Primera impresión

Tan solo han pasado cinco días que llegué a Vaasa y ya han pasado muchas cosas. En esta publicación voy a hablar por encima sobre los distintos temas que me han llamado la atención desde que estoy aquí, y cuando tenga más tiempo volveré a hablar de ello.

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Para empezar, primero voy a hablar del clima. Finlandia es un país donde llueve mucho, y efectivamente llueve muchísimo, y eso que yo vivo en Bretaña, pero cuando llueve aquí se pasa todo el día lloviendo y de manera muy intensa. Pero cuando hace buen día, es mucho más agradable, ¡aunque la temperatura no sube de los veinte grados! Por lo que sabemos, ¡el clima será cada vez peor con relación a la lluvia y la temperatura!

Hablemos ahora de la duración de la noche y del día. En agosto se hace de noche a las 23:30 y el sol sale a las 5:00 de la mañana. Pero con el paso del tiempo los días se van acortando. Algo que me chocó mucho, es que los finlandeses no tienen persianas. Ni una.

En cuanto a los precios, el tabaco es más barato que en Francia, pero no están a la vista, si quieres comprar tienes que entrar al estanco, preguntar expresamente por lo que quieres y enseñar el DNI para que el vendedor te saque el paquete que quieres. Sin embargo, el alcohol es más caro, una botella de baja gama de vodka te puede costar 20 euros y ni si quiera se puede comprar en un supermercado, solo se puede comprar en tiendas especializadas.

La vida en general es más cara en Finlandia, por ejemplo, el bote de Nutella que en Francia te cuesta 2, 50 €, en Finlandia cuesta 4 €.

Otra cosa que me llamó la atención, son las horas de comer de los finlandeses. ¡Desayunan a las 11:00 de la mañana y cenan a las 17:00 de la tarde! ¡Es muy difícil acostumbrarse!

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