Erasmus en Troyes para practicar idiomas

¡Hola (futuros) estudiantes Erasmus! Hoy os voy a hablar sobre algo que hay que tener muy en cuenta cuando se va a realizar una estancia de este tipo en el extranjero: los idiomas.

Probablemente uno de vuestros principales motivos para estudiar fuera de vuestro país es que queréis aprender o perfeccionar un idioma. Os voy a contar cómo fue mi experiencia y espero que os sirva un poco de ayuda.

Yo siempre había tenido claro que quería pasar una temporada de Erasmus. Estudiaba el Grado en Turismo, así que más que nunca tenía que aprovechar la oportunidad. Entre mis preferencias (o quizás prioridades) estaba elegir un país donde se hablase francés, ya que es una lengua que siempre me ha gustado, ya sabía un poco y quería seguir mejorando.

Finalmente, me decidí por Troyes, una ciudad francesa situada en el norte del país, en la región de Champagne, más o menos a una hora y media de París. En esta ciudad está la Escuela Superior de Comercio (ESC), que me pareció bastante adecuada. Me comentaron que en esta facultad iba a hablar bastante inglés, incluso más que francés. No lo vi como algo negativo, ya que podía ser una oportunidad para mejorar un poco los dos idiomas, pues el inglés también necesitaba perfeccionarlo bastante.

Uno de los trámites más importantes a realizar cuando se prepara la estancia Erasmus es el reconocimiento de idioma. Cada universidad puede pedir un nivel o un idioma diferente para admitirte, y en algunos casos no son para nada exigentes. Este nivel se puede acreditar con un título oficial y a veces con asignaturas. No os preocupéis si no tenéis esta acreditación y creéis que podéis llegar al nivel exigido, existe la opción de hacer un examen de nivel. No dudéis en informaros en vuestra facultad lo máximo posible sobre estos trámites. Suele haber un departamento encargado de ayudar a los estudiantes Erasmus, y aunque a veces puede resultar un poco desesperante tanto papeleo, no perdáis la paciencia, pues al final merece la pena.

También os harán un examen de nivel de idioma antes de realizar vuestro Erasmus. Y otro examen del mismo tipo después de vuestra estancia. Es una forma de controlar cuánto habéis aprendido y es interesante, pero no es decisivo para vuestra beca.

Otro de los momentos más complicados durante estos preparativos es elegir las asignaturas en las que os vais a matricular en el destino. Puede ser que vuestra facultad os deje elegirlas allí mismo o cambiarlas más tarde, como ya os digo, cada universidad es un mundo. En mi caso, podía elegir entre asignaturas en inglés y en francés. Esto también me pareció una buena opción porque podía practicar los dos idiomas, así que elegí aproximadamente la mitad de las asignaturas en cada idioma. Tampoco os arriesguéis si no tenéis ni idea de un idioma, porque tendréis que asistir a clases, entregar trabajos y hacer exámenes en ese idioma, y puede que vuestros compañeros de clase sí tengan un nivel muy alto. Pero si habéis accedido con un nivel más o menos apropiado, poco a poco os vais a ir acostumbrando al idioma y llegaréis más lejos de lo que pensáis.

En mi caso, entre las asignaturas que podía elegir, había también cursos de idiomas y se contabilizaban con créditos, aunque también depende de vuestra universidad que os lo convaliden. Os recomiendo que os apuntéis. Yo hice un curso intensivo de francés. Al llegar a la Escuela de Comercio, nos hacían una prueba de nivel y yo obtuve un resultado muy bueno, así que me metieron en un grupo bastante avanzado. Al principio esto me dio mucho miedo, pero la verdad es que después me alegré porque aprendí muchísimo y sin ningún problema. El nivel y la utilidad del curso era excelente, además, me dieron una acreditación con mi nivel según el marco de referencia europeo.

Como os he dicho, los estudiantes en Troyes hablábamos más inglés que francés. Pude comprobar que era cierto una vez en el destino, y el motivo es que la ciudad de Troyes es muy multicultural, como también lo son sus facultades. En la Escuela de Comercio, hicimos una reunión durante los primeros días de adaptación y allí se comprobaba los estudiantes que venían de cada país. Había muchas más nacionalidades de las que os imagináis, realmente de todo el mundo: India, Marruecos, Rusia, Alemania, Corea, Lituania, Vietnam, y un larguísimo etcétera. Curiosamente, algunos de estos estudiantes no sabían hablar francés y su objetivo era solamente realizar estudios en inglés. Así que, aquí tenéis el motivo de que la lengua por excelencia era el inglés, pues es la que te permitía comunicarte con todo el mundo. En mi caso, también tuve la oportunidad de conocer mucha gente que estudiaba en otra universidad de Troyes, la UTT, que también es muy multicultural. Aunque con estos últimos no compartía clases, hice grandes amistades, nos veíamos fuera de la escuela e incluso hicimos algún viaje juntos. Espero que también podáis viajar un poco y practiquéis los idiomas fuera de vuestra ciudad de destino.

El gran consejo que probablemente todo el mundo os dará y que a veces no hacemos el caso suficiente, es que os relacionéis con todo el mundo y practiquéis el idioma. Por ejemplo, si vais a Troyes, intentad hablar lo máximo posible el francés con los nativos y también el inglés con estudiantes de otros países. A veces resulta complicado y muchas veces se debe a que nos da vergüenza, pero por mi experiencia, os puedo decir que no tengáis miedo de hablar otros idiomas, pues nadie va a burlarse de vosotros, sino todo lo contrario, vais a aprender muchísimo. Además, una de las mejores cosas del Erasmus es hacer amigos, ¿no?

De la misma forma que había gente de muchísimos países, también había una gran cantidad de estudiantes españoles y sudamericanos. Al final hay muchas posibilidades de que acabéis hablando más español de lo que creíais, y por supuesto, está bien conocer gente que habla tu idioma y tener un apoyo, pero no olvidéis que no hay que limitarse a eso.

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