Mis primeros días en Bulgaria

Llegar a mi ciudad de destino fue todo un desafío, para empezar porque en mi ciudad natal no hay aeropuerto y en Stara Zagora tampoco y en segundo lugar, porque iba completamente sola a la aventura. Salí de Córdoba en un Blablacar el viernes a las 21:30 de la noche camino al Aeropuerto de Málaga y el avión despegaba a las 6:30 de la mañana hacia Sofia. No tenía otra opción porque mis padres no tienen coche y no había ningún bus/blablacar más tarde que eso, por suerte mis padres me acompañaron y a pesar de los nervios pude dormir un poco en el aeropuerto.

Nunca había estado en un aeropuerto, ya que nunca había salido de España, por lo que el aeropuerto de Malaga me impresionó: era muy grande, moderno y luminoso. A pesar de las altas horas de la noche, hubo trafico de gente casi continuamente.

Al llegar las 4 de la mañana hice el checkin, tras este me despedí de mi familia y me coloqué en la fila de seguridad, me despedí de forma muy rápida y escueta ya que no quería alargar la despedida y que alguno de nosotros empezaramos a llorar.

Habría agradecido enormemente saber que durante el registro de seguridad, había que sacar los aparatos electrónicos, por suerte los llevaba todos en mi mochila y no armé demasiado desastre.

El aeropuerto (y me imagino que todos en general) estaba muy bien señalizado, por lo que no tuve problema en encontrar mi puerta de embarque, una vez allí el búlgaro sobresalía de entre los idiomas de los pasajeros a punto de embarcar. Una vez en el avión sentía un poco de miedo pues siempre me habían aterrado las alturas y me habían dicho que el despegue podía ser un poco desagradable.

Sin embargo el vuelo fue una experiencia estupenda, junto a mi se había sentado una rumana de mi edad que era muy agradable, estuvimos hablando todo el viaje, me invitó a unas oreos y yo le ofrecí a ella frutos secos. Era una estudiante de psicología cuyo sueño era trabajar con los reclusos de una prisión. Había hecho un Erasmus en Italia y venía con una amiga a visitar Sofia por primera vez, hablamos de diversos temas desde los más triviales a temas más personales. Antes de bajar intercambiamos nuestros contactos y me invitó a visitarla a Bucarest algún día.

Bulgaria desde el cielo me pareció increíblemente verde, había muchas zonas de vegetación densa pero también zonas de agua y ciudades.

Tras aterrizar pude ver como sacaban la carga de bodega con nulo cuidado. El aeropuerto era completamente distinto al de Málaga, era más pequeño y estaba peor cuidado. Una vez dentro, ya empecé a encontrarme con algunos problemas, el rooming no me iba y no tenía la opción de usar internet o llamar a nadie, me conecté con el wifi del aeropuerto y tras un rato, conseguí contactar con mis padres, estos hablaron con la compañía de teléfono y finalmente solucionaron mi problema. La maleta me la entregaron rota, para mi no fue una sorpresa dada la gentileza del trabajador.

Tras pasar una especie de registro (te hacen un selfie y te escanean el dni) me estaba esperando un Buddy (un voluntario que colabora con la organización Erasmus Trips Bulgaria y que ayuda a los erasmus de forma gratuita, se puede pedir contactando con ellos) él se llamaba Rateb y era un árabe criado en Turquía que llevaba unos años en Sofia. Era increíblemente amble, me condujo hasta el metro y me ayudó con las maletas. El metro era sumamente viejo y estaba muy mal mantenido, al ser un metro de una capital me esperaba algo un poco más moderno, pero parecía estancado en los años 70 u 80. En el metro me encontré una española que acababa también de llegar a Sofia para un Erasmus, la acompañaba su madre y ella se dirigía a Veliko Tarnovo. Nuestros caminos se separaron pronto pues yo y Rateb nos bajamos en el centro y ellos tuvieron que hacer transbordo en otra línea de metro.

Tras salir del metro me encontré con un contraste brutal, lo primero que vi fue una iglesia preciosa con unas imponentes cúpulas verdes, quedé asombrada y tras bajar la vista al suelo vi a un vagabundo con una gran herida en la pierna, una herida fresca y bastante grave, yo entré en un pánico interno, estudio veterinaria y siempre siento un fuerte impulso de ayudar cuando veo a alguien herido, sin embargo, todo el mundo ignoraba al pobre señor y yo decidí continuar mi camino (No quería empezar ya a llamar la atención), Rateb parecía aconstumbrado y ni siquiera miró al tipo.

En pocos minutos llegamos a Vitoshta Bulevard, desde donde se veía la Vitoshta mountain, este lugar era precioso y moderno, había tiendas sumamente modernas como Starbucks y restaurantes de todo tipo. Rateb quiso invitarme a comer (A pesar de que le insistí para invitarlo yo a él pues me estaba ayudando muchísimo) comí pasta con tomate y albahaca y él una pizza, estos dos platos con 2 refrescos costaron 29 levas, que son unos 15 euros. El precio me pareció exageradamente barato, ya que era una de las calles más famosas de la ciudad y era viernes. En ese establecimiento sabían inglés. Rateb me dijo que estudió arquitectura y que le encantaría visitar Andalucía por su gran influencia árabe, en especial Córdoba (mi ciudad) y Granada, yo le prometí hacerle un tour por la ciudad y llevarlo a comer a buenos restaurantes cuando vinera a Córdoba.

Tras comer nos montamos otra vez en el metro, me llevó a la estación de buses, me ayudó a sacar un billete para Stara Zagora (23 levas) y se despidió de mi. Sin duda mi experiencia con Rateb fue increíble, por lo que si estas leyendo esto y vas a ir de Erasmus a Bulgaria, te recomiendo encarecidamente que contactes por Instagram con esa organización y pidas un Buddy.

Dentro del bus olía un poco raro y el conductor tenía un aspecto descuidado. Una vez se puso el bus en marcha, descubrí que esos edificios tan bonitos y cuidados solo pertenecían a unas pocas calles en el centro, el resto de ciudad que ví desde el autocar desprendía pobreza, los edificios eran modernos, pero casi ninguno conservaba una fachada medio decente: rotas, con desconchones o directamente sin pintar, muchos de los edificios parecían abandonados y la única señal de que había vida en ellos era que había ropa tendida en las ventanas.

Durante el resto de viaje se veía mucho bosque, me pareció precioso el viaje, nunca había visto tantos árboles juntos, no se observaba ningún cultivo predominante y de vez en cuando se veía algún rebaño de ganado.

Una vez en Stara Zagora de nuevo pobreza, la estación de autocares era poco más que un descampado con edificio y algo de asfalto y los edificios modernos pero totalmente dejados de la mano de dios, parecía que no habían recibido ningún tipo de mantenimiento en décadas. Tras bajarme del autocar sinceramente estaba algo asustada, estaba en un sitio que tenía la misma apariencia que el peor barrio de mi ciudad, llevaba 2 maletas y una mochila y necesitaba levas en efectivo para poder coger un bus hasta el campus de mi universidad (está a unos 5km de la ciudad). A 2 minutos de la estación de bus debía haber dos cajeros, por lo que como pude llegué hasta allí para darme cuenta de que los dos que había estaban fuera de servicio, en ese momento me di cuenta de que en Stara no es habitual que la gente sepa inglés.

Tras darme por vencida en la búsqueda de un cajero volví a la estación y a pesar de las advertencias de los antiguos Erasmus sobre los taxistas en Bulgaria (pueden cobrarte de más si eres extranjero, hay que tener cuidado con cual coges…) me decidí a acercarme a los taxistas de la estación (físicamente estaba exhausta y aunque la parada de bus estaba a 6 minutos, no me veía capaz de arrastrar esas maletas ni un metro más y se me estaba haciendo de noche) y me di cuenta de que tampoco sabían ingles, les pregunte como pude si tenían datáfono y me dijeron que no, les explique que necesitaba llegar a la universidad y finalmente uno uno de ellos me dijo que me montara en su taxi, me llevó al cajero de al lado de la estación y tras 5 minutos le hice entender que estaba roto, me dijo que sin dinero me tenía que bajar, asique finalmente le ofrecí euros y aceptó a llevarme, (le di un billete de 20 y me devolvió 10 levas, que son 5 euros) se que me cobró de más (ahora se que ese trayecto me habría costado como mucho 5 euros) pero sinceramente estaba desesperada. Compartí mi ubicación en tiempo real por whatssap con todos los familiares que pude durante el trayecto. Esta fue una de las primeras veces que me sentí feliz de haber estudiado algo de Búlgaro antes de ir, aunque no entendía frases completas, entendía palabras sueltas de lo que él me decía y fui capaz de comunicarme con él, finalmente me dejó en medio del campus, en la puerta de mi residencia, algo que agradecí enormemente, y me enseño a explicar la dirección de mi residencia en búlgaro.

Tras dejar las maletas conseguí algo de levas (por fin) en el cajero del campus.

Al ser extranjera me han puesto en una habitación compartida de 2 camas en el edificio más nuevo, es bastante grande y sinceramente me encanta, no tiene ningún sistema de refrigeración para el invierno, pero me da la sensación de que va a estar muy bien aislada para el frío, todo está bastante bien cuidado y limpio. El costo de la habitación este mes es de 160 levas y el resto de meses va a ser de 80 levas, por lo que es increíblemente barato. La habitación inicialmente no tiene nada, solo un par de camas, un armario, 2 estanterías y 2 pupites.

Por suerte fui previsora y le compré muchas cosas a la española que estuvo el año pasado aquí, ella me las dejó en una habitación auxilar en julio y yo se las pagué por bizum. Sin embargo Gala (la dueña de la residencia) me dijo que me darían las cosas al día siguiente porque todos estaban muy cansados. Asique esa noche dormí en un colchón pelado y usé de almohada un peluche.

Ayer me registré, y pude conseguir lo que la otra chica me dejó, sinceramente le compré todo a ciegas, me pidió 35 euros y no sabía con exactitud lo que me iban a entregar. Pero cuando me dieron todo sentí que era Navidad: ropa de cama, una almohada, un nórdico, 2 flexos, toallas, un plato, un tenedor, un pequeño hornillo, una olla, lavaplatos, detergente para la ropa… Entre otras cosas. Se que son cosas super cotidianas pero cuando estás en esa situación todo pequeño avance te parece maravilloso.

Gala es una chica super agradable, vivió en España durante muchos años y le tiene mucho cariño a los Españoles, ese día por la noche me dio un tendedero y una nevera pequeña, me dijo que todo el mundo la tiene que comprar, pero que a mi me la iba a prestar porque soy española y ella no la necesita.

Ayer hice mi primer pedido de comida a domicilio, no hablaban nada de inglés pero hice el pedido por la página web y por teléfono conseguí explicarles mi dirección (gracias señor taxista), de nuevo me alegré de haber aprendido varias palabras en Búlgaro. 7 euros por una ensalada gigante, 1 zumo y patatas fritas, me sobró incluso patatas fritas para la noche.

En el campus hay una pequeña tiendecita donde poder comprar comida y otros productos básicos, la dependienta no sabe nada de inglés pero es muy agradable.

Hoy domingo he limpiado la nevera, he terminado de ordenar todo y me he dado una vuelta por el campus. He recolectado algunas frutas de los árboles y aún estoy esperando a mi futura compañera de habitación que supuestamente será Turca o Griega.

Soy la única estudiante Erasmus en la residencia, y aunque todo el mundo es extremadamente amable conmigo, llamo bastante la atención y todo el mundo me mira, me siento bastante sola aún. Mañana empiezo las clases y conoceré al coordinador de los Erasmus (también viene otra chica Erasmus pero ella ha alquilado un apartamento).

Si lees esto y estas pensando en ir de Erasmus en a Bulgaria, como consejo te diría que intentaras investigar y llevar todo lo más atado posible, busca por Erasmusu, en grupos de Facebook, en Instagram… Yo meses antes de ir ya había conseguido contactar por Facebook con estudiantes de la facultad y me habían metido en el grupo de clase, también hablé con extranjeros en Bulgaria y con búlgaros para ir allí conociendo gente. A su vez conseguí contactar con la otra Erasmus buscando por todos lados su contacto (finamente mi coordinador me lo dio), encontré el grupo de whatssap de Erasmus de Sofia y Plovdiv, conseguí contactar con la española que me vendió las cosas…

Más consejos: Aprende a decir lo más básico en búlgaro antes de venir, no sabéis lo que agradezco haber dedicado un ratito de vez en cuando. Saca dinero en Sofia y no esperes a estar en Stara Zagora.

Iré actualizando el blog.


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