La Universidad Pablo de Olavide: deporte, natación ventajas 2

Visto el primer punto bueno de la piscina; tras anteriormente haber hablado de lo no tan bueno; hay que seguir en esta defensa de la piscina de Montequinto, que ayudada en parte por la universidad Pablo de Olavide, hace que siga yendo gente e incrementándose sus precios cada año (recuerdo al comienzo de la carrera, que lo mismo eran 39 euros, por lo ahora 54). Ya comenté que una de las cosas buenas que tiene es que no suele haber demasiada gente; ahora las demás:

2º- Es una piscina reglamentaria de 25 metros: y alguno se quedará pillado como si eso fuera un punto positivo a tener en cuenta. Pues sí que lo es, pues no sería la primera piscina en la que he nadado y al meterme y empezar el largo, darme cuenta de que he llegado al otro lado muy pronto. Y es que ya no es simplemente la longitud, que es importante por lo que estoy diciendo; sino que la anchura es fundamental para que en el caso de que no estés solo en tu calle; no haya problemas de espacio por lo que incluso puedas llegar a golpear a alguien nadando al estilo que prefieras.

Eso no ocurre en la piscina de Montequinto, con sus 25 metros reglamentarios; su fondo con más de dos metros de distancia y con una anchura que supera el metro y medio y por la que podrán ir dos personas sin problema de rozarse en ningún momento.

Además, la gente se alegrará de que no sea de 50 metros; pues muchos ya llegan ahogados al otro lado cuando se trata de 25, no me puedo llegar a imaginar si se tratara del doble; haciéndose los largos muy largos (qué chistoso uuuuuffffffffffff me harto de reír contigo vamos; y pretendía ser irónico por supuesto con esto que estoy diciendo); hasta el punto de tener que pararse gente como he llegado a ver en estas piscinas olímpicas por la mitad del largo, agarrándose a los corchos de plástico que se encuentran delimitando cada calle.

3º- Número de socorristas y monitores: no temas por si eres uno de esos principiantes que no sabe muy bien cómo va a acabar los primeros días de natación. Y es que acostumbrados a correr toda la vida y respirar por la nariz; el hecho de que ahora tengas que hacerlo por la boca no es asunto sencillo; y en cambio muchos nadadores al comienzo, tendrán como movimiento más repetido el toser y toser porque se ahogan y tragan agua.

Es por ello y por el número brutalmente exagerado de personas mayores, incapaces y niños; que la piscina de Montequinto está perfectamente equipada en este sentido, teniendo en cada momento un mínimo de dos personas directamente vigilando la piscina grande y otra ya sea dando clases en una piscina que se encuentra al lado de la grande y en la que hay que pasar una puerta; y luego sumarle alguna más que se encuentra descansado en ese momento en la sala de al lado para los socorristas.

Ellos lo hacen todo, pues se les ve preparados físicamente, tanto a los hombres como a las mujeres (que de hecho los verás de vez en cuando meterse en la piscina a hacer unos largos, demostrando que no tendrían problema para salvar a cualquiera que lo necesite); y además no paran de mirar a las calles constantemente (cosa que no se suele ver a menudo, pues la gente se cansa de ese trabajo y se aburren con facilidad, pasando del tema incluso con alguna videoconsola).

Yo mismo he sido socorrista algún año y digo que es un trabajo mal remunerado con respecto a lo que tienes que pasar; primero porque el mayor porcentaje de tiempo estarás mirando para nada; pues todo está en calma; y luego porque cuando llega la acción preferirás 300 veces más la calma; por lo que nunca estás del todo tranquilo y gozando de tu tiempo de trabajo.

En definitiva, se les ve con actitud y que les gusta nadar y enseñar a nadar; por lo que los profesionales pasan con nota y encima te saludan y hablan contigo.

Continuaré en el siguiente artículo sobre más cosas buenas de la piscina......

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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