La compra en el supermercado...

Hoy os voy a hablar de las cosas tan raras que pasan llendo al supermercado. Nunca me habían pasado cosas interesantes en un supermercado, como para llegar a contarlas en un blog.

Al día siguiente de llegar a Stuttgart fui a hacer la compra, por suerte no iba sola, iba con otras 3 chicas que conocí gracias que a una de ellas la había conocido con anterioridad por aquí, por la página de Erasmusu. Como iba a ser la primera compra, ya podréis imaginar, la cantidad enorme de cosas que tenía que comprar. Como íbamos 4 y en general todas teníamos que hacer una compra grande, decidimos llevarnos los carritos. Si así sin más. Ibamos bastante asustadas porque no sabíamos si podía haber algún guarda de seguridad en la puerta. Pero la verdad que no pasó nada y todo salío bien. Tan solo nos tiramos empujando dos carros como camiones más de media hora hasta casa y todos los alemanes nos miraban con una cara un tanto rara (yo también lo haría si viese a cuatro chaladas empujando dos carritos por mitad de la calle con comida hasta arriba).

El caso es que no nos quedamos contentas y a las 2 semanas volvimos a traernos otro carrito! Es que la compra pesa mucho.... Y bueno si dijeses si ya teníais uno, ¿porqué no lo devolvisteis? Por nos lo quitaron! Dicen, que quien roba al ladrón tiene mil años de perdón... Pero oye que el carrito me lo quiten, bueno! Pero el euro que iba dentro era mio!

Y bueno diréis porqué no vais en bus, o algo? También es una posibilidad. Pero teníamos que traer cajas de cerveza cada vez que íbamos y era mucho más complicado. Y si, has leído bien. Cajas con sus 24 botellines! La cerveza aquí es que no dura nada oye, no sé porqué sera...

Y bueno tras esto, otras cosas curiosas que nos han pasado, es estar hablando en español (criticando algo) y que alguien nos conteste en español, encontrar comidas de lo más variado y raro (como philadelphia de milka! -estas cosas ya las enseñaré en otro post, con fotos incluidas) o ir un viernes a última hora y estar esperando colas para pagar de 20 minutos, decir ¡No vuelvo ni un viernes más a comprar! Y estar allí al siguiente viernes, con las mismas colas y acordandote de que eres tonta y de que no recordastes que a esas horas el supermercado está intransitable.

Y a vosotros, ¿que cosas raras os pasan por los supermecados?