Alberto Aranda, el Erasmus efímero

Dice estar;bastante recuperado;.;Ha pasado una semana y ya lo tengo asumido. Pero el momento de enterarte de que no eres bienvenido en un destino al que llegas con mucha ilusión es complicado de asimilar;.

Alberto Aranda, natural de Jaén, ha vivido una experiencia complicada con su beca Erasmus. Sus planes y expectativas se han esfumado. Alumno de la universidad de Sevilla, llegó el pasado 26 de septiembre a la universidad KHK de Geel (Bélgica). Lo primero que hizo fue dirigirse a la oficina de Relaciones Internacionales como otros muchos Erasmus para informar al centro de su presencia y;firmar; su llegada.

Foto: El Erasmus de este joven no ha superado la semana. /A. ARANDA.

De Sevilla partía con todos los papeles revisados y debidamente cumplimentados.;Rellené el acuerdo con la coordinadora de mi destino, me ayudó bastante. Negociamos alguna serie de cuestiones a la hora de hacer las convalidaciones futuras. Se aprobó el acuerdo, y todo el mundo tan contento. Todo transcurría con normalidad;. Tenía, dice,;grandes perspectivas y muchas ganas de sumar experiencia;.

La situación cambió drásticamente cuando conoció a su coordinador de estudios del centro belga; no se entendieron. Aranda, a la hora de solicitar la beca Erasmus, acreditó un nivel A2. La plataforma electrónica que tiene el centro sevillano para las solicitudes de estos intercambios internacionales lo consideró apto para la universidad de Geel.;O sea, que si yo acredito un nivel A2 la aplicación solo te permite solicitar destinos con ese nivel de idioma;.;Es imposible que una persona pueda elegir de forma voluntaria un destino con requisitos superiores;, advierte.

Su coordinador no comprendió esto o, tal vez, había llegado a un punto de hartazgo insostenible por casos similares. ; Dijo que cómo era posible que llegara a esa universidad con el objetivo de hacer ese curso con un nivel tan bajo. El nivel de idioma que ellos exigen para el curso es de B1. Por lo tanto, este hombre dijo que no podía hacer el curso, y que no me iba a enviar a las práctias de empresas obligatorias para terminar el curso;.

Desesperado, este estudiante de Economía decidió buscar una solución.;Intenté pedirle al coordinador varios meses para ponerme al día con el idioma, pero me dijo que era imposible que yo me pusiera al nivel que el curso exige en tan poco tiempo;. Y, para rematar, le advirtió de que;no quería más alumnos de España llorando en su despacho a final de año; .

Aranda, incluso, comprende la situación de este trabajador belga:;Si nos ponemos en su lugar lleva toda la razón. El curso es para aprender de la materia que se imparte, no para aprender inglés;.

El siguiente paso fue contactar con la universidad de Sevilla. Desde la oficina de Relaciones Internacionales de este centro le dieron una respuesta vaga y con poco sustento: ; Ya había pasado con más alumnos;.;Me tenía que volver a España y devolver parte de mi beca;. A finales de septiembre percibió el 70% de la cuantía total de la ayuda para su estancia Erasmus.

Este joven ha presentado una queja formal ante la institución sevillana de la que espera respuesta. Asegura que;cumplió con todos los plazos que la univesidad de Sevilla exigía;.;Presenté toda la documentación y realicé la prueba de nivel obligatoria;, remacha. ; No sé por qué cometen este tipo de errores. Pero sí sé que en parte de las conversaciones que he tenido con los responsables de mi beca han tratado de quitarle importancia a mi caso argumentando que no soy la única persona;.

Descartada cualquier acción legal contra la universida de Sevilla, desea que;este tema se resuelva de la mejor forma posible;.;No quiero, ni estoy dispuesto a que el problema crezca. Sería muy incómodo para las dos partes. Yo creo que existe la posibilidad de llegar a una solución adecuada simplemente usando el sentido común;, cuenta a Erasmusu. Lo único que desea es que sean;consecuentes; y;asuman; que la;gestión no ha sido correcta;. También que;el resposable de mal acuerdo entre ambas universidades se haga cargo; de los más de 1. 000 euros que ha tenido en gastos para afincarse en Bélgica.

Su familia resta ahora importancia al asunto.;Seguro que algo mejor te vas a encontrar en España;, le dicen. Mientras, para él, continúan las preocupaciones. Si este curso lo finaliza en Sevilla tendrá que buscar una vivienda y no es, precisamente, el mejor momento.;Seguro que será muy complicado conseguir algo interesante: Me tendré que conformar con lo que encuentre;. Pese a todo hace arrojo de fortaleza y espera;retomar el año con la energía similar; con la que marchó a Bélgica.