Como encontré a mis prácticas

En otra entrada, he escrito en detalle qué son las becas de Erasmus Prácticas, dando algunos consejos a los que están interesados. Ahora voy a escribir sobre mi propia experiencia de buscar prácticas, para que esté aún más claro este proceso que es bastante complicado.

Yo ya estaba en Valencia cuando decidí de participar en el programa de Erasmus Prácticas. Estaría de Erasmus estudios por el primer semestre y ya había preguntado a la Secretaría de Erasmus de mi universidad en Atenas si sería posible quedarme también el segundo semestre, pero me respondieron enseguida que eso no podía ser. Entonces, pensaba en maneras de quedarme más y una buena manera de no irme de Valencia, pero en el mismo tiempo aprender mucho, sería encontrar unas prácticas ahí. Después de contactar los profesores de mi propio universidad, que no sabían nada del programa o no podían ayudarme (repito que en Grecia pocos conocen ese programa), empecé a buscar mis prácticas sola. Eso lo hacía todo el mes de diciembre, porque tenía que traer todos los documentos necesarios en la Oficina de Relaciones Internacionales de mi Universidad hasta el 10 de enero. Estaba buscando oficinas de abogados hasta el día de Navidad. Athanasia me llamaba para ayudarle con la preparación de la comida para la cena donde estábamos invitadas y yo le decía "envío mi currículum en una oficina más y vengo enseguida". Ella me decía que nadie iba a leer su correo electrónico en Navidad, pero yo quería estar segura que había hecho todo lo que podía hacer, aunque ya lo veía difícil encontrar algo.

Después de haber enviado muchas veces mi currículum a oficinas que no conocía y que solo había encontrado a través de Google y tal, tuve la idea de preguntar a mis profesores de la Universidad de Valencia si me podían ayudar. Todos me contestaron, pero tres de los cuatro me dijeron que no conocían ninguna organización donde podía hacer mis prácticas. Todos menos mi profesora de Teoría del Derecho. Ella me preguntó si me interesaría hacer mis prácticas en alguna ONG. La verdad es que nunca antes había pensado en buscar alguna ONG, a lo mejor porque la única persona que pude encontrar de mi facultad que había participado ya en el programa Erasmus Prácticas, había estado en una empresa y así cuando estábamos hablando, nunca habíamos comentado sobre las ONGs. Pero esa idea me gustaba mucho. Le contesté enseguida que sí que me gustaría hacer mis prácticas en una ONG y que me ayudaría mucho si supiera alguna en concreto. En su respuesta, ella me habló de una ONG que se llamaba CEAR y me ha enviado su página web.

CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) es una ONG que defiende los derechos de las personas refugiadas para asegurar la justicia, la igualdad y la libertad. Existe desde hace más que treinta años y la oficina central está en Madrid, pero hay once oficinas más -incluso la de Valencia, donde yo quería hacer mis prácticas. Por eso, les escribí en la dirección de correo que encontré en su página web. Unos días después, me contestaron, dándome la dirección de correo de la persona que era responsable para el voluntariado y las prácticas de CEAR Valencia, en concreto. Me puse en contacto con él, explicándole mi intención y diciendo algunas cosas sobre mi y las prácticas que quería hacer con ellos. Él me contestó muy pronto, pidiéndome de ir a la oficina de CEAR, cerca de Avenida del Cid y así podríamos hablar mejor.

Me fui un día que no había mucha gente, porque la mayoría de los trabajadores estaban de vacaciones, que ya eramos en los finales de diciembre. Eso me lo explicó Sr. Salva y además me ha mostrado los despachos y las aulas de la oficina, describiendo como trabajaban en CEAR. Hay clases de español para las personas refugiadas, pero también de inglés y de informática. También hay seminarios y cursos de formación para que las personas refugiadas puedan encontrar trabajo. Hay psicólogos, sociólogos y los abogados. El departamento jurídico donde yo quería hacer mis prácticas, tenía muchos casos de personas que pedían asilo. Los abogados hablaban con las personas refugiadas, conociendo poco a poco su historia para poder acompañarles el día de su entrevista al Ministerio de la Extranjería. También les explican qué documentación hay que encontrar y en general todo lo que hay que saber antes de su entrevista. Después de nuestra conversación, Sr. Salva me confirmó que ellos sí que me aceptaban para hacer mis prácticas en CEAR. Así, escribimos nuestro contrato (el Training Agreement) y le dije que le diría algo cuando sabía la respuesta de mi Universidad. Él me dijo que ya se iría después de unos días, para trabajar unos meses fuera de España y por eso me presentó a uno de los abogados, que sería el mentor que pedían en el contrato de mi universidad, y en el futuro hablaría con él. Al final de mi entrevista, ellos me preguntaron como había encontrado la organización esa. Yo les expliqué que una profesora de mi Universidad me había ayudado y me había propuesto de escribir a ellos para hacer mis prácticas. Cuando les dije el nombre de mi profesora, ellos me dijeron que la conocían muy bien y que ella también había trabajado con ellos, como voluntaria, hace muchos años.

Después de tener mi contrato ya preparado, escribí a un profesor de mi universidad en Atenas, explicándole que tenía que traer una carta de recomendación y preguntándole si me la podría escribir él. Él ha aceptado enseguida y me dijo de ir a su oficina para cogerla después de unos días. Yo le expliqué que estaba en España y le pregunté si sería posible enviármela por correo electrónico, escaneada -y si no, diría a mi madre de ir a cogerla. Mi profesor me ha enviado la carta de recomendación escaneada justo el día siguiente. Entonces, estaba mucho más tranquila.

Mi madre fue a coger los documentos que faltaban de la Secretaría de mi Universidad y luego ya a la Oficina de Relaciones Internacionales para dejarlo todo. Yo ya había escrito en la persona que cogería los documentos, explicándole que iba a ir mi madre, porque yo no estaba en Grecia. Ella no tenía ningún problema con eso y así mi candidatura la tenían en tiempo. Un mes después, recibí un correo electrónico diciéndome que no había problemas en mi candidatura, así que podría participar en el programa Erasmus Prácticas en la organización que ya había elegido. Estaba muy alegre ese día y creo que he leído esas pocas líneas demasiadas veces para darme cuenta que era verdad. En otra entrada, voy a escribir como fueron mis prácticas. Pero lo que puedo decir es que mi tiempo en CEAR fue una de las mejores experiencias de mi vida, porque conocí a personas muy buenas y aprendí cosas importantes y sobre todo decidí que quiero dedicarme a los derechos humanos, haciendo un máster el próximo curso.

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