Semifail: Cena Varsoviana
Al parecer nuestra primera noche en Varsovia estaba destinada a ser un fracaso desde el principio. Primero el fail al llegar al Stadion Narodowy, donde no pudimos entrar, y ahora tocaba el fail (aunque todavía no lo sabíamos) de la cena que íbamos a tener en el restaurante Chonskiejadto (nombre aproximado porque no puedo leerlo entero en la foto).
El caso es que estuvimos dando nuestro buen pateo buscando un sitio apto para que pudiéramos cenar los más de veinte estudiantes Erasmus que estábamos en ese viaje por libre por la capital polaca.
Y creedme, que no es fácil encontrar un sitio que esté bien en el que a la hora de la cena puedan entrar veinte personas y estar más o menos juntas. Y si pueden entrar y estar juntas es porque el sitio, por lo general, no será muy bueno y estará vacío, cosa que tampoco interesaba.
Por tanto buscamos y buscamos y terminamos en un restaurante que un grupo de españoles (qué sorpresa que encontráramos españoles por las calles de Varsovia) nos recomendó en una calle cercana a la que estábamos en ese momento.
Así que entramos al lugar y la verdad es que no tenía mala pinta. Pinta mala, no tenía. Pero claro las sorpresas vinieron después. Los precios en general, en Polonia, como he dicho varias veces, en cuanto a comer en restaurantes son más asequibles que aquí. El problema es que se te puede ir de las manos y poco a poco la broma puede salirte incluso cara.
Bueno el caso es que cogimos posiciones en el, eso sí hay que reconocer, agradablemente ambientado local, mezcla de tradición y modernidad con motivos de bosque polaco. Y echamos un vistazo a la carta. Al ser por la noche no había menú así que había que pedir a ojo. A la carta, que es cuando vienen los sustos. Porque todo suma. Los platos rondaban los veintipico zlotys. O lo que es lo mismo o parecido, los seis euros y poco cada plato. Si a eso le sumas la bebida y el postre si te atreves, el menú se te queda en los generosos once euritos como poco. Y siendo Polonia no es de lo barato.
De todas formas era de noche y tampoco era plan de hincharse a comer (ya sabéis que eso de ingerir hidratos de carbono a saco por la noche no es especialmente saludable para el organismo sano y deportista; ni para ningún otro organismo, realmente).
Yo me acabé decantando por una saludable cena, "golabki z kapusty, ryzu i miesa". Si no os ha quedado del todo claro, os dejo la traducción inglesa que venía debajo del plato: "cabbage leaves stuffed with meat and rice in tomato and mushroom sauce".
RECOMENDACIÓN ERASMUS:
Antes de llegar a vuestro destino Erasmus o simplemente un viaje a algún lugar de habla inglesa, o no inglesa, o habla exótica con símbolos raros en las cartas (véase japón, china, korea o incluso restaurantes típicos asiáticos), haced un importante repaso a los temas de alimentos y restaurantes en lengua inglesa. Os vendrá pero que muy bien cuando estéis en ciertos restaurantes y no sepáis qué carajo pedir. Especialmente si sois alérgicos a algo en concreto o no os gusta la comida preparada de cierta forma.
En mi caso no tengo problema porque me gusta prácticamente todo (y de alimentos también). Así que estaba contento con mi plato de hojas de col rellenas de carne y arroz en salsa de setas (que sé que estábais deseando que lo tradujera, que no tenéis ni zo**a idea de inglés, pajarracos).
En fin, que contento me quedé cuando vi el plato, que me salió por prácticamente cinco euros, llegar a la mesa. Ahí os dejo una foto para que veáis el apetecible aspecto. Es verdad que las patatas cocidas estaban un poco insaboras, pero el rollito de carne, arroz y col estaba muy muy rico, hay que reconocerlo.
Hasta ahí todo bien. Tardaron un buen rato, pero también éramos muchos y se podía entender. El problema fue cuando una compañera pidió helado dos minutos después que el resto de personas de la mesa. A ella le dijeron que no, que ya estaba cerrada la cocina. Fueron de reloj dos minutos lo que tardamos en pedir todos y la diferencia hasta que pidió ella. Además, que yo sepa no hace falta usar nada en la cocina para saccar una tarrina de helado. Pero el camarero nos cogió manía en la hora y pico que estuvimos allí, y eso que estábamos comportándonos perfectamente bien.
Se ve que no le caían muy bien los españoles, por lo que pudimos adivinar. Y desde ese momento tuvo el morro torcido y no paró de tocar las pelotas, dicho claramente. Así que al rato de que no parasen de molestar, de mirar con malas caras y demás, pedimos la cuenta. Y ahí vino la sorpresa cuando cobraron un precio desorbitado por el pan, por los postres, por "el servicio", vamos una barbaridad. Nos tongaron como quisieron y se quedaron tan a gusto. Nos salió cena de las caras. Pero es que, además, el servicio fue malo. Tardaron mucho y fueron muy desagradables en el trato varias ocasiones.
Así que si podéis reconocer el logo por el nombre que aparece en el plato no vayáis a cenar allí. No vale la pena en absoluto. Fueron más cosas y no recuerdo exactamente todo lo que ocurrió, pero no salimos contentos, eso sí lo recuerdo perfectamente.
Pero bueno, llenamos el estómago que era lo importante de cara a la noche, ya que había que estrenar las salidas nocturas por Varsovia y nos iba a guiar una de las mentoras polacas. Así que fuimos a cambiarnos al Hostel y rumbo a un club... ¿a qué club?
Eso os lo cuento otro día, hasta entonces...
Seguiremos informando,
Powodzenia!
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Comentarios (5 comentarios)
Carles Najasamed hace 10 años
pues a mi el sitio me gustó...
Alejandro Lopez hace 10 años
Pues no recordaba yo que fuera tan maol, de hecho repetí con mis padres, pedí pierogi ruskie, picaban muchísimo y me los cambiaron por otra cosa. El ambiente era muy buena, la decoración y eso..
David Esteve Martí hace 10 años
Con tanta mujer delante la cena no puede ser un semifail...
Silvia Verástegui hace 10 años
A mí creo que tampoco me gustó. La decoración sí estaba muy guay. Nos las dimos de ricos españoles...y pum.
Silvia Verástegui hace 10 años
David, tienes toda la razón .