¡¡Hola a todos!! En esta entrada os quiero hablar de un pantanito escondido en el Algarve de Portugal que es muy conocido y al cual va mucha gente, ¡¡comenzamos!!
¿Dónde se encuentra?
Se encuentra en la provincia de Tavira en el Algarve, sur de Portugal. Concretamente se encuentra en mitad del campo, conforme nos íbamos acercando no podía imaginar donde estaba el lago ya que parecíamos estar en medio de la nada.
¿Qué es?
Se trata de una especie de lago o pantano en medio del campo en el cual cae una pequeña cascada. Los años que no ha llovido suficiente suele estar seco, que es lo que le pasó a mi madre un año que fue, y estaba asqueroso.
El agua cae de la cascada al lago y del lago sale un pequeño riachuelito que es por donde se llega.
¿Qué hay?
Apenas hay espacio, no es un lugar para pasar el día precisamente, simplemente es el lago y desde la parte donde cae la cascada la gente se tira (son unos cinco metros), pero es que hay otra parte aún más arriba donde los más valientes también se tiran (diez metros) pero cuando estuve allí no vi a nadie que se tirara desde esta parte más alta, pero nos lo dijeron.
También hay una cuerda enganchada de un árbol donde lanzarte y acabar tirandote en el agua, no está a mucha altura, se tiran también los niños. Al lado de esta cuerda también hay una parte donde tirarte más bajita, unos dos metros. La cuerda es una cuerda ahi mal puesta apañada que en cualquier momento cede.
El agua parece como agua estancada, pero algo corre, pero claro no es como el mar abierto, a mi me daba un poco de asquito, daros cuenta que estábamos ahí en mitad del campo.
¿Cómo llegar?
Pues por lo visto antes había un caminito de madera, pero que ya no está y se llega dando un rodeo por el campo y metiendonos por el riachuelito que hay justo antes que sale de ese lago. Y da un poco de asco si no vas con chanclas o escarpines ya que está lleno de verdín. Se puede llegar por ahí o también por mitad del campo, que por ahí nosotras no cogimos, no sé como lo hará la gente, ya que por ahí no hay un camino marcado y además es una finca privada.
Hay que andar un poco, aparcas cuando ya ves que hay coches aparcados en el final de la carretera (en internet está la ubicación de este aparcamiento). No se paga, aquello para ser algo tan turístico y famoso no está para nada señalizadoni explotado. En el camino solo vimos que en un señal ponía ''pego'' escrito con spray, nada más y por supuesto no hay parking, hay una pequeña explanada donde se suben los coches o si no aparcas en un ladito de la carretera. Y ya, pues vas andando por el campo unos ocho minutos, y tampoco está nada señalizado, tienes que preguntar, porque además tampoco se ve nada de donde pueda estar, está todo cubierto.
Mi experiencia
A mí no me gustó mucho por la suciedad, al no ser mar abierto el agua parecía estar sucia y el poco sitio que hay donde se puedan poner las cosas está también sucio de pipas y colillas, la gente no sabe respetar el medio ambiente.
No es un sitio para pasar el día, nosotras de hecho veníamos de pasar el día en una bonita playa que estaba a una hora o así y ya cuando íbamos de vuelta sobre las cinco de la tarde hora española (las cuatro en Portugal) decidimos pasarnos por Pego do inferno para verlo, nos bañamos con las colchonetas un rato y nos fuímos.
No recomiendo mucho llevar colchonetas por el camino que hay que pasar, corren el riesgo de pincharse si las lleváis hinchadas, porque justo antes de llegar al sitio justo hay que pasar por un lugar super estrecho lleno de maleza, no es muy fácil el acceso que digamos la verdad, para nada recomendado para personas mayores.
Muchas gracias a todos por haber leído, espero que os haya interesado y servido de ayuda esta entrada, si tenéis cualquier duda ¡¡contactadme!! Y os animo a que vayáis al menos a verlo, es un lugar peculiar.