La Universidad Pablo de Olavide: deporte, natación, sala relax

Sigo encontrando cosas buenas por las que os deberíais apuntar a la piscina cubierta de Montequinto, a pesar de otras no tan buenas que también he ido añadiendo a los posts anteriores. Es por ello, que para que cuanto antes acabe esta saga y nos metamos en otros temas sobre la ciudad, la universidad o las mil y una historias que nos aguardan por descubrir; sigamos con el quinto punto bueno de los no se cuántos se me van a ocurrir sobre la piscina de Montequinto:

5º- Sala de relajación: y es que no simplemente tiene una piscina de 25 metros en la que podemos nadar a nuestras anchas por toda su longitud, sin que nos moleste demasiada gente; sino que además, la piscina cubierta con la que la UPO tiene convenio y nos ofrece precio especial; tiene a su vez una parte en la que uno se puede relajar una vez ha finalizado todos sus largos y ya anda cansado de tanto ejercicio.

Se encuentra una vez sales de la piscina de 25 metros, al fondo, dejando a tu izquierda la otra piscina pequeña que luego mencionaré; y dejando a la derecha los vestuarios de los hombres. Si los vestuarios de las mujeres justo al salir se encuentran en frente la piscina de 25 metros; los hombres se encontrarán esta sala de relajación que nos hará tentar en más de una ocasión.

¿De qué dispone la llamada “sala de relajación”?

Pues dispone lo primero de todo de un jacuzzi; que lo encontraremos tras unos segundos en los que subiremos unas escaleras justo a la entrada del complejo. Es grande y caben fácilmente cuatro personas sin problema de tocarse. Sus chorros estarán funcionando a todas horas y a todo su poder, para que no haya excusa en cuanto a poder meterse. El hecho de que sea grande, hace que no tengas que esperar por otras personas, y en cambio sí que puedas meterte sin más aunque haya otras personas. De todas maneras no suele haber nadie nunca y si lo hay será solo una o dos personas; por lo que de espacio nadie podrá relatar en cualquier caso.

Por otro lado, tiene chorros el jacuzzi por muchas de sus partes, por lo que no simplemente la espalda estará a las mil maravillas allí metido; sino que podrá pillarnos la zona de los brazos si los metemos dentro, el cuello si nos bajamos un poco, las piernas, glúteos, etc. Que nadie se piense eso de que te quedarás allí minutos y minutos a las mil maravillas, pues es algo que cansa (pero que hay que probar por supuesto). La gente es que se imagina lo mejor del mundo, hasta que lo prueba y suelta: “oye, pues no era para tanto”.

Además, en la parte de abajo, bajando unos pequeños escalones y dejando arriba el jacuzzi ya mencionado; encontraremos una piscina pequeña en la que si nos vamos a la derecha encontramos cuatro chorros con distinta intensidad, en los que sale agua a presión, y que de nuevo nos servirá para aliviar todas aquellas partes que tras nadar o haber hecho el ejercicio que sea; tenemos un poco engarrotadas. Aquí cada uno es libre de moverse hacia los que quiera, habiendo dos con un chorro más fuerte y otros dos con chorro más débil. Brazos, espalda, cuello, piernas; todo puedes llegar a ponerlo en el punto de mira para que te ayude a relajarte. El tiempo el que tú elijas con la paciencia que quieras, pues no suele haber mucha gente como en las demás instalaciones.

Y ya por último, si en vez de a la derecha, seguimos recto, lo que encontramos serán unos pequeños escalones en los que hay como una especie de marea que hace que vaya dándote un pequeño masaje mientras te tumbas en ellos. En comparación con los chorros del otro lado; aquí casi no sentirás nada, pensado más que nada para eso mismo; para que te encuentres con pensamiento cero y aislándote de todo. Es raro ver aquí a alguien.

Continuará.....

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

Galería de fotos