La vuelta en Valencia, Día 5.

El domingo por la tarde, había quedado con Irene. Ella vendría a cogerme en coche y ibamos en su casa para comer. Yo nunca había conocido a su familia, entonces estaba impaciente y quería encontrarles. Irene vive a un pueblo cerca de Valencia que se llama Moncada. De lo que vi, es un pueblo bastante tranquilo y bueno. Irene acaba de cambiar casa y su barrio me gustó mucho! Vive con sus padres y su hermano y también su perro y su gata. La casa era muy buena y la habitación de Irene, aunque todavía no estaba completamente lista, era de su estilo y había cosas muy elegantes para la decoración.

Para la comida, me habían preparado una paella valenciana, la comida más tipica y muy buena! Todas las cosas en la mesa eran típicas de España y me gustó todo. Además, los padres de Irene y también su hermano son muy simpáticos y fue bien poder hablar con ellos. Me preguntaron unas cosas sobre la situación en Grecia y fue bien poder escuchar a su opinión también. Después de la comida, Irene me mostró un cortometraje de su hermano con ella y otros actores de Escena Erasmus (compañeros míos o de años anteriores). Era un corto muy gracioso y me encantó! Por la tarde, volvimos a Valencia y nos ibamos a ver de nuevo por la noche. Nuestra amiga Claudia nos había invitado a cenar en su casa.

Por la noche, fuimos a Blasco Ibañez y encontramos a los demás para cenar. Había tortilla, carne, hummus, pasta, lasagna y muchas cosas más -cada uno había traido algo y, como siempre, había mucha comida. Yo había traido unas cosas para la cena pero también unos chocolates de Grecia como postre. Mis amigos ya les habían probado antes y les habían gustado, entonces pensaba que sería una buena idea. Por fin vi también a Susi que era la única que no había visto! Hablamos un poco y contamos nuestras noticias. Esa noche no era algo diferente en lo que tenía que ver con el lugar y tal, pero lo importante era de estar juntos y de hablar sobre nuestros estudios y nuestras vidas, pero en persona y no por skype o por un mensaje! El día siguiente Cristophe y Lisa se iban, entonces cuando Carlos, Irene y yo nos fuimos de la casa de Claudia, nosotras ya estábamos llorando. No estaba segura si vería Cristophe la mañana siguiente, como yo vivía más lejos que todos, entonces me puse emocionada. Mis amigos reían y me decían de aguantar -y, claro, Irene es igual que yo, es muy fácil por ella a ponerse emocionada con esas cosas. Entonces, en el coche intentábamos estar tranquilas -pero aparte de eso, había sido un día de los mejores y estaba más feliz que triste, eso lo puedo decir. Ya me quedaba un día en Valencia y tendría que pasarlo bien para tener recuerdos hasta el próximo viaje a mi ciudad de preferencia!