La Universidad Pablo de Olavide: torre UPO

Ha finalizado el momento del pasillo misterioso (por ahora), y es que con sus más de quince artículos al respecto, ha llegado la hora de salir adelante en su despedida; y de comentar otro de los puntos positivos de la Universidad Pablo de Olavide. El que no se haya dado cuenta a estas alturas que la UPO para mi tiene un color especial y que por el hecho de haber sido mi Universidad pero a la vez por tener tanto; es mi deber de comentar todo lo bueno que pueden llegar a encontrar los que vienen de fuera; pues sinceramente no ha querido verlo (he sido un poco abstracto, lo se).

Ahora sigue siendo hora de irnos a otro “level up” defendido con algo bueno de la universidad:

10º- La torre de la UPO: punto mítico donde los haya, se trata de una torre que termina en punta y con una altura suficiente como para ser vista a unos cuantos kilómetros de distancia. Y no exagero con eso de los kilómetros, pues he llegado a estar a unos 10 km por carretera viniendo desde Jerez de la Frontera; y ver al fondo ese pico puntiagudo de la torre de la UPO.

Sin duda sirve para localizar rápidamente si vas por buen camino o no con respecto a la universidad; pero es que a parte ya después de tantos años, la torre de la UPO se ha convertido en algo más; en un emblema que representa todo lo que es esa universidad en cuestión.

¿Pero qué es en sí aquella torre de la que hablas?

No se por qué se construyó en primer término, pero seguramente para ser desmarcada del resto de universidades y poder llegar a ser vista desde la lejanía de la carretera por cualquier lugar que vengas. No es tontería alguna ese sentido, pues el hecho de verse desde tan lejos, hace que sea una publicidad impresionante sin gastar más allá desde esa inversión inicial.

Por lo demás, lo cierto es que algo más guarda sin duda, pues más de una vez junto con otro compañero de aventuras de la residencia Celestino Mutis (de la cual os hablaré más adelante como otro punto positivo de la UPO, tranquilos); un día salimos a explorar la zona (me encanta explorar, cosa que no se me ha ido notando absolutamente nada en los últimos artículos sobre el pasillo misterioso, claro que no), con la idea clara de descubrir qué escondía aquella torre de la UPO que siempre era visible pero que jamás supimos su función.

¿Qué escondía la torre en cuestión? Si es que esconde algo claro..... que esa es otra....

Pues siento deciros que en esta ocasión la historia y la experiencia no dura tanto tiempo ni tantos días de intentos e intentos como con respecto al pasillo misterioso (lo cierto es que la mayoría habrá suspirado sabiendo esto, sin lugar a dudas); pero que aún así de nuevo todo te dejaba dudas sin responder, que para variar seguirán sin respuesta mientras se siga siendo estudiante.

La clave estaba en que había una puerta por debajo, que como la mayoría de las veces, estaba cerrada y claro a partir de ahí apaga y vámonos, porque qué vamos a hacer ahora tras ello. Pues lo cierto es que intentamos la machada de entrar en el recinto para ver qué se cocía por allí, y de hecho al ver que había tantas ventanas extrañas, pues queríamos conocer más sin dudas. Esas ventanas se encontraban a unos cuantos metros de altura, que hacía que no fuera todo tan fácil, y unido a que aunque pudimos estar a cierta distancia de altura gracias a algún terraplén de al lado de la torre que nos hacía acercar a unos pocos metros para poder entrar por alguna ventana; decidimos no jugarnos la vida así porque sí y en cambio volver a la residencia con la cosa de querer y no poder.....

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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