Mi experiencia viviendo 1 año en Toronto
En esta Experiencia quiero compartir cuáles fueron mis primeras impresiones después de vivir en Toronto durante 1 año, y cuáles son las cosas que puede ser interesante tener en cuenta si tenemos la idea de vivir en Canadá una temporada. La vida en Canadá, y más específicamente en Toronto, es super rutinaria una vez que te acostumbras a su ritmo, a pesar del frenetismo que transmite la primera vez que visitas la ciudad.
Soy oriunda de Andalucía, España, y al graduarme siempre supe que me gustaría vivir fuera, aunque solo fuera una temporada. Manejé varias opciones, pero al final me enamoré de Canadá. Las referencias que obtuve de este país fueron muy interesantes y favorables, sobre todo en aspectos como calidad de vida, seguridad, oportunidades laborales y diversidad racial.
Llegué a Toronto un mes de junio, en pleno verano, por lo que no sufrí en un primer momento los embates del clima canadiense. Tras haber aplicado para un empleo en Toronto, en un área relacionada con la mecánica industrial, tuve la suerte de ser elegida para esa vacante. Por ello, empecé a tramitar todos los permisos para trabajar que un extranjero como yo debe hacer. Debo decir que este proceso duró un par de meses, tiempo antes de viajar a Toronto y establecerme ahí.
He organizado el artículo por apartados, explicando en cada uno las cosas que más me sorprendieron a mi llegada:
El clima de Toronto
Una de las cosas que más me afectaron cuando me mudé a Toronto fue el famoso clima canadiense. En esta ciudad se viven las cuatro estaciones: veranos muy calurosos, inviernos gélidos, primaveras deliciosas y otoños melancólicos. Como llegué en el mes de junio pues el verano no me afectó, de donde yo vengo hace bastante calor durante esa época del año.
De hecho, pude disfrutar de tres meses de verano: junio, julio y agosto. Sin embargo, al llegar el otoño la historia fue otra. Pese a que llevé ropa de invierno, no caí en cuenta de que el otoño es una época fría y muy fresca. Por esta razón, tuve que comprar algunas prendas que no tenía previstas, lo cual afectó mi presupuesto de entonces. Yo llevé ropa suficiente para pasar bien el invierno, pero no conté con lo traicionero que es el frío del otoño de Canadá, que llega sin avisar en pleno mes de septiembre, y te obliga a llevar prendas intermedias que no son ni de abrigo ni de verano.
El invierno es un asunto serio en Toronto, las temperaturas pueden bajar hasta los –7 °C. Tener la vestimenta adecuada es básico para lidiar con el frío intenso. Sin lugar a dudas, el invierno en esta ciudad fue mi prueba de fuego. No estaba acostumbrada a este clima tan frío y mi primer invierno fue terrible, la verdad.
La comida de Toronto
En primer lugar, debo decir que la comida en Toronto es variada, deliciosa y, si te sabes mover, con buenos precios. Te hace ganar mucho peso por lo que a mediados de año empecé a cocinar y comer con mayor frecuencia en casa. No voy a negar que comer Poutine por la mañana y por la tarde después de trabajar es una experiencia deliciosa. En Toronto hay muchas opciones para comer, desde los clásicos puestos ambulantes hasta los restaurantes más formales, aunque comer en la calle es un hábito difícil de romper, ya que tienes opciones que en algunos casos poco tienen que envidiar a una comida de mantel.
Aprovecho para adjunta una guía de lugares dónde comer de la famosa revista Vice. Aparecen algunos lugares conocidos que son toda una experiencia: https://www.vice.com/en_us/article/wd45dy/toronto-the-cheap-eats-guide
Por cierto, algo que aprendí aquí en este país es lo relacionado con las propinas y el cobro de impuestos en las cuentas del restaurante, cafeterías y bares. Bajo ningún concepto olvides dar propina y procura que sea, por lo menos, el 10% de la cantidad de la cuenta. Los canadienses son muy delicados con este asunto.
El transporte público en Toronto
Vivir en una ciudad tan urbanizada y planificada como Toronto podría parecer alienante, pero es todo lo contrario. Aprendí a amar los horarios y rutinas del transporte público porque ofrecen mucha seguridad y tranquilidad. De hecho, el servicio de transporte público de la ciudad es uno de los mejor valorados de todo el país.
En Toronto te puedes mover en tranvía, autobuses o en metro. Al principio, me perdía para llegar a tiempo a mi trabajo o cuando quedaba con alguien para tomar algo, hasta que logré tomarle la medida a los transbordos. Muchas veces tienes que tomar un tranvía para conectar entre líneas de metro, por ejemplo, y hasta que no te habitúas puede ser un poco difícil moverte rápido por la ciudad. Lo bueno es que se trata de un sistema integrado, lo que significa que puedes hacer transbordo sin problema entre servicios, lo que simplifica mucho las cosas.
El metro es definitivamente la opción más rápida, pero el volumen de gente en horas puntas es bastante alto y suele ser abrumador. Las líneas de autobuses abundan en la ciudad y recorren Toronto en su totalidad.
El ocio y el entretenimiento en Toronto
La ciudad te ofrece un sinnúmero de opciones para divertirte. De hecho, muchas veces se compara Toronto con Nueva York, y es que la verdad es que la energía que transmiten las dos ciudades es muy parecida. Siempre activas y con gente de todos los países con ganas de comerse el mundo.
En los primeros meses, aproveché para conocer los sitios insignia de Toronto. Visité museos, parques, atracciones, mercados, pubs y bares, así como centros comerciales y las islas cercanas.
La calidad de vida en Toronto es muy buena, y eso se traduce en el coste de la vida. Si te descuidas, no ahorras :) Hay mucho por ver y conocer en la ciudad, pero con el salario que tengo no puedo darme según qué lujos.
El centro de Toronto suele ser muy seguro, sin embargo, es importante tomar las previsiones correspondientes si estás caminando o viajando en el transporte público, sobre todo con tus pertenencias. De vez en cuando, aparece una oveja negra en el camino... aunque no es nada nuevo, en pocos sitios puedes ir relajado en este sentido.
El trabajo y la educación en Toronto
Canadá es un país con grandes posibilidades para estudiar y trabajar, tanto para sus ciudadanos como para los extranjeros. Las fuentes de trabajo son muchas, con especial predominio de las actividades tecnificadas e industrializadas. Evidentemente, la tramitación de la visa de trabajo es fundamental, esto te evitará inconvenientes y salarios por debajo del promedio. Como Toronto es una ciudad dinámica, la mayoría de los empleos son de lunes a sábado, con jornadas de 8 a 10 horas.
Algunas de las plataformas más utilizadas para encontrar trabajo en Canadá son: https://jobsincanada.com y https://www.kijiji.ca
Como extranjero viviendo y trabajando en Toronto no he sentido en ningún momento alguna manifestación xenofóbica ni racista. Los canadienses son muy respetuosos y tranquilos, son bastante receptivos con la mano de obra extranjera. En el caso de Toronto, la diversidad cultural es altísima, lo que hace que tal vez sea la ciudad más abierta de Canadá.
Ahora bien, en cuanto a las opciones para estudiar, debo decir que Canadá cuenta con excelentes universidades e institutos tecnológicos, de gran renombre mundial. La mayoría de las universidades son privadas, y las del sistema público tienen preferencia para los ciudadanos canadienses, nacionalizados o de padres canadienses.
El sistema de salud en Toronto
El sistema de salud en Canadá, y en particular en la ciudad de Toronto, es público y gratuito. Sin embargo, no cubre tratamientos odontológicos, traslados en ambulancias, ni prescripciones de medicamentos ni fisioterapia. Recién llegada a Toronto me recomendaron contratar un seguro médico, con validez para los primeros seis meses en el país, éste fue uno de los mejores consejos que me pudieron haber dado.
Este seguro médico me permitió realizar los trámites de la tarjeta de inscripción en el sistema público de salud de forma tranquila y sin estrés. Teniendo mis documentos al día (pasaporte, visa de trabajo y empleo estable), pude realizar este trámite y me di cuenta de que es una de las primeras cosas que todo inmigrante debe hacer al llegar al país. Lo único que no me gustó, aunque ese es el proceso normal en Toronto y en todo Canadá, fue que la tarjeta de inscripción puede tardar hasta tres meses o más para obtenerse, por lo que debí armarme de paciencia.
Buscar alojamiento en Toronto
Como suele suceder en la mayoría de las ciudades del mundo, la búsqueda de vivienda es un proceso largo y tedioso, y en el caso de Toronto, no es una excepción. Antes de buscar una vivienda adecuada, tuve que establecer cuáles eran mis prioridades: empleo seguro, presupuesto y tipo de vivienda. Empecé compartiendo habitación con otra persona, afortunadamente era una mujer de México que llevaba cinco años en Canadá, por lo que me ayudó mucho a solucionar muchas de las dudas que me iban surgiendo.
Debo recalcar que los caseros, a la hora de alquilar (habitación, casa o apartamento) suelen ser muy quisquillosos, sobre todo con la solicitud de referencias y constancia de empleo (evidentemente, no tenía referencias porque era nueva en la ciudad). Por otro lado, algo que descubrí en mi búsqueda fue que mientras más te acerques al centro, más caros son los apartamentos y las habitaciones. Por ello, decidí buscar algo un tanto alejado del centro de Toronto, pero que a la vez me permitiera moverme fácilmente el transporte público. En el caso de los barrios más periféricos, la mejor forma de moverse es el autobús. Es el servicio con mayor capilaridad, lo que hace que siempre puedas llegar a través de él a una línea de metro o de tranvía sin problemas. Es importante que la zona que elijas para vivir se adapte a tus gustos y preferencias. Es importante estar en un lugar en el que nos sintamos cómodos. He encontrado una guía que puede serviros con una descripción de los barrios de Toronto que me ha parecido muy ajustada a la realidad
Otro detalle que descubrí mientras buscaba alojamiento fue que la mayoría de los apartamentos y habitaciones en alquiler te las entregan sin muebles, por lo que debes invertir en comprar los muebles más necesarios desde un inicio. Este fue uno de los motivos que hizo que decidiera compartir piso al inicio, ya que la cocina y el salón ya estaban equipados, debiéndome encargar solamente de mi habitación. Además, los caseros suelen establecer contratos escritos de alquiler donde te obligan a pagar por adelantado el primer y último mes, como si fuera una especie de fianza.
En mi búsqueda de alojamiento tuve la experiencia de toparme con apartamentos y habitaciones cuya estructura no era la más adecuada para el invierno. En este sentido, recomiendo verificar con el casero las condiciones de la vivienda y asegurarte de que cuentas con los servicios básicos (servicio eléctrico, agua, calefacción, gas, entre otros).
Finalmente, hay algo que no me gustó sobre el tema de las viviendas y es que si el casero lo decide puede no renovar el contrato de alquiler por lo que debes buscar otro lugar urgentemente. No les importa si eres buen inquilino o no, si realizas tus pagos a tiempo o si eres una persona tranquila. En este punto se parecen a sus vecinos estadounidenses. Por último, en Canadá también hay estafas con los apartamentos y habitaciones ofrecidas en internet, por ello es importante solicitar ayuda y revisar sitios serios, formales y de renombre en la ciudad antes de hacer cualquier negociación.
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