Recortes, Erasmus y futuro

El tema principal de esta semana en Erasmusu es el posible recorte de las becas Erasmusu. La comunidad internacional de estudiantes quiso ahondar un poco más en el tema: Solicitó un análisis externo. Comienza así una serie de entregas bajo el nombre Dominio internacional. Pedro García-Alonso, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, pone las primeras palabras para esta sección. Este es su artículo, 'Recortes, Erasmus y futuro':

Hablan ahora de rebajar la financiación de Erasmus. La Unión Europea se plantea eliminar el 'Erasmus para todos'. Pienso que en lo único que no se debe recortar ni ahorrar nunca jamás es en la formación.

Formarse es desarrollarse. Lo que no crece, no progresa. Lo que no avanza, está muerto. Si a una generación no le dejamos progresar, crecer y cultivarse, tendremos que cargar con esa rémora durante mucho tiempo. Es el caso del desastre causado por el paro en España en la generación “ni-ni” (ni estudio, ni trabajo).

Mucho más importante es lo que se ES que lo que se TIENE. La inteligencia importa mucho más que el dinero. La cultura es el mayor bien de un país y de una persona. El know how, el nivel de los empleados de una empresa, es su mayor activo, el más valioso.

Nada nos puede formar más, que aprender de otras culturas. Tantas inteligencias posees, cuantos idiomas hablas. La universalidad, la apertura, la adaptabilidad, la convivencia, la relación y el contacto, es lo que más enriquece a las personas. De ahí la importancia de aumentar y fomentar las estancias en el extranjero de los estudiantes universitarios.

Dicho lo anterior, me permito admitir algún recorte que sí se puede introducir en el proyecto Erasmus. Curiosamente, sin ser el nivel educativo español el más alto de Europa, ni mucho menos, sin embargo Madrid es el lugar más codiciado para venir de Erasmus. Algún estudiante de intercambio confiesa que es por la “marcha” y por la buena vida.

En casos como éste, sí que soy partidario de cerrar el grifo de Erasmus. No podemos estar financiando las borracheras para los europeos, ni menos los botellones de nuestros nacionales por Europa. Hace falta subir el nivel de exigencia para los éxitos que las estancias fuera proporcionen. Es necesario requerir unos resultados, tanto de aprendizaje, como de manejo del idioma, como de la integración en la vida social.

Sería muy triste convertir algo tan grande como es Erasmus, algo que supone el más eficaz instrumento de integración para los estudiantes de nuestro continente europeo, en simplemente un pretexto para el desorden y el despilfarro.

Es importante que los veinteañeros comprendan el esfuerzo y la inversión que le supone a un estado no disponer de la fuerza productiva de su juventud, de los más capacitados de la sociedad (los universitarios), precisamente durante sus años más valiosos y en que más rentabilidad pueden aportar a sus países.

Pedro García-Alonso es Profesor de Empresa Informativa en la Universidad Complutense de Madrid