Mi experiencia viviendo en Barcelona

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Durante mi intercambio Erasmus, estudié en la Universitat de Barcelona durante el primer semestre de mi segundo año (septiembre-diciembre de 2017). Mi experiencia Erasmus fue muy distinta a lo que esperaba inicialmente. Asumí que, aparte de las obvias diferencias culturales, tendría una vida universitaria completamente normal parecida a la experiencia en mi universidad. Sin embargo, por varias razones, este no era el caso. De todas formas, mi experiencia me enseñó muchas cosas sobre mí misma, y y a cómo adaptarme a otras culturas.

Para empezar, haré un resumen del proceso de llegar a Barcelona y el comienzo de asistir a la universidad. A pesar de que matricularme como estudiante fue un largo proceso, y a veces resultó difícil pues algunos aspectos de nuestra matrícula no estaban bien explicados, fue finalmente solucionado. A pesar de que me habían dicho que llegar a Barcelona lo antes que fuera posible en septiembre, mis clases no comenzaron en las 2-3 semanas siguientes. Esto me permitió asentarme y familiarizarme al área, lo que resultó ser útil al comienzo de estudiar en la universidad.

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Un aspecto importante de mi experiencia Erasmus fue el problema político que tuvo lugar en España en el tiempo que estuve estudiando en Barcelona. El voto a la independencia catalana, el cual tuvo lugar el uno de octubre, impregnó toda mi experiencia Erasmus. Básicamente afectó a cada aspecto de mi vida. Roads fue cerrada para acoger las protestas catalanas, lo que ocasionó problemas para acceder a ciertos lugares. Había mucha tensión política, que permaneció constante durante el semestre. Pero más importante, afectó a mi experiencia universitaria. La universidad estaría cerrada algunos días para solidarizarse con los catalanes. A pesar de que respecto estos valores, no nos decían si la clase iba a tener lugar o no, a menudo, hasta la noche de antes, o incluso asistíamos a clase y encontrábamos que el profesor no había venido. Aunque esto no era demasiado preocupante al comienzo del semestre, conforme este avanzaba, empecé a preocuparme sobre si afectaría a mis notas, y por tanto el impacto en mi título. Estuve en contacto regular con mi universidad de origen por esta razón. Finalmente, cuando se supo que esta alteración política continuaría, ambas universidades tuvieron que emepzar a hacer concesiones para mí y otros estudiantes. La Universitat cambió el programa de sus módulos para adaptarlos al menor tiempo que tenían entonces para enseñar cada materia y, a algunos estudiantes que no habíamos podido asistitir a clase debido a las huelgas, nos dieron algunas concesiones. Mi universidad de origen también me dio concesiones, diciéndome que no me preocupara sobre las alteraciones políticas ya que estaban fuera de mi control y que estas circunstancia inusuales serían consideradas cuando mis notas fueran transferidas de la Universitat a la de Queen. Esto ayudó a mis preocupaciones pues ya no me sentí preocupada al respecto. Al final, todo se resolvió y estoy muy contenta con las notas que obtuve durante mi intercambio Erasmus.

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A parte de las tensiones políticas, mi experiencia Erasmus fue increíble. Las clases que tomé en la universidad fueron muy interesantes y, muchas de ellas fueron clases que no hubiera podido cursar en mi universidad de origen. Por esta razón, me alegro de haber tomado parte en el Erasmus pues la variedad de clases me permitió ampliar mi formación. Además, el contenido de las clases fue motivador. Semejante a lo que se hace en mi universidad de origen, había una combinación de exámenes, participación en clase y tareas de redacción. Como alguien que encuentra esta mezcla de estilos de evaluación menos estresante que, por ejemplo, módulos que son 100% basados en examen, esta mezcla fue un buena señal para mí y me permitió dar lo mejor de mí. Adicionalmente, fui capaz de tomar clases que encajaban con mis aspectos favoritos de la literatura inglesa- por ejemplo, fui capaz de asistir a una clase centrada en Shakespeare, lo que algo que me encanta. Esto me permitió participar en la case con eficiencia y sentirme partícipe.

A parte de mis tareas universitaria, que fueron el aspecto principal de mi experiencia Erasmus, también tuve tiempo de hacer muchos amigos internacionales. Porque la Universitat no ofreció ningún evento que favoreciera la socialización entre estudiantes internacionales, tuve que buscar grupos en Facebook y asistir a eventos por mi cuenta. Terminé haciendo amigos de Francia, Polonia, Canadá, México, Suecia, Turquía, otras partes de España, e incluso amigos que habían venido de la universidad de Queen´s como yo, pero estudiaban distintas materias. Crear vínculos internacionales con otros estudiantes fue una experiencia que no tiene precio y formó una gran parte de toda mi experiencia Erasmus. Sin embargo, todos esos amigos asistían a diferentes universidades en Barcelona, así que tuve la oportunidad de compartir la experiencia educativa con ellos. A pesar de eso, también hice conocidos en mi clase de la Universitat, donde trabajamos en proyectos en grupo y presentaciones. A pesar de tener amigos internacionales con los que pasé tiempo social, lo que fue importante, también fue importante tener amigos en mi entorno educativo con los que poder compartir esa experiencia.

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En general, tuve una fantástica experiencia asistiendo a la Universitat de Barcelona. A pesar de que fue parcialmente alterado, las concesiones hechas hicieron que las notas que obtuve-todas matrícula- me fueran adjudicadas justamente y, las circunstancias políticas no se usaron en mi contra. Adicionalmente a mis estudios, también pude viajar y visitar Salou, Costa Brava, Milán y Budapest. Viajar solo sumó a mi experiencia, y me permitió practicar la independencia y ver partes del mundo que no había visitado antes. Cuando pienso en la nueva cultura que he experimentado, los amigos que he hecho, la independencia que he mostrado y, la alegría que sentí durante mis cuatro meses en España, puedo concluir que fue una experiencia absolutamente valiosa y algo que he recomendado a otros y seguiré haciéndolo.

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