Besançon, primeros días: renococimiento de la ciudad y adaptación
Esta experiencia no es sobre la Université de Franche-Comté, sino sobre la ciudad de Besançon. No voy a hablar sobre la universidad porque creo que toda la información útil ya la dí en mi anterior experiencia sobre Besançon. No hay nada más que yo pueda decir sobre la universidad que vaya a ayudar a alguien. Simplemente publico esta experiencia en el apratado Universidad porque el sistema no permite que una misma persona publique dos experiencias sobre la misma ciudad.
Los primeros días que se habita una ciudad desconocida suelen ser los más duros, junto con los últimos, aunque por motivos diferentes. Si sabes que te quedan muchos días por estar en esa tierra extraña y no conoces bien o nada el idioma, la sensación de “qué pinto yo aquí” puede aumentar. Lo mejor para evitar tristezas innecesarias es pensar en que los días que te quedan por delante te servirán para conocer lo desconocido de ese nuevo mundo en el que ahora te encuentras y para aprender el idioma que, aunque se inventó para facilitar la comunicación, en esos primeros días, es más bien un medio de “incomunicación”. También es posible que aparezca la sensación de soledad o aislamiento en los más tímidos, pero hay que pensar que el ser humano, por naturaleza, es un ser sociable, así que, por ley natural, todo el mundo debería querer relacionarse contigo; además, si eres estudiante Erasmus, habrá otros muchos que se encuentren en tu misma situación, que tengan las mismas aspiraciones y los mismos temores. Ante todo, tranquilidad, porque estas angustias de primerizo en país extranjero son pasajeras y suelen durar muy poco, sólo hasta que uno se acostumbra.
Las numerosas gestiones burocráticas que tu situación de extranjero te obligará a realizar te ayudarán a conocer a mucha gente, pero sin duda, las principales fuentes de amistad en Besançon, si eres estudiante Erasmus, serán la residencia, la universidad, la ESN y sus actividades y los bares y salidas nocturnas. Desde las primeras semanas y durante todo el curso, la ESN organizará diversas actividades para que los estudiantes se conozcan entre ellos y que conozcan la ciudad y sus alrededores. Si quieres conocer por cuenta propia, puedes acudir a la oficina de turismo (http://www.besancon-tourisme.com/) y allí te darán un mapa e información. Una visita indispensable es la Citadelle, un antiguo fuerte construido por Vauban, arquitecto de Luis XIV, que fue reutilizado durante la segunda guerra mundial, cuenta con un museo nazi, un museo sobre la vida en el Franco Condado y un zoo con especies protegidas. Se puede llegar perfectamente a pie, aunque tendrás que subir cuestas empinadas y algunas escaleras. Desde allí se ve toda la ciudad y es una imagen espectacular. También debes recorrer (y más de una vez) el paseo que bordea todo el río a su paso por el centro, así como la Gare de l’Eau, unos jardines a la orilla del río, detrás de los restos de la antigua muralla, al lado del parque de Saint Jaques. Desde luego, todo el centro tiene unos edificios preciosos, es un placer pasear por la ciudad, más aún si tenemos en cuenta que gran parte del centro cuenta con calles peatonales. Todo el centro se puede recorrer a pie aunque también puedes alquilar una bici, son de la compañía “Velo” y se pueden alquilar por un euro la hora en diferentes puntos de la ciudad. En los alrededores de Besançon, también hay otros lugares a los que se puede ir, como Montbéliard, un pueblo cercano famoso por sus salchichas y sus vacas, de las que se saca una leche con la que se fabrica el queso Comté, muy conocido y apreciado en toda la región. En Arbois, encontraréis, además de bonitos parajes, la producción de un vino blanco muy especial, si vais con una visita organizada, os dejarán catarlo. El vino, en toda la región del Jura, donde se cultiva mucho el viñedo, es muy importante, y, como en toda Francia, indispensable. Aunque sea un tópico, cuando vivía allí, los momentos en los que más sentía que estaba de verdad en Francia era cuando veía a alguien por la calle a la hora de comer con una baguette y una botella de vino en la mano. Y pasaba bastante a menudo. Si buscas ciudades más grandes, puedes ir en tren hasta Dijon, Lyon, Basilea, Lausana o París y a ninguno de esos lugares tardarás más de dos horas y algo en llegar.
Besançon tiene un clima un poco triste, el clima de cualquier ciudad de norte, porque puedes pasar hasta varios meses sin ver el cielo, sólo viendo una capa gris que lo tapa. Si coges un avión durante los meses de otoño o invierno, podrás observar de cerca la capa de la que te hablo. Cuando despegas de Francia, todo es gris, hay luz, sí, pero filtrada por el gris que lo cubre todo, al alcanzar la altura necesaria, empezarás a rozar la capa hasta que el avión se adentre en ella durante unos segundos o incluso minutos. Pero pasado el tiempo de rigor, el avión saldrá de la capa y encontrarás lo que creías que no estaba ahí, el cielo, limpio, despejado, azul, el sol. La única vez que he tenido miedo en un avión fue cuando volvía de vacaciones de Navidad de España a Francia, al descender y atravesar la capa gris, estuvimos dentro de ella unos minutos que se me hicieron interminables; por las ventanas no se veía nada, absolutamente nada, el avión no se movía, se suspendía en el interior de la capa, fue la vez que mi mente estuvo más cerca de comprender de verdad lo que es el vacío.
A pesar del mal tiempo que, no te asustes, sólo dura unos meses, Besançon es una ciudad muy viva, con mucho ambiente. En octubre organizan el festival Musiques de Rues, en el que hay muchísimos conciertos al aire libre, en las plazas, en jardines,... y todos son gratuitos. En noviembre está el festival Musiques libres, al que van numerosos grupos de prestigio. En abril o mayo, no lo recuerdo bien, hay una feria que dedican a un país invitado, traen productos típicos y organizan actividades. En junio, hacen el Festival de Jazz et Musique Improvisée de Fanche-Comté, que se organiza desde hace muchos años. El 21 de junio, que es el día de la música o “Fête de la musique”, durante todo el día y la noche, hay grupos de música tocando por todo el centro de la ciudad, cualquier persona que toque o tenga un grupo puede salir a la calle (con un permiso) y ponerse a tocar, pero también van músicos experimentados y de renombre. Sea cual sea el motivo, los bisontinos siempre tienen una excusa para llenar las calles y divertirse.
Si quieres salir de fiesta por la noche, no lo tendrás difícil, la mayoría de los bares y pubs están en el centro y son muy fáciles de encontrar, el mayor problema que puedes encontrar es el horario, ya que cierran a la una y media o a las dos de la madrugada. En la Grand Rue hay un bar, la /kal o rom/ (fonéticamente porque no recuerdo más), que abre hasta las cuatro o así, así que ésa puede ser una buena alternativa. A las afueras, hay un par de discotecas en las que hay que pagar entrada a las que se puede llegar dando un paseo generoso o en taxi.
Una vez que hayas recorrido la ciudad, hayas conocido sus calles y sus plazas; una vez que hayas empezado las clases, conocido a tus profesores y compañeros; una vez te hayas instalado en la residencia y hayas conocido a tus vecinos; una vez empieces a vivir en Besançon y a vivir Besançon, te sentirás muy a gusto. El único consejo que te puedo dar, y creo que será el más útil, es que aproveches todas las oportunidades de conocer algo nuevo que se te presenten y que disfrutes de cada momento que vivas, aunque creo que ese consejo se puede extender perfectamente a toda la vida.
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Comentarios (1 comentarios)
Javier López hace 15 años
¡Buenísima la experiencia! ¡Muchas gracias Elizabet! :)