Experiencia y Consejos: Erasmus en Wageningen, Holanda
Experiencia:
Todo empieza desde el momento en que decides realizar un Erasmus, en tu país destino, cuando decides a qué países te gustaría ir en función del idioma que se hable, la oferta de asignaturas, el nivel de la universidad, el clima, y para qué engañarnos también la fiesta. Echas los papeles (millones de papeles, sí) y dependiendo de tu expediente y otros méritos te dan la plaza en un destino, ya sea el deseado o no. En mi caso lo fue: Wageningen, Holanda.
Una vez terminado el proceso de adjudicación de plaza es cuando entras a Mordor, un sitio oscuro que del que te habían hablado pero tu pensabas: ¡qué exagerados, no creo que sea tanto papeleo y quebraderos de cabeza! Pues sí amigo mío, allí es cuando empiezas a visitar más de lo normal a tu coordinador de la movilidad, a enviar mensajes a todas horas a ver cómo puedes convalidar una asignatura o si coinciden los horarios. Llega un momento en que maldices haber decido hacer el Erasmus. Pero todo acaba, y el papeleo tarde o temprano, aunque debería decir muy tarde, acaba.
¡Ya está, el acuerdo de estudios está completo, por fin! Pero llega el momento de buscar residencias, dónde voy a vivir, qué hago con la cuenta bancaria, y el móvil? No puedo vivir sin internet y sin whatssapp! Ahh esto no acaba nunca!
Cuando al fin tienes, ya sí que sí, todo completo y organizado, sacas el billete de avión y te pasas todo el verano impaciente por ver cómo será el nuevo año, con ganas de irte ya y conocer mundo. También empiezan las despedidas y cómo no… las maletas! Qué me llevo? Hará mucho frío? Esto lo necesito? Voy en plan hippie?
Y llega el momento en que tienes que coger el avión, con dos maletas (como mínimo) pero tienes tantas ganas de irte que podrías tirar de diez más. Cuando subes al avión y te sientas empiezas a imaginar tu nuevo año, nervioso y mirando a todos los pasajeros del avión pensando ¿este será holandés? qué rubios y altos son y qué ojos más azules. El vuelo se hace eterno, y de repente llegas. Ya estás allí! En Amsterdam Schiphol, esperando al tren para llegar a Wageningen (o con acento español: buageningen).
Y ahora, es cuando la aventura comienza:
Llegas a tu alojamiento y lo dejas todo. Conoces a tus compañeros de residencia, piso… etc. Más papelo, no olvidarse: Erasmus no es sólo fiesta, también es papeleo. Vas a ver la Universidad. Cómo loco vas en busca de una bicicleta, ya te habían comentado que en Holanda hay muchas cosas de segunda mano y que encontrarías bicicletas baratas, pero ¡ay ilusos! Al final te acaban timando y te compras una por un ojo de la cara, ¿A quién no le ha pasado?
Empiezan las clases y te quedas maravillado de la Universidad, de lo grande qué es y lo tecnológico que es todo, el nivel, los estudiantes (los mocasines en pico, la gomina y ese tono dorado de pelo que te deja estupefacto) y el idioma: sí reconócelo, todos lo hemos pensado, parece que te vayan a tirar un escupitajo cuando hablan pero ehhh.. lekker!
Quieres conocer a gente, sobre todo gente internacional, aunque al final siempre te acabas juntando con los de tu país, somos españoles que se le va a hacer.
Vas formando tu grupito de amigos y durante la semana ESN organiza actividades variadas como pubquiz, weekly drink, international kitchens… .
Los jueves, por mayoría absoluta, se sale y se bebe cerveza (Gladiator), es obligado ¿Cómo perderse esas noches en KSV o SSR?
Los fines de semana se va a visitar el país y de vez en cuando se hace algún que otro viaje a otros países, especialmente cuando tus padres te acaban de ingresar dinero.
El conocer otras culturas te abre la mente, te da curiosidad aprender sobre sus costumbres y modos de vida, el carácter de las diferentes nacionalidades. Acabas descubriendo que la gente de los países del sur somos más similares, amigables y acogedores, mientras que los del norte suelen ser más fríos y distantes, pero más educados y encantados a ayudarte.
Wageningen es un sitio especial, nunca imaginarías encontrar en una ciudad tan pequeña tantas nacionalidades. Desde China (chinos everywhere) hasta Brasil, incluso desde países que no sabías ni que existían. Y es que a pesar de ser pequeña, es encantadora. Rodeada de campos y árboles (verde que te quiero verde), de casitas muy monas, abuelitos en bicicleta (pedaleando incluso más rápido que los jóvenes y siempre con una sonrisa en la cara), una ciudad tranquila y a la vez con muchas actividades para los estudiantes.
Holanda está llena de bicis sí, y de queso, de molinos, de wooden shoes, de agua, lluvia (rica lluvia con la que te da igual qué pelos lleves, cómo este tú ropa y si vas calado de arriba abajo), de verdes paisajes, vacas, y diques hidráulicos gigantes. Los holandeses son muy simpáticos por lo general, pero a la vez son fríos y distantes. Son muy eficientes, y se ve en cómo de bien funciona el país.
Conforme pasa el año, te das cuenta de lo maravilloso que está siendo, de la cantidad de gente qué has conocido, algunos se quedarán contigo durante este año y otros no, pero siempre aprenderás de ellos. Fiestas, viajes, días en la biblioteca (los Erasmus también estudiamos), excursiones con la bici, festivales de música (especialmente música electrónica: dj’s), cenas internacionales...
Pero ya va llegando el final, te das cuenta de que tienes que aprovechar cada minuto. Muchos de tus amigos se van pronto. Los exámenes y trabajos fin de grado se terminan. Miras atrás y recuerdas desde el momento en que llegaste todo lo vivido, las experiencias que te han cambiado la vida, los viajes inesperados, la gente con los que los has vivido. Somos personas diferentes de cuando llegamos. Un Erasmus deja huellas de por vida.
Siempre recordare cuando una amiga al despedirnos me dijo: ¡Oh maldita sea, los Erasmus siempre igual, siempre creáis momentos tristes cuando os vais! Y es verdad, cuando llegaste el primer día a tu destino en tu cara se veía una sonrisa, pero cuando te vas, tocan las despedidas de la gente, del lugar, de todo lo vivido. Cuando recoges tus cosas y haces la maletas una sensación de vacío te sobreviene y ya en el avión empiezas a recordarlo todo, desde el primer hasta el último día, las personas que has conocido, cómo has cambiado, ya todo ha acabado. Tu Erasmus ha finalizado, y así lo dice el papeleo, pero los Erasmus sabemos que en realidad esta historia nunca acaba, una vez que empiezas no puedes pararlo, nunca más volverás a estar de Erasmus, pero siempre serás Erasmus.
Como dice la famosa frase: Once Erasmus, always Erasmus.
A un Erasmus le pasa de todo y vive todo lo imaginable. Momentos tristes y felices, pero lo que hace especial un Erasmus, y los que lo hayan vivido lo sabrán, es la gente con la que vives el Erasmus, esos momentos. No importa el lugar donde vayas sino las personas con las que te rodeas.
Y ahora, después de unos meses de haber vivido una de las mejores experiencias de nuestras vidas, miro con añoranza el año pasado en Wageningen, echando de menos cada minuto, pero alegre de haber tenido esa oportunidad, de haber conocido un lugar tan especial, y unas personas tan maravillosas.
Consejos sobre Wageningen:
Wageningen es muy buen destino para irse de Erasmus, es una universidad muy conocida internacionalmente, sobretodo por las carreras de agricultura, medio ambiente, biotecnología y tecnología de los alimentos. No es un destino tipo ciudades de Italia o Polonia dónde casi no se estudia y se sale de fiesta. Wageningen es como una ciudad pequeña, es esencialmente una ciudad universitaria. Es encantadora.
Tiene varios supermercados, algunas tiendas y cafeterías en el centro de la ciudad. Está rodeada de campos, bosques y granjas por lo que el paisaje es precioso, en seguida puedes coger la bici e irte a dar una vuelta por allí. Además hacen muchísimas actividades para los estudiantes, sobretodo la asociación ESN organiza excursiones, cenas y actividades para los estudiantes internacionales. Hay otra asociación llamada ISOW que organiza cursos por las tardes y actividades los fines de semana.
Encontrarás todo tipo de nacionalidades, desde Vietnam hasta Ecuador, muy enriquecedor conocer otras culturas. La verdad, que Wageningen destaca por la cantidad de nacionalidades que hay.
Sobre el tema alojamiento, recomiendo la empresa "Idealis" ya que es una organización dedicada a alojar estudiantes en sus diversas residencias y pisos. Te lo resuelven todo muy bien.
El tema de la Universidad, los coordinadores de la movilidad son muy simpáticos y profesionales al igual que los profesores. El nivel de las clases es duro, pero se pueden escoger muchas asignaturas interesantes, si se estudia no se tiene porqué tener problemas. Además, no es como en España que tenemos 2 cuatrimestres, ellos tienen 6 por lo que en cada período dan una o dos asignaturas y eso ayuda mucho a centrarse. A las 17:15, o antes (depende de las asignaturas que eligas) ya acaban las clases por lo que tienes tiempo libre de sobra. Si se hace el proyecto fin de carrera, la verdad que las instalaciones por lo general están muy bien y los tutores ayudan mucho y están pendientes de los estudiantes. El idioma de las clases es todo en inglés (bachelor y máster) excepto el primer año de bachelor que es en holandés. Y la universidad organiza cursos de Dutch (holandés) para aquellos que quieran aprender, pero aviso: es muy difícil.
Los holandeses suelen comer y cenar muy pronto. La comida es alrededor de las 12:30 h y la cena sobre las 18 h, pero claro todo depende de uno mismo, puedes o no seguirles el ritmo de comidas, al principio cuesta un poco.
Los holandeses son muy simpáticos en general pero son un poco fríos, sobre todo al principio de conocerlos, luego ya se sueltan más. Y hay muchísimos estudiantes internacionales por lo que enseguida haces amigos.
El tema fiesta está bien, sobretodo los jueves que los holandeses organizan muchas fiestas en KSV, Ceres, SSR... Muy recomendable. Los fines de semana suele haber alguna fiesta organizada por gente internacional.
Para aquellos que les guste la música electrónica, es el páis adecuado para ir a festivales de estos. Hacen muchos durante todo el año y además pinchan dj's muy famosos por un precio que en España no sería posible.
Recomiendo ir a la semana de introducción AID dónde se conoce a mucha gente y te enseñan la universidad y la ciudad de la mano de tutores holandeses. Es la semana con más fiestas y actividades de todo el año.
Los fines de semana se queda un poco vacío, pero se aprovecha para visitar el país, que es precioso, con tickets de tren: hay ofertas, ver página web: 9292.nl, además está página te dice todas las combinaciones que tienes que coger para ir desde un sitio a otro. La tarjeta de transporte OV-chipkaart es esencial. Y allí en Holanda se debe hacer check-in y check-out en los transportes, si no te cobran más!
Los miércoles y sábados por la mañana hacen un mercado en la plaza del pueblo dónde se puede encontrar comida muy bien de precio (fruta y vegetales), entre otras cosas. Además hay una tienda de seguna mano también por el centro dónde se pueden encontrar verdaderas gangas!
Hay una página en facebook que se llama "Wageningen student plaza" para encontrar alojamiento y cosas de segunda mano: bicis, muebles, libros.... los estudiantes publican allí cosas.
El tema móvil e internet, la tarjeta lebara se puede coger en Wageningen y es una tarjeta gratuita que vas recargando. Es lo más barato.
Para la lluvia y el frío, es importante ir con anoraks y ropa impermeable (que la puedes comprar allí) y ropa de abrigo: gorros, guantes, hace mucho frio!
¡Espero que para aquellos que eligan este destino les sirva de ayuda y se lo pasen fenomenal!
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