Descubriendo Trnava

Descubriendo Trnava durante mi Erasmus en Nitra.

Estoy de Erasmus en una pequeña ciudad eslovaca, a una hora de la capital (Bratislava), llamada Nitra. 

Un día lluvioso, unas amigas y yo, decidimos coger el primer tren que nos llevara hacia algún lugar... ¡y el destino fue Trnava! 

No conocíamos demasiado de la ciudad, por lo que no sabíamos muy bien qué esperar de ella. 

Para empezar, deciros que es una ciudad bonita pero pequeña, en un día fuimos capaces de recorrerla prácticamente toda (al menos los lugares de interés) con tiempo suficiente para hacer una paradita en una cafetería que... bueno, ahora os cuento.

Paso a paso.

Llegamos a la estación de Trnava, y a la salida vimos una especie de cafetería en la que servían perritos calientes a 50 cent... ¡¡sí, sí, perritos calientes con ketchup y mostaza a 50cent!! Así que paramos por allí a coger fuerzas para nuestro día de turismo express. 

Como dije anteriormente, era un día lluvioso, y en Trnava no iba a ser menos. Pero no por ello disfrutamos menos de la visita. Quizá, una de las ventajas de que estuviera lloviendo es que teníamos las calles de la ciudad prácticamente para nosotras solas. 

No había muchedumbres de aquí para allá, ni problemas para hacer fotos a los lugares de interés. 

Pasamos por un parquecito, y llegamos a lo que sería la calle principal. En ella, a lo lejos podían advertirse unas grandes letras de colores que decían : TRNAVA. 

Obviamente, ahí cayeron unas cuantas fotillos. 

Tras las letras había una maqueta de la ciudad que podías usar para guiarte y organizarte para poder ver todo lo que quisieras sin perderte nada. Nosotras lo hicimos así ;) 

Nuestro primer destino fue la Catedral de Trnava (a San Nicolás)

Por el camino, encontramos una figura muy bonita rodeada por flores blancas, casas de colores, árboles cambiando de color... fue un paseo muy bonito. 

La pena al llegar a la catedral, fue que estaba en obras, y no pudimos verla bien, pero aún así el paseo mereció la pena. Eso sí, las vidriedras que conseguimos ver eran bastante bonitas.

Rodeamos la catedral para ver los jardines (aunque ahí es solo hierba y algunos árboles) y nos fuimos a pasear.

Recorrimos las preciosas calles viendo jardines, árboles, casitas pintorescas... 

Hasta nuestro siguiente destino, que era la catedral en honor al Papa Juan Pablo II.

Esta vez, no pudimos entrar porque estaba cerrada, así que decidimos buscar un lugar en el que tomar algo. 

Fue maravilloso. Encontramos una Antigua Sinagoga que había sido reconvertida en cafetería. Era preciosa por dentro, con libros, sillones, mesitas y sillas... Y los precios muuuy baratos. Pensábamos que nos iba a costar un riñón... y no nos costó más que un café en cualquier cafetería normal de Nitra. 

Salimos encantadas de aquel lugar, dispuestas a coger nuestro tren de vuelta a Nitra. 

Seguro que dejamos muchas cosas sin ver, ya que ver una ciudad en profundidad, por muy pequeñita que sea, lleva su tiempo. Pero nos bastó para quedar encantadas con la ciudad y su ambiente tranquilo y otoñal.