Cuando no es sábado
Una de mis dudas iniciales antes de hacer la movilidad estudiantil era si la escuela de España sería más difícil que mi universidad de origen, y esa duda me hacía despertar por las noches, aún en mi casa de México, con cierto temor.
Resulta que no siempre puede ser sábado como escribí hace poco, y los días que no son sábado hay que ir a clases, ir de verdad. Sin afán de hablar mal de mi escuela de origen, la Narro es una fiesta que sólo se pone en pausa en época de exámenes, en mi escuela receptora, la UPCT, esa pausa dura todo el cuatrimestre. De modo que he tenido que poner a girar ese roedor de mi cerebro y han volado algunas telarañas.
No es que en México no haya necesidad de pensar, pero en mi opinión, que no representa la realidad del sistema educativo de mi país, allá te lo ponen más fácil. Al menos te explican los problemas de ingeniería paso a paso y siguiendo un orden, así sólo hay que preocuparse por aprender esos pasos y aplicarlos en distintos ejercicios. Por ejemplo, allá te dicen que tomes una manzana, la laves y te la comas, aquí te muestran el emoji de popó y te piden calcular la porcentaje de manzana que tiene después de ser digerida. A lo mejor es un ejemplo burdo pero intento señalar que aquí te muestran el resultado (o un diagrama) y debes inferir todo el proceso.
Otra diferencia que encontré es el tiempo que duran las horas clase. Aquí si es una clase de dos horas, son 120 minutos en los que el profesor no deja de hablar ni siquiera para que tomes nota. En cambio en la Narro, las mismas dos horas se dividen como sigue:
- 15-20 minutos para que llegue el profesor
- 10 minutos instalando el cañón y la laptop
- 10-15 minutos tomando lista y echando el chal (platicar)
- 40 minutos de clase
- Y es todo, el tiempo que sobra es para salir del aula y ser feliz
Todo lo anterior en caso de que el maestro decida aparecerse. Aquí por suerte o por desgracia los profes nunca faltan.
Y ya sé, esta entrada completa parece un lloriqueo mío porque la escuela me parece difícil, pero no es así (quizá sí, un poco), sólo quise dejar esto por aquí en caso de que haya alguien con los mismos temores que yo antes de su movilidad o intercambio Erasmus. A esa persona me gustaría decirle que efectivamente todo es distinto, que a veces toca poner "pomelo" en el buscador de google, que los españoles no se acercan a hacerte plática, que tus conocimientos base te dejan flotando más de una vez, que sientes que todos tus compañeros saben más o son más listos, que enrojeces como tomate en la primera exposición, que te desvelas cada noche antes del primer parcial, que un pomelo es una toronja, que en el parcial no viene nada de lo que estudiaste, pero a pesar de todo, que sí se puede.
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