Palacio Wilanow y Parecidos Razonables

El domingo nos levantamos todos más pronto que tarde. Aunque yo la noche anterior había vuelto a hacer la jugada de la ducha nocturna, por lo que pude pelar un par de de cuartos de hora más en la cama. Pagamos todos las tarifas correspondientes del Hostal, muy de precio, by te way, y llegamos a un acuerdo mediante el cual nos dejaban dejar todos los apechusques (me encanta esta palabra, "apechusques") del viaje allí hasta que volviéramos.

O sea, teníamos que dejar el Hostal, pero nos guardaron las mochilas y demás en una habitación para que pudiéramos volver por la tarde a por ellas y así poder aprovechar el último día de visita por la capital sin tener que ir super cargados con todas las cosas del viaje. Lo cual es muy de agradecer. Es una práctica habitual en prácticamente todos los Hostales o albergues en los que he estado por Europa. No suelen poner pegas con eso. Creo que en el aguno de Croacia se pusieron un poco tontorrones, pero en general no pondrán pegas con eso. Os guardan allí mismo en recepción la mochila hasta que volváis por la tarde y arreglado. Otra cosa claro es si váis veinte personas, entonces entiendo que según el tamaño del Hostal puede resultar un poco... molesto.

Otros más modernos, que suelen ser franquicias, tienen taquillas por las que puedes pagar y dejarlo todo el tiempo que quieras (pagando, claro). Esos no son tan familiares y no tienen la gracia de los pequeños albergues "no franquicias" en los que el personal suele ser bastante más amable y comprensivo con los viajeros.

Salimos de allí y cogimos un bus para llegar al conocido Palacio Wilanow de Varsovia. Y allí llegamos todos, como podéis observar en la célebre fotografía que ilustra el post.

Sobre el Palacio Wilanow, para que os pongáis en contexto, os diré que fue construido por Augustyn Locci, siendo Juan tercero Sobieski el que se lo encargó allá por el siglo diecisiete. Ahí es nada. De hecho la construcción duró veinte años, y antes de que lo acabaran el rey ya había muerto jaja. Aún así, el Palacio siempre ha sido el lugar preferido para los monarcas. Ahora los visitantes podemos recorrer tanto el Palacio como los Jardines y ver los retratos de polacos célebres de la época. 

Algunos con unos parecidos asombrosos a ciertos personajes del panorama humorístico español, como os enseñaré después. También podéis visitar el Muzeum Plakatu Wilanowie (Museo de los Pósters de Wilanow), que es de los primeros de este estilo que hay en el mundo.

El Palacio Wilanow tiene un estilo claramente barroco para cualquiera que entienda mínimamente de arte arquitectónico y los jardines son el punto fuerte del palacio, ya que el colegui Juan tercero, "Juanter" para los amigos, lo quería usar como residencia de verano.

Para llegar al Palacio no se puede ir andando. Bueno sí se puede, si eres un caminante valiente y experto, porque está a un pateo la leche de importante. Es mejor coger buses, que hay un montón que van, luego dejaré las líneas que llegan o incluso si sois cuatro os saldrá muy barato ir en un taxi (recordad que los taxis en Polonia tienen tarifas más que asequibles). 

El caso es que como ambas nos parecían buenas visitas (tanto el Palacio como los Jardines), pues decidimos visitar ambas cosas. 

Además esta vez la rueda Fortuna giró a nuestro favor, ya que era domingo y los domingos la visita al Palacio de Wilanow es gratuita.

Los jueves es la visita a los jardines lo que es gratis. Tomad nota ratillas.

Pero como queríamos visitar ambas cosas, por los jardines pagamos la ridícula suma de tres zlotys (setenta y cinco céntimos de euro). Y hay que decir que valen la pena. Sobre todo si váis en una temporada de primavera, cuando todas las flores están ahí generosas, o ya en invierno cerrado, cuando está todo nevado, también está muy chulo. 

Pero vamos al Palacio, que es lo que nos ocupa. 

Dentro vimos que había una mezcolanza de estilos de los distintos monarcas polacos que habían pasado por allí, además de muchos cuadros de los mismos. Entre los cuales me encontré el que os dejo aquí abajo en la foto curiosa de la jornada. Ni más ni menos que el célebre Jan Kazimierz.

Y decidí hacer un tweet y mención por twitter, que estaba de moda por aquel entonces lo del tweet y mención (aunque nunca he llegado a usar twitter, realmente) al enorme cómico Goyo Jiménez. Y el tipo, ni corto ni perezoso, va y me contesta. Menudo jefe.

Os dejo la captura de la imagen y el tweet, que marcó la anécdota de la jornada sin duda:

Y así pasamos la mañana, entre palacio barroco, pasillos interminables, vigilantes de seguridad siguiéndonos de cerca y la visita a los jardines, aunque esa os la cuento en otro post.

Hasta entonces,

Seguiremos informando,

Powodzenia!

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