La vuelta en Valencia,Día 6.

Mi sexto día en Valencia me desperté muy pronto por la mañana, porque quería ir a la oficina de mis prácticas y ver al abogado con quien trabajaba todo el segundo semestre del curso anterior. Quería estar ahí vers las 9, porque sabía que luego él tendría demasiado trabajo. Tenía suerte, porque la oficina de la ONG se encontraba solo un cuarto de hora andando de la casa donde me quedaba. Hacía mucho frío y, como era pronto, todavía no había sol, por eso caminaba muy rápido. Entré en la oficina y la socióloga me dijo que el abogado estaba en su oficina y que ya sabía que yo iba a ir a verles. Entré en su oficina, donde había pasado mucho tiempo durante mis prácticas. Hablamos un poco y luego fuimos a tomar un café cerca de la oficina. Fue muy bien, porque le podía contar todo lo que pasaba en mi ciudad y en mi universidad y él me dijo como iban las cosas en la oficina y con las solicitudes de asilo. Habíamos hablado un poco por emails, pero me gustaría poder hablar con él en persona y aprendernoticias sobre personas refugiadas que ya había conocido y leído sus historias... Después de tomar nuestro café, teníamos que volver a la oficina, porque él tenía muchas citas -eso ya lo sabía desde el tiempo de mis prácticas. Yo también volví a la oficina para poder despedirme de todos. Mis ex compañeros de prácticas me dijeron que les había gustado mucho que, durante mis vacaciones en Valencia, pensé en ellos y les quería ver. Yo les prometí que la próxima vez que iba a volver, volvería a la oficina también! Me lo había pasado muy bien durante mis prácticas y aprendí mucho, entonces las personas con quíenes estaba trabajando son muy importantes para mi. Además, he visto que trabajan mucho y ofrecen ayuda a personas refugiadas que les necesitan, entonces admiro ese esfuerzo y siempre es importante para mi aprender noticias de la organización!

Fui al metro muy rápido para ir a la casa de Claudia. Hice el mismo camino que hacía cada día para volver de mi trabajo: desde la parada de Avenida del Cid hasta la de Amistat. Todavía me acuerdo de los días que salía de la oficina a las 14:00 y estaba corriendo para alcanzar el metro de 14:07, porque luego el próximo sería a las 14:22 y no quería esperar tanto. Pues, ahí estaba de nuevo -esa vez más pronto, como sólo eran las 11:00 o así y esa vez sin prisa, porque no había trabajado y no estaba cansada. Mientras estaba esperando, estaba mirando en mi alrededor, acordándome de momentos. En cada uno de mis viajes, siempre me doy cuenta de las estaciones de metro -no estoy segura porque... Quizás porque todas las estaciones son diferentes que los de mi ciudad, entonces me doy cuenta de que no estoy en casa. Sin embargo, el caso de Valencia es distinto para mi: el metro es diferente que lo de Atenas, pero igual me siento como si fuera en mi casa. Estaba triste que el día siguiente ya me iría, pero estaba segura que volvería pronto de nuevo.

Cogí el metro y fui a Blasco Ibañez, en la casa de Claudia. Los chicos ya estaban ahí y estaban limpiando la casa porque todavía había cosas que hacer después de la cena de la noche anteriora. Cuando entré en casa, ya estaban acabando, entonces luego nos sentamos juntos, hablando...Christophe nos llamó diciendo que ya estaba listo y que iba a pasar de la casa de Claudia con su maleta y todo para despedirse de nosotros. Cuando llegó, salimos de la casa y fuimos a coger el metro para ir hasta el Centro y encontrar a Irene en su trabajo. Irene trabajaba en una tienda de muebles en la calle Russafa. Fuimos por ella en las 14:00 que la tienda iba a cerrar. La tienda tenía muchas cosas modernas y nos quedamos un poco ahí, mirando a los muebles. Luego ya salimos y era la hora que Christophe se tenía que ir. Yo también había quedado con unas amigas de la universidad para comer, entonces cogí el metro con Pablo y Christophe. Tenía que despedirme también de Lisa, porque no iba a volver antes de las 18:00 que ella se iba. Los momentos de despedida no son mis favoritos, como ya es evidente, entonces no voy a escribir más detalles sobre eso!

Por la noche, encontré a los chicos a los 100 Montaditos de Blasco Ibañez, cerca de la Facultad de Medicina. Luego fuimos a Espit Chupito, en la plaza del Cedro. Dentro de poco, fui con Irene y Carlos, para volver juntos en coche. Tenía que despedirme de todos los demás y eso era bastante difícil. 


Comentarios (2 comentarios)

  • flag- Li Sa hace 10 años

    aaaah que guay! quiero esta foto! La tienes en facebook?

  • flag-gr Usuario Anónimo hace 10 años

    La ha subido Michele y me ha etiquetado -a lo mejor estás también etiquetada y la puedes descargar!

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