Al suroeste Canadiense.

¡Buenos medio días viajeros!

Los relatos sobre mis memorias de las aventuras en estas zonas me pillan ya algo lejos, pero no por eso poco marcadas y seguras.

Canadá es uno de los países más grandes del mundo (haciendo un poco de trampa, pues gran parte del territorio no está habitado, razón por la que, a pesar de su tamaño, no excede en número de habitantes a países muchísimo más pequeños, aunque se ha ido incrementando con el paso de los años y la inmigración, algo que describiremos más adelante.)

La mayoría de su actividad se concentra, cómo no, en las grandes ciudades, y aunque Toronto os suene como la capital, en realidad es Ottawa (que se pronuncia con acento en la ''O'', a veces suena gracioso). Pero Toronto sin duda se lleva la palma en cuanto a demografía y actividad (y edificios altos). Sin embargo, no tengo la suerte de haber visitado ninguna de ellas.

La ciudad de Vancouver.

Aquí hablaremos de Vancouver, la ciudad situada más al Suroeste del país, grande y bella, en la falda de las mismísimas Montañas Rocosas. Suena más grandiosa de lo que resulta, desgraciadamente, puesto que el estilo de vida es muy parecido al americano, lo que quiere decir que la ciudad no tiene nada que ver con el entorno natural que le rodea, sino con su propia actividad interna, mercado y sociedad.

Teniendo esto en cuenta, se intuye que, por tanto, la mayoría de las actividades se concentran en el centro comercial de la ciudad, que principalmente consisten en calles donde se practica la compra-venta de productos o se organizan eventos relacionados con marcas y empresas conocidas. Para ahondar en otras cosas, habrá que alejarse de las tiendas y observar qué personas viven por allí.

Estructura de la ciudad.

El centro de Vancouver...¡no está en el centro geográfico! Con Maps al rescate podrás ver que la ciudad se extiende sobre un magnífico entramado de ríos que desembocan en el estrecho que lo separa de las islas del Oeste canadiense: el Mar Salish. Éste se considera una región protegida de vida marítima, por la cantidad de diferentes especies que acoje, así que es un lugar ideal para estudiantes de biología marítima.

Volviendo a la estructura: la región ''vancouverina'' se extiende por esta zona y se divide en barrios y, más lejos, ciudades pequeñas (como antiguamente eran Leganés o Getafe, vaya):

1. Vancouver: es el centro comercial (downtown) del que hablábamos y diferentes áreas residenciales. Incluye un hermoso parque natural frente a la costa que merece mucho la pena recorrer. En general, se caracteriza por tener grandes rascacielos, oficinas centrales y edificios de viviendas.
2. Vancouver Norte y Oeste: se sitúan por encima del centro comercial, y se accede cruzando un puente enorme. Es básicamente residencial, pero lleva a la carretera por la que dirigirse hacia las montañas.
3. Burnaby: se considera ciudad de la región de Vancouver al Este, y de nuevo es principalmente residencial. Recoge varias áreas asiáticas, porque esta zona de Canadá recibe mucha inmigración de países asiáticos (Filipinas, Japón, China, Tailandia, India...).
4. Richmond: ''el mundo rico'' , es otra pequeña ciudad, esta vez hacia el Sur, donde se concentra mucha inmigración asiática también. ¡Hablaremos de esto más adelante!

Residencia.

La vida no se concentra cerca del comercio principal en general, excepto para aquellos que puedan permitírse un piso en uno de los grandes edificios que lo rodean o que de verdad necesite estar cerca de su área de trabajo.

Lo más típico son las casas particulares en los barrios residenciales. Sabrás distinguirlos porque todas son iguales y las calles están hechas al estilo ''neoyorkino'', es decir, en paralelas y tangentes, con manzanas cuadriláteras. Es un poco lioso para los que nos orientamos según lugares identificativos de las calles, ¡pero todo es acostumbrarse!

Suele haber, además, parques, restaurantes y mercados muy cerca para que nunca falte de nada, seas niño o abuelo.

Movilidad.

Vancouver tiene una red de metro bastante moderna, y servicios de autobús y taxi bastante buenos (con esto quiero decir puntuales, que en ocasiones se aprecia). También tiene servicios de ferry a las islas y aeropuerto, por supuesto.

• El Metro recorre la mayoría de barrios residenciales comenzando en el centro (downtown). Lo bueno está en que llega a las ciudades circundantes que he mencionado antes, y otros un poco más alejados. Lo malo está en que no puede cruzar el agua que lo separa de los barrios del Noroeste, así que habrá que fiarse del bus.

• El autobús se caracteriza por su puntualidad, y hay muchísimas líneas, por lo que a falta de coche no hay problema. Además, para llegar a áreas separadas por agua y no dar vueltas de días enteros hay un autobús acuático (típico mini ferry).

• Ferrys y aeropuerto: los ferrys te llevan a las islas cercanas, entre ellas a la más grande que es la ''Isla de Vancouver'', cuya capital es una pequeña ciudad muy pintoresca la cual, aunque es increíble, es capital de la provincia: Victoria. El aeropuerto está situado lejos de la vida diaria, y es la conexión internacional principal.

Me explayaré con todo lujo de detalles en otro post, pero que sepáis que no habrá problema a la hora de moverse, y esperar bajo un sol ardiente y pesado afortunadamente en esta zona costera apenas se vive. Ahora sí, si vas en invierno cómprate unas buenas botas, porque nadie se libra del frío.

Clima.

A propósito de lo anterior, y ya que lo que se disfruta de Vancouver está principalmente en la belleza de su paisaje natural, parques y costa, hay que tener en cuenta qué tiempo nos va a hacer.

Es la ciudad más al Sur de Canadá, país que se caracteriza por el frío que padece. Es más, la mayoría de su población se concentra en las áreas más cercanas a la frontera con Estados Unidos porque el Norte lo cubren desiertos helados.

Eso desgraciadamente no le libra del frío general todo el año, ni siquiera en los meses de verano. Está justo al lado del océano Pacífico, que le brinda con cariño mucho viento y nieve en invierno, y un verano fresquito sin duda (por si váis en Julio, que no os falte la chaqueta).

Por otro lado, no te pierdes paisajes blancos preciosos, y si practicas deportes de invierno no te faltarán días.

La vida en la ciudad. ¡Gente a montones!

La cultura canadiense se llevará varios post sin duda, tanto en lo bueno y en lo malo, pero lo que merece la pena destacar es que hay una inmensa variedad y mezcla de culturas, sobre todo asiáticas, debido a la inmigración. Esto hace que los canadienses puros se comporten de una manera muy amable e integradora hacia los extranjeros, y no cuesta mucho hacer amigos. 

La vida en sí, de nuevo, es muy de estilo americano. La mayoría de las actividades tienen un caracter un poco capitalista: salidas a centros comerciales, tiendas, restaurantes... Pero la vida nocturna merece la pena y ofrece muchos sitios para todos los gustos, que unidos a la buena gente se hacen inolvidables.

Por otro lado, y dada la cercanía con las montañas y el mar, hay muchísimas actividades dirigidas al deporte, marca de la casa del país. El más conocido es el hockey sobre hielo, y especialmente Vancouver tiene uno de los equipos más fuertes de Canadá, pero también se practican los comunes (baloncesto, fútbol...), el esquí y el buceo.

Y para acabar este breve resumen de la gente, hay que decir que entre esta mezcla de culturas hay comunidades de nativos americanos, cuya cultura e historia explicaré más adelante, pero influyen en cómo se ha desarrollado la vida aquí en parte.

Estudios, trabajo y economía.

Parecidos a su vecino de abajo, en Canadá se divide el sistema educativo en escuela primaria (hasta los 13) y secundaria (hasta los 18), y después ofrecen grados universitarios y estudios en colegios (college). Éstas últimas ramas son de mayor calidad en general que las primarias (un post que escribiré por si hay lectores que piensen en enviar a algún joven a hacer intercambio durante la adolescencia).

Las universidades están bastante completas y van al día en cuanto a sus actualizaciones, pero sin ningún tipo de beca resulta difícil aguantar el peso de los precios, pues no hay un sistema de educación pública en este sentido que reduzca el pago. Lo que ofrecen son múltiples ayudas según diversas situaciones, así que merece la pena hacer una búsqueda exhaustiva sobre las cosas de las que poder beneficiarse o que sirvan de apoyo.

El trabajo es relativamente fácil de encontrar en muchos sectores, y hay varios programas para jóvenes que buscan experiencia o pasar un periodo de hasta un año con un permiso (o visado) en Vancouver. ¡Y el salario es fenomenal! Ah, cabe decir que Canadá tiene moneda propia: el dólar canadiense. No es el americano, cuidado, así que hay que hacer cuentas distintas.

Por último, en cuanto a la economía en la residencia, lo más barato que recuerdo haber encontrado como joven trabajadora se acerca a los 280-300$ por una habitación en casa compartida, relativamente cerca del centro (15-20 minutos en metro). Hay que buscar, y aunque las páginas web de búsqueda son una ayuda, hay que tener mucho cuidado, y visitar la casa de antemano.

¡Y eso es todo amigos! Por ahora. Espero que os haya servido el resumen al menos como introducción. En general Vancouver no es mal destino en ningún aspecto, basta con planificarse bien ¡y atreverse a cruzar el charco!

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