La necesaria salida

Haber disfrutado de dos becas MEC para cursar estudios de inglés en Malta y en Edimburgo ha sido una gran experiencia. Por aquel entonces apenas había salido fuera de España. No me había visto obligado a recurrir a utilizar el inglés. Me vino muy bien para soltarme y poner en práctica el idioma que me habían enseñado de forma tan académica y tan poco práctica. Soy consciente de que las becas, especialmente en Malta, han generado mucha polémica porque en algunos casos parecía que la gente iba más a Ibiza de fiesta que a aprender un idioma. Pero como todo, eso depende de cada uno.

En mi caso tuve la suerte de compartir alojamiento con estudiantes franceses, alemanes e italianos: teníamos que comunicarnos en inglés con ellos fuera del tiempo de las clases; no había otra manera. Sin embargo, también es cierto que la saturación de españoles obligó a alojar estudiantes españoles juntos. En estos casos la inmersión lingüística era mucho menor, ya que la mayor parte del día hablaban en su lengua natal. Es verdad que mucha gente parecía que iba con más ganas de salir y pasarlo bien que de aprender. Por mucho que hayamos instado en nuestro blog a aprovechar la oportunidad, cada uno es responsable de sus actos. También hay que entender que alguien que está en Malta en julio o agosto no va a quedarse en su residencia encerrado.

Malta era un destino que permitía -y permite- aprender y disfrutar a la vez. De hecho, bien planteado, el ocio es una también una excelente oportunidad para seguir practicando el idioma si el grupo no está formado exclusivamente por españoles. En nuestro caso, además, la escuela controlaba muy seriamente la asistencia y quien se ausentara más de un 10% de las clases de forma injustificada no recibía el título que acreditaba haber asistido al curso contratado. He discutido varias veces sobre este asunto. No estoy de acuerdo con quienes dicen que en Malta no se puede aprender inglés: se puede. Pero uno tiene que poner de su parte y tener contacto con gente que no sea española.

Money, get back

En cuanto a la cantidad económica, considero que es suficiente. Y más este año, que se ha aumentado la dotación para los destinos más lejanos. En las ediciones anteriores sufragar el coste de un vuelo a Australia o Nueva Zelanda suponía gastar la mayor parte de la beca.

Respecto a las agencias que gestionan cursos -también alojamientos y vuelos-, cabe decir que cobran precios bastante elevados. No me parece de recibo que se cobren más de 1000 euros por un curso de 3 semanas. Está claro que se aprovechan bastante de la situación. Por suerte hay algunas excepciones y quienes buscan bien podrán ahorrarse bastante dinero.

Ismael Bujari es uno de los autores del blog Triple Malta