Capítulo 4.1. Paz y amor en Fuerteventura. ¡Furgoexperience! Islas Canarias. Capítulo 1/3

Capítulo 4.1. Paz y amor en Fuerteventura. ¡Furgoexperience! Islas Canarias. Capítulo 1/3

Un comienzo algo inesperado

¡Volvemos con la Furgoexperience! Y esta vez nos vamos a la isla de Fuerteventura, la isla de las playas, cabras y su queso majorero. En esta primera parte del viaje a Fuerteventura vamos a ver el reportaje sobre unas cuantas mejoras que le tuvimos que hacer a la furgoneta. Una de las mejoras era ponerle unas tomas para cargar los móviles mediante USB y una toma de mechero en la parte trasera de la furgoneta para enchufar la ducha portátil que teníamos. Para ello hicimos un pequeño cajón con ventilación y una instalación eléctrica con su caja de fusibles correctamente seleccionado y con el cableado correcto.

Al final resultó ser una caja con tres interruptores una para cada cosa como por ejemplo un interruptor para la toma de mechero, un interruptor para la toma de USB y el interruptor para dar luz trasera. La caja fue hecha de madera y acoplada al coche en un lugar discreto y cómodo para su uso.

El siguiente paso fue comprar los billetes para el viaje en la compañía de naviera armas el billete nos salió alrededor de 100 € con el coche incluido y dos personas. Hay que tener en cuenta que nosotros somos residentes en Canarias por lo que se nos aplica el descuento correspondiente. Te recuerdo que puedes comprar los billetes de tu viaje en la siguiente página, http://www.navieraarmas.com/ la cual es la de Naviera Armas. En caso que tengas prisa por llegar te puedo recomendar la compañía de Fred Olsen Express que llega en menos tiempo y así si quieres puedes aprovechar más la estancia en Fuerteventura.

Estuvimos buscando para más comodidad un refugio que sirve como ducha y como resguardo para meter el baño químico para tener mayor intimidad y en caso de habernos quedado en un lugar donde haya poca población, que en Fuerteventura la mayoría de los  sitios es así, meter allí la ducha y para quitarnos el agua salada. Visitamos muchos lugares para poder conseguirlo pero estaba agotado en todos los lugares que visitamos. Normalmente eso se compra en decatlón pero cada vez que voy está agotado. Como no encontramos ese refugio, tuvimos que ingeniarlas para protegernos del viento y del frío para cuando nos ducháramos y lo que hicimos fue utilizar el toldo que teníamos y unir las puntas, comprar unos ganchos para engancharlo al coche y hacer así una pequeña caseta cuando el maletero estaba abierto de esa manera nos protegimos y dio buen resultado, pero la mejor opción es la comentada anteriormente comprar el refugio.

Como ya estábamos listos pues el barco lo teníamos que coger a las 8:00 de la mañana. Ese era el horario de salida del muelle Cambulloneros de Las Palmas de Gran Canaria. Te recomiendan estar una hora antes de la salida del buque por lo que nos tuvimos que levantar sobre las 6:00 de la mañana para estar en el muelle a las 7:00 de la mañana.

Al llegar al barco y entrar en el buque nos dimos cuenta de la cantidad de gente que se iba de vacaciones en estas fechas de agosto aunque el barco esté lleno, no te preocupes porque en Fuerteventura hay grandes playas donde hay sitio para todos. Es verdad que en el barco no encontrarás un lugar cómodo para sentarte si no llegas por lo menos con una hora y media la antelación para entrar el primero y aparcar en el barco, pero siempre puedes sentarte en la silla donde está el servicio de comida. Durante la travesía, lo que tiene el barco es que terminas agotado y nosotros estábamos muy cansados así que nos echamos una pequeña cabezadita dentro del barco, hasta que fuimos llegando a la isla de Fuerteventura y pude sacar las fotos que ves a continuación.

Lo que se ve en las fotos es la punta de Jandía detrás de todas esas nubes que está café el cual verás al final de este recorrido.

Cuando ya el barco atracó, cogimos el coche y nos pusimos rumbo a Puerto del Rosario a solucionar un tema que teníamos que solucionar. Te recomiendo que cuando salgas del barco no le eches gasolina al coche en la primera gasolinera que veas, porque es la más cara o una de las más caras de la isla al estar en el lugar donde está. O llenas el depósito antes de subir al barco o te esperas a encontrar una gasolinera más barata que encontrarás más adelante. La diferencia de precios puede estar en torno a ocho céntimos, que es diferencia en cuanto a si le pones diésel que es nuestro caso que sube unos cuantos litros además si le pones en la más barata.

Ya cogiendo rumbo hacia Puerto del Rosario nos encontramos con una de las zonas más conocidas de Fuerteventura que es en las playas de Jandía. Mientra vamos avanzando  vemos un paisaje muy seco y lleno de arena con poca vegetación. La vegetación que existe son aulagas y otro tipo de plantas que lo de la carretera, incluso por el camino vimos unas excursiones que se hace en camello por la zona de las montañas.

Fuerteventura es una isla muy larga por lo que te recomiendo que lleves en tu nevera algo de bebida fresca y algo para picar para ir de un sitio a otro, porque te aburrirás de el coche en la carretera. Cuando terminamos en Puerto del Rosario fuimos a visitar la montaña de Tindaya y sus playas allí empezó nuestro viaje en furgoneta el cual el primer día fue un poco desastre porque nos confundimos de carretera de tierra que nos habían indicado y vinimos a parar a una playa que no queríamos ir, aunque estuvo muy bien visitarla.

La playa que vimos por primera vez fue donde comimos, la playa que visitamos principalmente fue la playa del Esquinzo que está situada en torno a la montaña de Tindaya después de comer nos dirigimos a la playa del Tebeto, que fue donde fue la gran aventura por el estado de una carretera, que no teníamos que hacer cogido, porque era una carretera completamente para vehiculos todoterrenos, que incluso exclusivamente circulan todoterrenos. En la siguiente imagen, puedes ver una carretera en excelentes condiciones comparado con la que te mostraré más adelante.

En esta carretera, después de ver la playa del Esquinzo, no tiene nada que ver con la imagen anterior, nos quedamos enterrados tres veces y tuve que hacer unos hoyos en las ruedas traseras de la furgoneta porque esta, al ser tracción trasera y tener diferencial, cuando una rueda está apoyada en el suelo y tiene todo el peso de la furgoneta en esa rueda la otra tiene toda la potencia por lo que la otra estará en el aire y si está en tierra, hará un hoyo con lo cual te enterarás poco a poco. En una de las ocasiones, tuvimos que hacer peso en una rueda metiendo a mi novia María en la parte trasera del coche en la rueda que estaba en el aire junto con el depósito de agua de veinticinco litros de agua que teníamos en el coche, y dos garrafas más de agua de ocho litros cada una, para hacer más peso en esa rueda y lograr salir, aparte de desenterrar el coche.

Lógicamente no tengo foto esto porque con los nervios de quedarnos encerrados allí donde no pasaba nadie pues era preocupante por lo que no tengo foto de los dos primeros tramos sólo del último tramo que fue cuando salimos por la mañana. Esa noche que nos quedamos en la playa de Tebeto y por la noche montamos unas sillas y mesas para mayor comodidad. El tiempo estaba bueno y no hacía viento, cenamos y no vimos la playa hasta el día siguiente bien cuando nos despertamos, ya que cuando llegamos a la playa ya era totalmente de noche.

Al día siguiente cuando nos despertamos, la playa era un paraíso completamente. No había nadie en la playa, ni un solo coche al rededor. Era algo curioso ver el paisaje ya que la playa estaba al final de un barranco por el cual se filtraba agua a través de las rocas y formaba un charco y un pequeño riachuelo que desembocaba en el mar, algo muy curioso para esta isla ya que es completamente desértica y hay poca vegetación. Bajamos a la playa y estábamos completamente solos.

Durante la mañana empezaron a venir personas, pero como mucho había diez personas en toda la playa. Incluso podías pasar de una playa a otra mediante las rocas que ves en la foto, al fondo arriba se ve la furgoneta aparcada y el risco que ves es el que hay que bajar caminando para llegar hasta la playa.

Para bañarte tienes que tener especial cuidado porque son playas completamente naturales que están a mar abierto esa zona de la isla es muy salvaje y puede que cuando vayas cojas mal tiempo pero aun así la orilla es muy progresiva y el desnivel de agua es de poca pendiente por lo que podrás bañarte cómodamente en la orilla sin sufrir ningún tipo de problema.

Justo al cruzar esas rocas que te mostré en la foto anterior encontramos una pequeña calita donde plantamos nuestra sombrilla y estábamos completamente solos y aislados. Había un pequeño hueco donde nos podíamos bañar tranquilamente y donde la marea entraba suave.

Después de estar allí durante más de seis horas fuimos a almorzar al coche y por el camino en la playa, nos encontramos a unas mujeres que habían venido por otra carretera por la que nosotros vimos que venían coches y que no era por la que nosotros habíamos venido. Pues le preguntamos y las mujeres y se hecharon la las manos a la cabeza cuando les dijimos que habíamos echado por esa carretera, que nos habíamos quedado enterrados. Nos dijo que esa carretera era por la peor que podíamos haber venido, que para volver tenemos que usar la carretera que estaba al cruzar el barranco y fue el último tramo del cual si tengo fotos, así que ya te puedes hacer una idea de cómo estaba la carretera de ahí para atrás.

Me costó mucho sacar el coche de aquí, al ser el coche de tracción trasera y muy fácil enterrarse, menos mal que el coche tiene una altura considerable porque si no, no puedes pasar si vas con un coche normal. Tuvimos que buscar piedras planas para hacer un pequeño camino de piedras por las que el furgón circulara por encima, dónde había grava floja.

Aún así te aconsejo que cuando llegues a Tindaya y preguntes por cual carretera echar para llegar a estas playas, a la playa de Tebeto o playa de Jarugo. Después de este camino puedo decir que la furgoneta fue una buena compra.

El calor en Ajuy 

Cuando cogimos la carretera buena, aquello comparado con lo que habíamos sufrido el día anterior era totalmente una circunvalación, la carretera sigue siendo de tierra pero no había ninguna piedra en el camino.

Salimos de Tindaya y queríamos visitar las cuevas de Ajuy al por lo que de camino hacia a Ajuy nos encontramos por el camino el pueblo de Betancuria. Mientras íbamos subiendo la montaña, te encuentras también con unas estatuas de antiguos canarios o guanches en honor a ellos.

Había una ola de calor anunciada para esos días y nos cogió cuando estábamos Ajuy.  La ola de calor era insoportable, aparte de estar en el barranco donde hacía mucho calor corría una corriente de aire muy caliente que nos impidió dormir la noche bien. Era tanto el calor que cuando nos duchábamos en la ducha de la playa para refrescarnos nos entraba escalofrío en el cuerpo.

La noche la pasamos bastante mal y al día siguiente el aire caliente con el viento seguía,  fuimos a ver las cuevas pero no pudimos entrar en ellas por el viento ya que hay unas escaleras pegadas al mar donde el viento soplaba con unas rachas muy fuertes. La playa en si es de arena negra y tiene una parte de oleaje y otra parte que es tranquila.

Junto con nosotros se quedó mucho más gente con los furgones al rededor todo el mundo a su bola y todo muy limpio. Ajuy es un monumento natural que está en Betancuria en el municipio de Pájara . Antes de empezar el camino para ver las cuevas verás un pequeño mapa sobre el monumento y sus zonas más importantes. También te dice la flora y fauna que hay por el terreno y las previsiones y recomendaciones que te ofrece. Por el camino puedes ver una especie de dunas consolidadas que de lejos parece arena, pero es puramente roca después de estas rocas verás unos hornos de cal que utilizaban antiguamente para la producción de cal. Como he dicho antes hacía mucho viento para acceder a las cuevas por lo que nos volvimos por el camino hasta la furgoneta para coger rumbo hacia la playa de la Pared, mientras íbamos por la carretera que une Ajuy con la playa de la pared nos encontramos un mirador astronómico por el camino, donde nos encontramos un cuervo muy amistoso que buscaba comida entre los turistas. 

Las playas más visitadas

Llegamos al pueblo de la pared y nada más entrar hay un pueblito muy surfero donde hay muchas escuelas de surf. Muchas de estas escuelas dan sus clases en esta playa, que es ideal para este deporte. Si eres aficionado al surf, esta playa es de obligada visita porque tiene un oleaje constante y muy completo.

Para el baño no es aconsejable por tener una orilla con corrientes que te chupan hacia adentro. En esta playa estuvimos alrededor de una hora para refrescarnos un poco en la orilla y como no, no puede faltar la cerveza con las papas saladas de paquete bajo el sol. 

Después de visitar la playa de la Pared nos dirigimos hacia Costa Calma, que está situada en la parte contraria a donde estábamos y más al sur. Como teníamos hambre buscamos un sitio donde comer y nos encontramos con un lugar donde hacían comida de taperío, donde pedimos unas albóndigas junto con queso majorero y unas puntas de calamar.

Después de comer nos fuimos a las playas de Jandía en estas playas puedes encontrar pequeñas calas donde bañarte tranquilamente ya que son todas de arena blanca y el agua es muy tranquila sin oleaje. Como es habitual en Fuerteventura toda la isla está llena de ardillas que te la puedes encontrar tanto en la costa como en la las montañas fíjate siempre que hayan piedras ahí encontrarás ardillas.

Éstas están acostumbradas al ser humano y aunque la isla está plagada de ellas y hay carteles donde se aconseja no darle de comer hay mucha gente que le da de comer, incluso te quitan la comida de las manos si le acercas un fruto seco. En esta playa que nos quedamos y en las playas de Jandía las aguas son cristalinas y se ven en la arena pecez a través del agua. También hay veces que verás que te rodean el cuerpo mientras te bañas pero tranquilo que los peces canarios son muy educados y no te harán nada, pero es muy curioso verlos nadando cuando te estás metiendo en el agua, al ser las aguas tan transparentes.

Un despertar con sabor a viento

Esa noche decidimos buscar una playa para quedarnos a dormir y decidimos quedarnos en Las Playitas que está junto Gran Tarajal fuimos a ver esas playas ya entrada la noche ya que habíamos pasado por Gran Tarajal a ver a un amigo y a comer por la zona, pero no nos gustó la zona de Las Playitas así que decidimos coger el coche por la noche y dirigirnos hacia el norte, hacia la zona de El Matorral. 

En la playa de había muchas caravanas y autocaravanas fijas en la zona era una playa que está junto al aeropuerto y que es muy tranquila y está apartada de la población esa noche estábamos muy cansados porqué la noche anterior habíamos dormido muy mal por la causa del viento en a Ajuy. La playa como puedes ver es de arena amarilla y el agua es algo movida por lo que está bien para darse un pequeño baño pero no es una playa típica de Fuerteventura para bañarte. La playa en si no se llama la playa de El Matorral sino que tenía otro nombre al cual le saqué una foto que borre sin querer pero no me acuerdo de su nombre.

Desayunamos rápidamente en esa playa para ponernos en marcha hacia las playas de Corralejo, donde están situadas las dunas de Corralejo. Mientras íbamos llegando a las dunas de Corralejo pudimos observar el paisaje de mezcla entre el malpaís de la roca negra junto con la arena blanca y la vegetación característica de la zona. Cuando vayas por esta carretera encontrarás unos aparcamientos al lado de la carretera el cual te aconsejo aparcar en las zonas señaladas para su uso, porque la Guardia Civil se suelen poner por la zona a sacar fotos a los coches que aparcan por el lado que no está habilitado para aparcar, considerando que están aparcando en una zona de paisaje natural protegido por lo que no querrás que te llegue una carta a tu casa como una multa que no será barata.

Encontramos una buena zona para bañarnos aunque hacía un poquito de viento así que tuvimos que preparar dentro de un pequeño refugio de piedra, que ya estaba construido en la playa, las cosas para echarnos un rato. Como no, cogemos a las mascotas de la furgoneta para llevárnosla y sacar una foto con ellas. Había gente en la playa que practicaban el windsurf y el kitesurf.

Siempre hemos cogido buen tiempo, ninguna nube, es verdad que por las mañanas siempre el viento ha dado un poco la lata pero el sol siempre sale y el viento se atenúa, pero es agradable y se agradece que corra una ligera brisa. Estuvimos en las dunas durante más de cuatro horas para luego ir a Corralejo a comer y mientras íbamos hacia Corralejo había paisajes que teníamos que parar para sacar algunas fotos así que hicimos lo propio para aprovechar y sacar fotos a la furgoneta junto con el paisaje.

En busca de comida

Cuando llegamos a Corralejo nos costó encontrar un lugar con la cocina abierta para comer ya que llegamos cerca a las cinco de la tarde, así que decidimos ir al supermercado y comprar unas ensaladas ya preparadas para comerlas en la playa de Corralejo pueblo.

Tengo que decirte cuando llegué a Corralejo me sentí como si estuviera en Italia ya que el lugar está muy lleno de italianos con sus respectivos negocios. Esta tarde decidimos pasear por algunas tiendas de souvenir y comprar algún las pegatinas pendientes que teníamos de años anteriores que no pudimos comprar por lo que dimos un paseo para comprar pegatinas y de paso una camiseta de recuerdo de Fuerteventura. Las pegatinas que compramos, son la que te muestro a continuación y las y la camisa de acuerdo es la que verás en el tercer capítulo de esta aventura en furgoneta que será cuando me la puse para ir a cosa este es el último día de estancia.

Cuando terminamos nuestro paseo en Corralejo decidimos ir a dormir a El Cotillo donde caravanas y autocaravanas se quedan ahí las noches. Cogiendo camino hacia el Cotillo desde con Corralejo pasamos por un pueblo que se denomina Lajares, donde es muy surfero y muy curioso por la arquitectura de sus casas y el paisaje que tiene por tener una especie de árboles sin mucha vegetación.

Ya casi llegando a El Cotillo se nos hacía de noche y no llegábamos a tiempo a ver la puesta de sol desde ese pueblo así que decidimos sacar una foto desde la carretera.

Aquí termina este primer capítulo de la aventura furgoneta en Fuerteventura, en el siguiente capítulo amaneceremos en El Cotillo y aquí te contaré y te mostraré las playas de El Cotillo cual es un paraíso para estar por allí. 

¡Sigue el próximo capítulo! ¡El capítulo 4.2 de Furgoexperience!

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