La Universidad Pablo de Olavide: biblioteca, su gente 2

No nos confundamos con solo tres perfiles por ahora con respecto a la gente que te puedes encontrar en una biblioteca y más concretamente; las personas que me encuentro cuando voy a la de la Pablo de Olavide en Sevilla. Sigamos con el cuarto perfil:

4º- El histérico: en este tipo de personas que suelen ir a la biblioteca predominan las mujeres, que parecerán que están en esos días “bonitos” del mes. Y no es por exagerar porque sí, ya que hay numerosos hombres también que lo exageran todo demasiado y que dirán que ya no les da tiempo; etc. Pero es que el caso de las mujeres es más gracioso, pues pueden ser agresivas y groseras y no pasará absolutamente nada (un hombre agresivo y grosero se lo comen entre los demás). Ante esta actitud solo queda sonreír y reírte de la situación; pues digas lo que digas te contestará mal.

El tiempo, las páginas, el profesor, la asignatura, el manual o lo que sea, siempre será problema y nunca irá bien a un examen. Por mucho que vaya a sacar notable fácil, esa persona minutos antes de un examen, estará para no hablarle pues querrá morder o matar a alguien directamente (no metafórico en lo de morder, lo he vivido en mi propio brazo). Alejaos de este tipo de personas si no queréis que os transmita algo de su nerviosismo.

5º- El futurólogo: ¿no conocéis a la mítica persona que empieza a dilucidar horas antes las preguntas del examen y encima con un alto porcentaje de acierto? Exacto, claro que sí, y es que aún nos preguntamos de dónde le vendrán los poderes. A veces será simplemente suerte (como la regla de si no sabes la respuesta, elige la “c”); pero es que otras alucinas con los sistemas avanzados que usa para averiguarlo.

Lo simple es decir: “bah, me la juego a las preguntas que el profesor ha dicho son importantes”. Pero esta persona se entera de los últimos exámenes de la asignatura con él; coge todas las preguntas como si de una base de datos se tratara, y estudia longitud media, palabras y tiempo que se tarda para llegar a una conclusión como la siguiente: “todas las preguntas de las últimas siete convocatorias fueron más pequeñas de página y media por el libro, pero mayores a dos párrafos. Eso me da un total de 31 posibles epígrafes que preguntar y en vez de mirarme las 600 páginas de administrativo, tengo una cantidad de 44 páginas. Dentrísimo”.

6º- La superpiji: la encontrarás rápidamente en la biblioteca con sus tacones, falda y muy muy muy muy pintada, haciendo como la que estudia. Irá numerosas veces al baño para controlar que todo esté como llegó; y por supuesto el móvil será usado más de cuatro mil millones de veces (matemática pura), en modo espejo por si se le corre un poco la pintura. Uno ya no sabe si son canis, pijas, o una mezcla extraña. Solo se sabe que no querrías estar con alguien así (tendríamos que verlos claro). La parte masculina de este punto es el megapetado de turno que sabes que no va a aprobar ni una; pero que seguramente intente ligar de un momento a otro, siendo la parte que más le gusta de la biblioteca; la del pasillo de bebidas isotónicas para seguir bombeando azúcar a sus músculos portentosos.

Y bueno, de momento dejar esto aquí, con la imagen clara de todas las personas que pueden llegar a formar parte de una biblioteca.

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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