Vivir en Wiesbaden

Todas las fotos son mías, me reservo los derechos de uso.

Wiesbaden es una pequeña ciudad alemana, poco conocida y situada muy cerca de Fráncfort del Meno. Puede que nunca hayáis oído hablar de ella... Pero tenéis que conocer esta maravilla.

Después de un largo viaje (o corto, depende de dónde viváis), llegaréis a la estación de Wiesbaden y nada más bajar del tren conoceréis a vuestra mejor amiga durante vuestro próximo Erasmus, la Señora Arquitectura. Cada vez que dirijáis la cabeza a un nuevo lugar quedaréis hechizados por la belleza de los edificios. Las fachadas son espectaculares y están ornamentadas con un gran número de esculturas y balcones preciosos.

Si continuáis vuestro camino desde la estación, no tardaréis mucho en encontraros cara a cara con una magnífica iglesia. Uno no aprecia realmente lo hermosa y bella que es esta iglesia hasta que se fija que está toda hecha de ladrillo. Sinceramente uno se queda atónito con solo pensar en el inconmensurable trabajo que debieron hacer los obreros que levantaron esta obra maestra.

Con el tiempo os daréis cuenta de que Wiesbaden es una pequeña ciudad encantadora con muchos parques. Siempre hay algo que hacer, sobre todo si sois Erasmus (si es vuestro caso, alojaos en la residencia de Camp Pieri, es donde viven todos y donde se organizan un montón de fiestas a las que van mucha gente). Si lo que buscáis es algo más serio, como por ejemplo fiestas de buena música electro, siempre podéis coger el tren para ir a Fráncfort, que está a tiro de piedra y cuenta con todo lo que podáis imaginar: museos, discotecas, restaurantes, tiendas y un montón de festivales y actividades como ferias del automóvil (en la foto), etc.

Hablemos de Fráncfort. A tan solo 35 minutos en tren, Fráncfort es una ciudad de tintes completamente diferentes:

Rascacielos, mucha gente y un ambiente fantástico. Se pueden visitar un montón de lugares y os aseguro que no os dará tiempo a visitar todo. Si queréis tener unas vistas panorámicas sobre la ciudad, subid a la Main Tower. También os aconsejo visitar el casco viejo de la ciudad que es verdaderamente encantador.

Fráncfort no es una metrópolis asfixiante, al contrario. Es una ciudad repleta de espacios verdes en los que relajarse junto a animales que te miran con cara de sorpresa al ver que no puedes creerte que haya animales en mitad de una gran ciudad como esta.

Lo más interesante de esta ciudad es el contraste entre la arquitectura moderna y la antigua que cohabitan para darle unos tintes únicos a esta hermosa ciudad.

Aquí también se puede decir que las fachadas son maravillosas (¡wunderbar! ). Con la foto entenderéis mejor lo que quiero decir:

Qué más puedo decir... Venid aquí y vedlo con vuestros propios ojos, ¡os lo pasaréis como chiquillos!