Lechazo asado, denominación de origen, una experiencia necesaria

Quizás sin pensarlo termine en Valladolid. La familia con el  motivo de una boda me acogio por varios días. Las personas que me rodeaban y con las qur conversaba en la calle inspiraban esa calidez que solo tu vecindad de nacimiento puede producirte, es decir me sentí como si llevará muchos años viviendo en Valladolid. 

Poco a poco, aunque tenia tiempo limitado, fui viendo partes de la ciudad. Con solo mencionar que fue la capital por mucho tiempo para luego serlo Madrid, te hace pensar que mucho de historia alberga y que sus ciudadanos para nada se sienten diminuidos por la mudanza real hace siglos. Es mas importa poco. Pero lo cierto es que muchos edificicios quedan, la estructuras de muchas calles es estrecha y logras sentir el calor humano.

La gastronomía, muy buena, con orden y buen trato. Si teneis la suerte de conocer a alguien te llevará a los mejores lugares, pero en verdad a los que conoce y le gustan, porque muchos lugares son increibles. Tengo el recuerdo de el gourmet en la estación de tren. Increible comida y por otro lado, rápida, no porque sea simple, sino que tiene tanta demanda y es tan grande el sitio que la pasa bien, no te demorar en comrpar lo que desees... literalemente lo que deseas... muy barato... y sin embargo puedes en tan grande espacio estar sentado en privado, en publico y en la linea de la acera.

Pero lo más novedoso de Valladolid, es el lechazo asado. Teneis que probarlo. Mi experiencia ha sido impactante. No es algo complicado o anacronico, pero es tan propio de la zona, con una gran cantidad de detalles, que en su simplesa radica el enigma, pues como algo tan simple logra gustar tanto.

No me gusta tomerma el privilegio de contar un experiencia y sentir que soy el unico dichoso. Todo lo contrario, les animo a visitar Valladolid, seguro esta web tiene mucha informacion, pero si lo haceis, aparte de todo lo magnifico que la paseis, no olviden el lechazo asado. Les aseguro, volveran.