Juegos artificiales
En Valencia hay muchas fiestas. Eso lo saben todos. A lo mejor hay fiestas igual en toda España, pero de eso no estoy segura. Pero, sí, en la ciudad de las Fallas, seguro que se sabe hacer fiesta. Lo que me hizo mucha ilusión desde muy pronto era que hay varias fiestas donde participen todos los ciudadanos. Es decír que no hay clase y las tiendas también están cerradas, porque es un día de celebración. Eso en Grecia no es nada de común. Para que permanezcan cerradas las empresas y todo tendría que ser una fiesta muy importante y aparte de las fiestas "típicas", como la Navidad o las Pascuas, eso no ocurre más que un par de veces al año. En Valencia de lo que ví yo, eso ocurre un par de veces, pero al mes! Para los estudiantes erasmus eso siempre ha sido una buena ocasión de levantarse tarde por la mañana y tener todo el día libre: ir al centro, a la playa (bueno, depende al mes y al tiempo), al parque o simplemente empezar a tomar cervezas desde la medio día. Para mí, lo que mas me gustaba de esos días de fiesta, fue ese ambiente festivo y la manera de juntarse con amigos y celebrarla por la noche.
La primera fiesta de Valencia que tengo muy clara, fue en octubre. No estoy orgullosa de lo que voy a decír, pero la verdad es que no tengo ni idea cuál día era o que se celebraba. Hace un año ya y creo que es imposible recordar. O a lo mejor nunca me lo dijeron. Me acuerdo muy bien de esa agenda que nos dieron en la Universidad. Pues ahí lo ponían todo: fiestas, vacaciones, período de exámenes -todo. Pero como en Grecia no tenemos tantas fiestas, nunca pensaba en mirarlo sin razón, solo para saber si el día siguiente tendría que ir a clase. Entonces, estaba hablando por facebook con una compañera de la Universidad (sí, esa española del primer curso que fue mi preferida) y al final de nuestra conversación le dije algo tipo "hasta mañana" y ella a lo mejor se dió cuenta de mi ignorancia, diciéndome: "Mañana es fiesta y no hay clase! Pero nos vemos la semana que viene."
La mañana siguiente me la pasé con Athanasia en casa, tranquilamente y sin hacer nada de especial. Pero por la noche fuimos a ver los juegos artificiales en el Puente de Aragón. Como ya he dicho, en Valencia hay muchos puentes (yo todavía no tengo claro cuál es cuál) y uno se da cuenta pronto que en las fiestas de la ciudad, los puentes esos sirven como lugares de encuentro para celebrarlas. Siempre con juegos artificiales. Todos saben ya a que hora habrá los juegos artificiales y así encuentran a sus amigos un poco antes y van al puente donde hay la fiesta. Un cuarto antes de la hora concreta, ya hay mucha gente. Y ves la gente mirando que hora es, bebiendo cerveza, riendo, hablando con su grupo de amigos y con más amigos que ya estaban ahí y que ha encontrado después de mucho tiempo o después de la última fiesta. Y también ves a más gente llegando, teniendo prisa para asegurar que no ha perdido la fiesta y para encontrar el sitio perfecto -como si el cielo no fuera lo mismo desde cada parte.
Athanasia, Elena, Francesco, Alexandre, Vagelis, Alexandra y yo, llegabamos tarde y ya había demasiada gente. Quedaban unos diez minutos para los juegos artificiales y todos estaban de acuerdo de que no estábamos bien situados y que desde ahí no podríamos ver nada. Mientras estábamos caminando adelante, había gente que también estaba intentando de encontrar un sitio mejor para ver los juegos artificiales. Había un punto, en el que un grupo de personas han venido enfrente de mí y me parecía que de repente eramos demasiados. He mirado en mi alrededor. Alexandra estaba en mi izquierda. "Donde están los demás?" le he preguntado. Ella tampoco les podía ver y me estaba mirando estresada. Llamé a Athanasia pero no la encontraba. Luego llamé a Elena. Empezó a explicarme donde estaban, pero no podía oírla, porque había ruido. Luego la línea se ha cortado y ella me llamó enseguida, pero esa vez no podía entender nada de lo que me decía. Alexandra me estaba mirando esperando la respuesta de los demás y empecé a explicarle que no sabía nada, pero en ese momento empezaron los juegos artificiales. "Mira!" dije a Alexandra. Y su cara se convertió de estresada a contenta. Tanto como la mía. Así paramos la busqueda de nuestros amigos, solo para unos minutos. Solo para ver algo espectacular y olvidarnos de que estábamos perdidas, sabiendo que los demás también, unos metros y mucha gente lejos de nosotras, también estaban viendo ese mismo cielo y esa misma cosa y que también por ellos fue algo espectacular. Unos minutos después, ya contentas, llamamos de nuevo a Elena y les encontramos -era más fácil, porque mucha gente se estaba yendo ya.
Es raro, pero cuando hablamos de ese día, aparte de las risas de haber estado perdida con Alexandra, lo tengo como un recuerdo de nuestro grupo de amigos. Los amigos de siempre: Athanasia, Elena y sus compañeros de piso y Vagelis. Esas mismas personas que conocí desde muy pronto y que se convirtieron en personas muy importantes para mi. A lo mejor todos teníamos más amigos y no hemos salido siempre juntos, pero sí, las mejores ocasiones las pasamos juntos. Cómo esa primera fiesta del curso -que en mi mente se ha quedado sin nombre y estuvimos en grupo solo antes y después de su mejor parte. Sin embargo, quiero vivir de nuevo algo tan especial con ese grupo de personas -en Valencia, o aquí en Atenas o en un viaje que organizarémos -y espero pronto!
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