13 cosas que aprendí en mi Erasmus
Szia! He escrito bastante sobre los lugares que visité durante mi Erasmus, las cosas que hice en Hungría... pero nunca he hablado sobre las muchas cosas que este período de mi vida me enseñó. Hoy, al pensar que iba a escribir, se me ocurrió escribir sobre exactamente eso, así que ponte cómodo y sigue leyendo para descubrir varias cosas que aprendí en mi tiempo en el extranjero.
1. Está bien tener miedo y que no os asusté tenerlo
Si vas a ir a un año en el extranjero, pronto, es probable que sea la primera vez que vivas solo en un país extranjero. A pesar de lo emocionante que puede parecer vivir fuera, también puede dar bastante miedo. Descubrirás que te levantas bastante rápido cuando te intentan tirar, pero todavía está bien tener miedo antes de dar el paso.
También está bien tener miedo mientras estás fuera. Tenía que revisar el armario mi habitación todas las noches, solo para asegurarme de que no había nadie dentro, puede parecer una bobada, pero es posible que también desarrolles manías como esta. Además, no siempre estaba 100% cómoda andando a casa de noche.
2. Está bien que paseis tiempo solos
Cuando te mudas a un lugar nuevo, hay mucha presión para mezclarte con gente y formar un grupo de amigos completamente nuevo. Sin embargo, pasar mucho tiempo con personas que no conoces muy bien puede ser bastante difícil, especialmente si, como yo, eres bastante tímido, por lo que está bien dar un paso atrás a veces y simplemente disfrutar de ti.
Estar solo no tiene que significar estar solo, y es a menudo durante este tiempo aprenderás más sobre ti.
3. Los amigos que haces no tienen que ser de tu edad
La mayoría de los amigos que hice en mi año en el extranjero eran más o menos de mi edad,aunque también di al conocer personas de todo el mundo que estaban en la misma situación que yo, pero que sus creencias y ambiciones eran totalmente diferentes a las mías.
Sin embargo, quizás lo mejor de lo que me di cuenta acerca de la amistad este año fue que podía seguir con personas que eran un poco (o bastante) mayores que yo. Pasé algún tiempo con personas de treinta años, cuarenta años e incluso algunos de cincuenta, todos los cuales tenían mucho más en común conmigo de lo que jamás hubiera esperado, y aprendí mucho de algunos de ellos.
Mantened una mente abierta cuando conozcáis gente: cuando se trata de amistades, la edad realmente es solo un número!
4. El tamaño no lo es todo
No me refiero a lo que estáis pensando todos!!
Me estoy refiriendo al tamaño de los pueblos y ciudades aquí. Bueno, resulta que un pueblo es tan pequeño como tú lo haces. Cuanto más conozcáis a las personas que viven allí, más puertas se os abrirán y a más eventos os invitaran.
5. La enseñanza es uno de los trabajos más difíciles, pero más gratificantes.
Cierto es que enseñar no me gusta mucho, pero por alguna razón, terminé haciendo mis prácticas en un instituto durante mi mes en el extranjero, y ahora puedo decir que estoy muy agradecida por la experiencia y por lo que me enseñó.
6. Aprender un idioma significa salir de tu zona de confort
Una de las principales razones por las que quise ir durante un mes de Erasmus fue para mejorar mi dominio oral del inglés y, por qué no, aprender al menos algo de húngaro. Sin embargo, ya que soy una persona bastante tímida, me costó bastante tiempo aceptar que para mejorar en estos idiomas, iba a tener que salir de mi zona de confort. La mayor parte de mi tiempo en Hungría lo pasé hablando con personas de habla inglesa (o española, lo confieso), o personas húngaras que preferían comunicarse conmigo en ingles.
7. El dinero regresa; las oportunidades no
Antes de nada, daos cuenta de que hay una línea muy fina entre ser cuidadoso con su dinero y ser tacaño. En el transcurso de vuestra estancia en el Extranjero, tendreis todo tipo de oportunidades únicas en la vida y, a menos que tengais dificultades económicas, es muy importante aprovecharlas y no dejar que vuestra vacancia entre en juego. Gastar dinero en experiencias es mucho más gratificante que comprar artículos materiales, y te prometo que cada euro perdido en el proceso será un recuerdo ganado
8. Las personas con autoridad no siempre tienen la razón
Antes de comenzar mi año en el extranjero, nunca había tenido un trabajo. Aunque como tanta gente había trabajado de canguro o en un bar, pero octubre de 2018 fue la primera vez que tuve un contrato de trabajo.
Aunque no estaba familiarizada con el mundo del trabajo, me llevó un tiempo darme cuenta de ciertas cosas, una de las más importantes es que, incluso cuando estaba oficialmente más abajo en las filas, no siempre iba a ser inferior. El hecho de que alguien esté más arriba que tú en una empresa, no significa que siempre va a estar en lo correcto, y está bien defenderse si siente que no lo respetan o lo tratan adecuadamente. . Todos cometemos errores, y eso es perdonable, pero algunas personas buscarán aprovecharse de su inexperiencia y explotarlo. Si te sientas y lo dejas pasar, lo más probable es que la situación no mejore, por lo que es muy importante tomar medidas si crees que algo no está bien.
9. Está bien tomarse días libres por enfermedad
Entre mis tantas ideas erróneas sobre la vida laboral vino la suposición de que los días de enfermedad eran inaceptables. Incluso si me sentía realmente mal, era absolutamente esencial que me presentara a las prácticas todos los días. Yo siempre pensaba que probablemente pensarían que estaba fingiendo, o peor aún, me despedirían de las practicas. Ahora se que las personas son humanas y que incluso los jefes más estrictos saben que la enfermedad a veces puede más que tú.
Tómate un tiempo libre en el trabajo si es necesario, y no os sintais en absoluto culpables por ello.
10. Está bien decir "no" a veces
Como complaciente con la gente, me cuesta mucho decir "no" a las cosas, o lo hice de todos modos. A veces me sentía demasiado culpable para rechazar invitaciones; otras veces tenía miedo de perderme algo bueno si lo hacía. Sin embargo, hubo momentos en que tuve que rechazar algunas invitaciones, tal vez ya no podía más, o tal vez no me sentía bien, y puedo confirmar que el mundo siguió girando. Está bien decir "no" a veces, incluso si no tieneis una excusa válida: solo tenéis que demostrar siempre gratitud por la invitación.
11. Es importante hacer tiempo para las personas en casa.
Recordad siempre reservar tiempo para vuestra seres queridos en casa. Haced sesiones de Skypeconlos vuestros, para que podaus poneros al día cara a cara o, al menos, enviar algunos whatsapps y mails para que todos sepan cómo le está yendo. ¡A tus amigos y familiares les gustará mucho el hecho de que estés pensando en ellos, e incluso pueden tratar de comprar vuelos para visitarte mientras estás fuera!
12. Nunca puedes tomar demasiadas fotografías
Sé que puede parecer incómodo tener que sacar tu cámara cada treinta segundos, y que dicen que deberías estar mirando con los ojos y no a través de una pantalla, pero cada vez que miro hacia atrás en un viaje, desearía haber hecho más fotos. Los recuerdos se desvanecen, pero las fotos duran para siempre, ¡así que sal y obtén tantas fotos como puedas!
13. Eres capaz de mucho más de lo que crees
Y para terminar: un tiempo en el extranjero me enseñó que soy capaz de mucho más de lo que yo creo. Antes de irme, todo lo que esperaba era volver de una pieza, pero al final superé mis expectativas y prosperé.
Manejé todas las nuevas responsabilidades de los adultos que me arrojaron (¡sin tener que llamar a mis padres muchas veces!), Mejoré mi inglés y Húngaro, y establecí amistades en cada uno de los lugares donde estuve.
Tendréis todo tipo de altibajos durante vuestro año en el extranjero, pero con un poco de organización y mucha capacidad de recuperación, superarás cualquier cosa. Tened fe en vosotros mismos
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