres

Uno de los días más divertidos en mi paso por Londres fue uno en el que me propuse hacer amigos para poder salir con más gente, y por supuesto practicar inglés fuera como fuese. Y ya que no sabía cómo ni dónde exactamente podría hacerlo, primero quedé con un colega de España y nos fuimos a dar una vuelta a la deriva cogiendo el metro.

Andando por la ciudad vimos un Starbucks, y allá fuimos, dispuestos a cualquier cosa para tener una conversación en inglés con una persona nativa a ser posible!

Fuimos a la planta de arriba y nos sentamos en una mesa que había libre. Entonces nos empezamos a fijar en la gente que allí había y empezamos a sentir una vergüenza por la situación en la que estabamos introduciéndonos, que no sabíamos qué hacer.

Así que de repente se sentó una chica en una mesa justo al lado de la nuestra. Estaba sola y era de nuestra edad más o menos, así que no podría haber mejor oportunidad. Con lo que mi amigo le echó valor y le empezó a hablar. Así que yo me uní a la conversación y lógicamente nos preguntamos: ¿de dónde eres? a lo que ella respondió: Colombia. Nosotros no nos lo podíamos creer; pensábamos que habíamos conseguido conocer a una inglesa y mira... Pero la cosa es que no hablamos en español ni una sola palabra. Y bueno, la conversación se alargó y nos invitó a un bar en el que ponían música salsa. Y bueno, la noche siguió y siguió... En fin, que el día nos salió muchísimo mejor de lo que esperábamos!