De cómo no morir en una Navidad Erasmus... (III)

Vuelvo a escribir, más de una semana después (un poco con retraso la verdad), pero es que entre volver, que he estado sin Internet, la vuelta a la Universidad... Poco tiempo he tenido.

Aunque ya cada vez está más lejos la navidad, quiero terminar de contar la semana anterior de volver a casa por Navidad, porque la verdad es que fue épica.

Después de mi último post ya poco queda que contar la verdad, porque el resto de la semana fue más tranquilito, aunque eso sí con mucha diversión.

Faltaban 3 días para volver a casa y ya casi todo el mundo se había ido, pero como he ido contando en post anteriores cualquier día había una excusa para hacer cena. Ha pasado ya bastante tiempo y no recuerdo que hicimos durante dos días (solo sé que hubo fiesta), y lo último fue;mi cena de despedida;. Me iba al día siguiente por la mañana temprano y bueno hicimos la típica fiesta que iba a ser tranquilita, pero como estabamos agusto se fue alargando la noche... Se acabaron las reservas y tuvimos la suerte de que el bar del campus abría ese día y pudimos bajar a comprar algunas cervezas. Por supuesto que íbamos ya felices, así que dicho factor junto al de;la calle está llena de nieve;. Propiciaron unos revolcones por el suelo y carreras por la residencia (a todo esto hay que decir que solo íbamos otra amiga y yo).

Estando en la cocina vinieron algunos de los alemanes de la resi y se quedaron con nostras hasta bien entrada la noche. Solo sé que menos mal que vino otra amiga a despertarme para coger el avión, porque si no estaría todavía dormirda.

CONSEJO: No os vayáis en la vida de fiesta si tenéis que coger un avión al día siguiente, LAS RESACAS EN EL AEROPUERTO SON LO PEOR.

Una vez llegué a España (siempre voy hasta Madrid), estaban 2 de los amigos de mi grupo de aquí de Stuttgart, así que decidimos quedar para irnos de fiesta por allí también. A todo esto yo llevaba una semana durmiendo unas 4-5 horas máximo al día y pegándome la fiesta padre. La noche de Madrid fue genial también, para rematar la semana. Con su final de fiesta comiendo churros con chocolate (que tanto echo de menos cuando vuelvo de fiesta aquí). A las 8 de la mañana a dormir y a las 11 en planta para viajar hasta mi casa!

El 24 de esta Navidad fue el día que más temprano me he acostado de toda mi vida, pero la verdad que mereció la pena por bien que me lo pasé y la inolvidable experiencia de una;Navidad Erasmus;.