CONVIVENCIA

La verdad os veo a muchos de los que me escribís que vais en el segundo cuatrimestre a Usti Nad Labem preocupados por lo de que no respetan el tipo de habitaciones que pedís. Como bien os dije en entradas anteriores la verdad al principio es un poco vergonzoso adapatarse a estar con otras personas, pero lo cierto es que intentan meterte con gente que habla tu misma lengua. Aun así tengo una mala noticia y es que nuestras tutoras han protestado porque nos metieron a todos del mismo país (España, Turquía, Finlandia, etcétera.) en las mismas plantas, evitando así posibles conflictos que pudieran surgir entre nosotros y apartándonos totalmente de los checos, que esos si que merecen una residencia a parte.

La gente checa, todos dicen que por su historia es más cerrada, pero yo creo que eso es poco para juzgarlos, y aunque no haya conocido a ninguno profundamente creo que además de cerrados son sosos e incluso muchas veces faltones y bordes. Aun así te recomiendo que cuando te vas de erasmus no prejuzgues a la gente porque puedes perderte conocer a grandes personas.

A veces ya se hace difícil convivir con gente de tu misma cultura, imagínate lo complicado que puede llegar a ser convivir con una persona que mete cosas raras en tu nevera que para ti apestan y, sin embargo, a la otra persona le encantan. O con alguien que no limpia y tu ya te mueres del asco de que salga la mugre por todos lados, y mil cosas que cualquier persona que haya convivido con otra en un erasmus puede entender. A continuación os dejo algunos consejos para convivir con personas de tu misma cultura y  de culturas diferentes.

Para empezar os diré algunas cosas básicas, que aunque todos demos por hecho nunca están de más recordar (y además dan puntos):

Evita decir comentarios racistas del estilo “corre como un negro” o “esta es turca y no folla” o cosas así que aunque parezcan muy bastas os puedo asegurar que se dicen y por mucho que no entienden, el lenguaje corporal dice mucho más de lo que nosotros pensamos.

No obligues a nadie a pensar como tú, todos somos diferentes y es tan aceptable nuestra cultura como otra, nadie va a cambiar su pensamiento por tres meses de erasmus, quizá cambien algunas costumbres o se den cuenta de que había cosas que pensaban que eran así y descubren que no (eso parece que solo le pasa a los demás pero al final nos pasa a todos y todas), es decir, no impongas tu cultura ni la pongas por encima de ninguna otra. Muchas veces es super interesante razonar con gente que piensa diferente, que discrepa de lo que tu piensas o que simplemente tiene curiosidad (esto también pasa muy a menudo de erasmus). Al final todos tenemos interés por saber cómo viven otras personas.

Para respetar y sobre todo mantener esta curiosidad viva es super importante informarse de la historia del país de la cultura que te interesa o que cosas han vivido en los últimos tiempos para saber ser empatico (ponerse en el lugar de la otra persona) y poder llegar a entender o razonar con otra gente. Debemos valorarlas positivamente ya que es algo distinto a lo nuestro de lo cual, SEGURO hay algo mejor que lo que nosotros tenemos.

Ya más concretamente os voy a dar algunos consejos para la convivencia en lo que es la habitación o la residencia, porque hay gente con la que tendrás mucho más roce que con otra. Para empezar debemos tener claro que hay que respetar a la gente con la que vivimos, sean cuales sean sus costumbres y que en caso de que haya algo que no nos guste debemos decirlo con total naturalidad y razonar. Muchas veces pequeñas tonterías hacen que en la convivencia llegue un día alguien que explote, así que para evitarlo es muy bueno crear desde el principio un clima en el que yo te puedo decir algo a ti pero tu también me lo puedes decir a mí. Para ello es imprescindible la solución de problemas a través del diálogo y nunca a través del diálogo con el vecino.

Siempre, intentar que todos los miembros con los que convives sean compañeros activos, por ejemplo, se puede proponer crear un horario donde unos limpien unos días, otros laven los platos otros días y así con las tareas de la casa que creamos convenientes (barrer, limpiar el polvo…). Muchas veces estos horarios se incumplen por alguno de los miembros pero si decimos las cosas con tacto no debería haber problemas (sé que hay muchos cerdos por el mundo adelante, pese a ello confío en la limpieza de las personas).

Teniendo en cuenta que ninguno de nosotros tenemos la misma personalidad ni el mismo grado de compromiso con un horario, deberíamos ser empáticos y si, por ejemplo, tenemos un compañero o compañera que nunca limpia, si algún día lo hace podemos reforzarle positivamente y animarle a que lo haga más veces, aunque sea con las míticas coñas. En mi erasmus había un chico que siempre fumaba en la habitación y el otro lo odiaba pero cuando se iba un fin de semana o así la habitación olía a rosas y el que fumaba cuando llegaba no decía nada. Siempre gusta que alguien reconozca los esfuerzos aunque sean voluntarios.

Es importante siempre mantener la calma, al fin y al cabo es una persona o varias personas que vas a tener que ver todos los días durante tres meses o más, no te compensa ni enfadarte ni entrar en guerras que probablemente no lleguen a ningún lado. También es normal que algún día que otro os enfades u os sintáis un poco molestos, pero en ese momento es importante saber hablar o pedir perdón, porque muchas veces hay gente que no da su brazo a torcer porque fue guardando pequeñas cosas que le molestaban y no supo decir en su día.

Al estar tanto tiempo fuera de casa tanto tu como los compañeros con los que vives suelen echar de menos a la familia o a algún ser querido por lo que también es importante mantener apoyo y compensar el cariño que falta por parte de la familia. Al final todos nos encontramos en las mismas condiciones y si nadie se abre o toma la iniciativa de ser “normal” todos y todas lo pasaríamos fatal. Es importante que tu compañero o compañera de habitación sepa que eres un apoyo y que cualquier problema que tengas o que te pueda surgir de erasmus, puede contar con tu plena confianza. Eso sí, no la traiciones contándoselo al mundo entero.

Lleva mucho tiempo aprender a saber usar un nuevo idioma, por lo que si al principio no eres capaz de expresarte o mantener conversaciones fluidas, no te preocupes, a casi todos nos ha pasado. No tengas miedo en equivocarte ni hacer preguntas, allí la gente no es como en España que cometes un error o metes la pata en alguna que otra palabra y se echan a reir, allí la gente te ayuda a aprender y te repite las veces que sean necesarias para poder comunicarse. Así que no tengas miedo en hacer lo mismo.

Haz por incluirte en algún grupo. Es normal que te sientas más cómodo con gente que habla tu misma lengua pero hay que empezar poco a poco, todos queremos tener nuestra pandilla de amigos el primer día y de verdad, que las primeras impresiones son odiosas. En mi erasmus mis impresiones fueron totalmente equivocadas y me llevé muchas sorpresas con gente que pensaba que iba a ser realmente tonta.

Y ya para finalizar esta entrada inmensa creo que el consejo más importante: respeta las críticas, sea entendible o no. Si hay algo que tu estás haciendo que molesta a otra persona no hay más que hacer que o negociarlo o dejarlo de hacer, pero nunca vayas a tu bola porque así generarás problemas cerca de ti y ningún estudiante erasmus quiere eso.

Sin más cositas que deciros os dejo una foto de unas magdalenas que hizo uno de los chicos que vino conmigo desde Vigo de erasmus y que no me gustaron nada, pero como a veces hay que hacer por no caer mal desde el principio dije que estaban riquísimas. (la pinta engaña creerme). Tampoco eran vomitivas ¿eh? Jajajajaj que me tuve que comer dos o tres.

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