2x01 Y la Erasmus empieza ya

Estocolmo 27, 28 y 29 de agosto de 2011. Aunque seamos sinceros, el 27 y el 29 no cuentan…

Me encuentro a bordo del STF Champman, un barco del siglo XIX restaurado y anclado en la isla que se encuentra al este de la ciudad vieja de Estocolmo, actualmente hace la función de hostel y de bar, bastante apañao la verdad, sobre todo porque es bastante barata la cama en dormitorio (para ser Suecia)

Bien, mi aventura en Suecia comenzó el 27 de agosto, día que cogí mi vuelo Ryanair directo desde Sevilla a Estocolmo, un vuelo baratísimo, me costó más facturar la dichosa maleta que el propio vuelo (suele pasar con estos de Ryanair) El avión despegó sobre las 4 de la tarde, y tras unas 4 horas (que pasé leyendo y viendo la serie de Boardwak Empire en mi portátil durante el tiempo que la batería me dejó) llegué a Estocolmo o mejor dicho, al aeropuerto de Skavsta, que está donde Jesucristo perdió la alpargata, a hora y media en autobús de Estocolmo.

Llegué a Cityterminalen sobre las 9 y media y me tenía que dirigir al barco donde pasaría la noche. Sabía dónde estaba yo, sabía dónde estaba el barco, pero no tenía ni idea de dónde estaba el norte así que confié en mi orientación, tenía que buscar agua, si la encontraba, ya sabría llegar, y tuve suerte, no me traicionó mi orientación y no me supuso ningún problema llegar al barco.

La recepción del barco, donde se hace el check in, está en el edificio de en frente, allí me dieron la tarjeta magnética para acceder al barco y a la habitación en la que pasaría dos noches con 5 desconocidos, inquietante… pero siento deciros que no pasó nada con los desconocidos, simplemente no cruzamos palabra salvo “hi” y “bye”.

A la mañana siguiente, día 28, tenía dos cosas que hacer: la primera, enterarme de dónde coger el autobús para ir al aeropuerto de Arlanda, desde el que volaría a Umeå, y la segunda ir a la embajada de España para enterarme de cómo va el voto por correo para las generales (además de manifestar mi convicción política, quiero tener la conciencia tranquila de que yo no iba a ser responsable de lo que seguramente sean los resultados electorales) Pero la embajada estaba cerrada, claro, ¡era domingo!

Una vez hechos los deberes decidí que me tomaría el día con tranquilidad, hacer turismo solo es un asco, aunque Estocolmo sea precioso. Lo mejor sería dejar pasar el día mientras paseaba por Gamla Stan, la ciudad vieja, callejeando por sus estrechas y antiquísimas calles.

A las 7 ya estaba algo cansado de pasear y ver los monumentos que mi guía recomendaba, así que volví al barco. Allí me tomé una cerveza al solecito, vaya clavada de precio aunque me tendré que acostumbrar, porque la cosa va para largo… por el lado bueno, es que cuando vuelva a Sevilla y pida un medio litro de Cruzcampo en el bar Marbella por un euro, va a ser una sensación muy reconfortante jajajaja.

Estuve leyendo en la cubierta del barco hasta que anocheció (8:30) y decidí que era hora de cenar, así que salí del barco y a buscar algo de comer… y como no, acabé en el McDonal’s. Lo que es triste es que me costara más barato el menú del McDonal’s que la antes mencionada cerveza…

A mi llegada al barco preparé la maleta para tenerla lista cuando salga esta noche a las 4 hacia Cityterminalen para coger el autobús que me lleve al aeropuerto de Arlanda y allí tomar rumbo a Umeå. Mientras tanto, trataré de dormir, no vaya que el sonido de las teclas despierte a alguno de los desconocidos que tengo a mi alrededor…

¡Nos vemos en Umeå!