Sevilla tiene un color especial

¡Sevilla tiene un color especial!

¿Qué mejor oración para comenzar mi cuento sobre la experiencia de erasmus que ha cambiado mi forma de ver el mundo para siempre? Esta famosa frase está tomada de una de las canciones más simbólicas de la ciudad, cantada y bailada en pasos de flamenco, generalmente en el período de la feria de Abril, el principal festival de la ciudad y el orgullo de todas las "ferias" de la península ibérica.

Sevilla es conocida por todos como el hogar del flamenco, el sol, la canción y el buen humor, símbolo de ese sur de España que enamora a cualquiera que lo visite: Andalucía, una tierra mágica que refleja los rayos del sol abrasador.

Plaza España

Afirmo que me fui para esta experiencia completamente inconsciente del lugar al que iba: había elegido la ciudad únicamente por su posición geográfica, el buen clima, el idioma (quería aprender castellano) y el hecho de que había vuelos directos Bari -Sevilla. Aunque mis razones eran de espíritu pobre, tuve suerte y tuve el honor de descubrir y vivir en este lugar mágico durante el segundo semestre de mi tercer año en la universidad, en pocas palabras: no lamento en absoluto mi elección. Obviamente, los primeros días de apenas llegada no fue fácil, tuve que luchar con nostalgia durante las primeras semanas, pero no tuve muchos problemas para encontrar una casa: hay muchos anuncios con números de teléfono cerca de la universidad y por cualquier problema que pudieses llegar a tener, con sólo contactar a asociaciones estudiantiles, ellos te podrán dar una maño y te podrán ayudar en todo lo que necesites. Una vez que encuentras casa, ya está: te instalas, guardas tus maletas y puedes empezar a recorrer la universidad tratando de no perderte... O eso fue lo que pensé. No fue exactamente tan fácil, los españoles (especialmente en clase) no fueron tan integrativos a primera vista y, para tener que hacer amigos tuve que invitarlos a tomar un café varias veces, ¡solo después de unos días me di cuenta de que mis tácticas no eran muy efectivas! Así que tuve que invitarlos a tomar una cerveza, ¿dónde? En el mercado provenzal frente a la universidad, ¡y listo! Bueno, sí, parece trivial, pero es la forma más fácil de hacer amigos, después de unos vasos (porque prepárate... Ellos sí que beben mucho): todos estábamos más relajados y más sociables.

Habiendo hecho amigos, no encontré muchos otros obstáculos con las clases, aunque el español fue un poco duro de hablar las primeras veces, ya que se entendía más o menos en un principio, al final, incluso habiendo comenzado con un curso básico de nivel A2, lo terminé hablando perfectamente después de tres meses. En contraposición frente al entorno universitario, también está el Erasmus, una verdadera subred, casi invisible a los ojos de los habitantes de la ciudad, ¡que te permitirá conocer a mucha gente de todo el mundo! Sí, es cierto: Sevilla reúne a muchos estudiantes de todo el mundo, no solo de Europa: mexicanos, colombianos, venezolanos, etcétera. Prácticamente casi todos los países latinoamericanos que quieren vivir una experiencia en Europa en la tierra natal de España, vienen a Sevilla. Yo personalmente compartí una casa con dos mexicanos y, aunque a veces con perplejidad, puedo contar historias muy divertidas sobre nuestra convivencia.

¿Vida social? Tendrás muchas opciones, entre los que optan por las famosas fiestas de Erasmus o los que deciden en silencio hacer una vida más suave entre los diversos bares típicos de la ciudad, descubriendo la ciudad a través de los ojos de un español nativo. Entre los lugares que más me gustó, sin duda, está la "calle Betis": acompañada por mi maravilloso amigo "sevici" (un servicio de bicicletas públicas que se brinda en la ciudad de Sevilla), crucé tranquilamente el puente de Triana, me dirigí hacia la praza de Cuba, dejé la bicicleta y paseé suavemente por la calle con el maravilloso panorama de la Torre de oro al otro lado de la ciudad. Por la noche solía admirar el hermoso perfil de esos edificios vistos desde esa calle en el reflejo del Guadalquivir, ya que me daba una profunda serenidad e incluso si ahora cierro los ojos puedo imaginar las brillantes luces del horizonte acompañadas de un fondo de flamenco.

De hecho, la calle es famosa por las características locales y variadas donde puedes ingresar de manera segura, incluso sin beber, admirando espectáculos de flamenco de mujeres que bailan por el solo placer de hacerlo, con las notas que tocan los músicos en vivo que con un aire ligeramente improvisado transforman el baile a uno con sentimiento nostálgico. Por supuesto, no faltan los sabores típicos de tapas que tradicionalmente te hacen sentir como en casa. Otro lugar que creo que es imprescindible visitar es la Carboneria, en el distrito de Santa Cruz, donde puedes asistir gastando cantidades modestas para ver hermosos espectáculos de flamenco.

No se pueden perder un recorrido nocturno corto, un paseo por "alfa alfa", una famosa calle de bares con precios muy bajos, frecuentada principalmente por sólo chicos Erasmus. También recomiendo continuar el paseo en Praza Alameda de Hércules, una hermosa plaza en el centro histórico, rodeada de muchos clubes nocturnos "más modernos" que en la calle Betis y a menudo llena de ferias: desde la medieval hasta circos... Para disfrutar de los populares festivales españoles.

Entre los lugares simbólicos de mi estadía, así como de la ciudad, están sin duda, Plaza de España con el Parque de María Luisa, una sensación única que te hará sentir en un país encantado rodeado de esta maravillosa plaza semicircular completamente cubierta de ladrillos de terracota; la hermosa catedral, un símbolo religioso y la iglesia gótica más grande de Europa, que te hace sentir pequeño al lado de sus inmensas columnas, pero que tiene su encanto también con su patio lleno de naranjas; y luego la hermosa Arena de Toros y Alcázar, conocida por el público de los juegos de tronos por las escenas rodadas en estos lugares: la batalla de los dragones disparados en la plaza de toros es inmortal, ¡aparentemente no solo se utiliza esta plaza para ver corridas de toros! Además de estos lugares anteriormente mencionados, la ciudad tiene muchos lugares más para descubrir y ver, obviamente mencioné los más importantes y los que más me gustan, pero si vienes, ¡no te pierdas ni un rincón de esta ciudad! Los estudiantes Erasmus en Sevilla pueden viajar por la ciudad en autobús, pero el medio más utilizado es la bicicleta, de hecho, a través del servicio “sevici”, la ciudad proporciona bicicletas públicas por la módica suma de solo 15 euros al año. Y si optas por un recorrido para descubrir la ciudad, puedes hacerlo fácilmente a pie. De hecho, caminar es la mejor opción cuando tienes la oportunidad de descubrir los numerosos callejones del centro y ver los numerosos carruajes con caballos típicos en Sevilla.

Otro aspecto importante para aquellos que desean estudiar en Sevilla es que para los estudiantes, hay muchos beneficios tanto para el cine, como para piscinas, gimnasios, el teatro, etc. ¡Prácticamente se paga casi la mitad del precio original! La vida sevillana en comparación con nosotros los italianos, es mucho en la calle, al aire libre, se nota que hay más vida social. A menudo nos encontrabamos en el bar 100 montaditos, para tomar una cerveza y unas tapas, ¡y hablamos durante horas! También me hice fanática del Betis, y traté de no perder un solo juego. Tenía el estadio detrás de mi casa, ¡habría sido el colmo!

¡Extraño la ciudad demasiado! Es muy hermosa y se divide en 2 partes: la Giralda, la zona más antigua y característica donde se encuentra la catedral, la torre y el Barrio de Santa Cruz, un barrio completamente blanco; más allá del río Guadalquivir se encuentra el área donde se desarrolla la vida nocturna de Triana, la parte más fresca y jóven.

Si decides ir a visitar Sevilla, ¡hazlo en abril justamente para no perderte la fantástica Feria de Abril! La fiesta patronal que tiene lugar a fines de abril y, a veces, a principios de mayo, dura una semana y todas las personas visten ropas típicas. Se lleva a cabo en una parte de la ciudad dentro de pequeñas casas privadas y no privadas, al ritmo de la sevillana y en compañía de comida tradicional y "ribuito" (bebida típica basada en manzanilla y sprites), ¡el ambiente es fantástico! ¡Admira el encanto de la ciudad en este período, con los desfiles de ropa colorida y amantes a caballo rigurosamente en ropa típica! ¡Los desfiles de caballos también son geniales! Además, no puedo dejar de mencionar la Semana Santa en Sevilla con motivo de la Pascua, una verdadera celebración a la que no hace falta ser invitado: escucharás las canciones de las procesiones incluso desde el interior de tu casa y tendrás que asistir incluso si no lo deseas. Hay procesiones en toda la ciudad en las que los "nazarenos" (hombres vestidos de negro o blanco con capucha, con solo dos agujeros para permitir la vista) llevan grandes cruces de madera o estatuas de vírgenes a un ritmo bastante particular, es algo fantasmal, ¡con mucha gente pero un silencio increíble!

¡Qué podemos decir para concluir! Entre festivales, tradiciones, botellones y clubes, esta ciudad representa plenamente el alma española como la imagina el turista. ¡No dejará de sorprenderte y creo que es un destino perfecto para Erasmus, su clima seco y cálido seguramente te complacerá y te cansará solo a fines de junio cuando el termómetro pase a 47 grados ¡algo que vi por primera vez en mi vida! La universidad es excelente y tiene muchos exámenes y cursos para elegir, una ciudad tan multicultural que te hará saborear un poco de Marruecos en su cultura al mezclarlo excelentemente con la cultura ibérica. ¡Aprender idiomas nunca ha sido tan fácil! Igualmente atentos a aprender español y “no el andalù” que se habla en Andalucía.